‘La desaparición de Adèle Bedeau’, un retrato psicológico fascinante
La novela La desaparición de Adèle Bedeau (Editorial Impedimenta), del escritor escocés Graeme Macrae Burnet, autor de la exitosa Un plan sangriento, es un acierto de principio a fin. Un excelente relato que nos invita a sumergirnos en la torticera mente del solitario y socialmente torpe Manfred Baumann, mientras exorciza sus demonios más profundos, rememora un pasado no confesable y asistimos a las enfermizas y viciadas relaciones de una pequeña ciudad de provincias.
¿Dónde está Adèle Bedeau?
Manfred Baumann nunca ha sido lo que puede considerarse una persona ‘normal’. Es decir, alguien que establece relaciones con facilidad y que responde al éxito socialmente establecido en el ámbito personal. Nada de eso. Baumann siempre fue un niño-adolescente y, posteriormente, adulto, más bien raruno y con escasas habilidades para relacionarse con los demás.
Y esta forma de ser de Baumann, nuestro fascinante protagonista en la novela La desaparición de Adèle Bedeau, quizá podría pasar inadvertida en una gran metrópoli, pero nunca en una pequeña ciudad francesa de provincias como Saint-Louis, donde todos se conocen y todo se sabe (o si no, se inventa…).
En el microcosmos de Saint-Louis, Manfred Baumann ha sido y será un bicho raro inadaptado a quien nadie comprende. Y para más inri, un extranjero sin serlo, apodado ‘el suizo’ por la procedencia de su padre. Para Bauman, Saint-Louis nunca ha sido su hogar y sueña con escapar, con dejarlo todo atrás, eso sí, sin atreverse a mover ni un solo dedo.
Pero Manfred no es el único personaje hipnótico y fascinante de esta novela. La trama principal con la que se abre la primera página del libro (sin más dilación) es la desaparición de la joven camarera Adèle Bedeau. Adèle es la camarera del local al que cada día acude Manfred y otros muchos parroquianos que no faltan a su cita diaria con el vino de frasca y los suculentos (pero repetitivos) platos típicos que prepara Marie.
Adèle parece mostrar una cara en el bistró, pero ocultar una muy distinta de puertas para afuera. Últimamente está más animada de lo normal y desea que llegue la hora de salida para encontrarse con el misterioso hombre que la espera montado sobre su moto…
El cazador y quien desea ser cazado
Por otro lado, todos saben que Manfred Baumann, taciturno y reservado director en una oficina bancaria local, siente cierta obsesión por la camarera del bistró a la que observa en la distancia sin atreverse a más. Cuando Adèle desaparece de la noche a la mañana, Manfred se convierte en uno de los sospechosos, aunque no en el principal. Sin embargo, su actitud esquiva va centrando los focos sobre él y el entrañable inspector Gorski, atormentado por un caso de asesinato que no pudo resolver hace 20 años, encuentra en Baumann un jeroglífico difícil de resolver, pero, al mismo tiempo, adictivo y magnético.
A lo largo de las páginas de esta novela, Baumann y Gorski juegan al gato y al ratón, y juntos van acercándose lentamente y casi sin pretenderlo a la verdad. Una verdad que busca pistas en el pasado lejano y cercano. Un infatigable e interesante camino de obstáculos del que tanto el cazador como el que, en cierto modo, desea ser capturado, no saldrán indemnes.
La desaparición de Adèle Bedeau: misterio y retrato psicológico
Sin embargo, en La desaparición de Adèle Bedeau, la verdad, la mentira y la imaginación se mezclan en un ovillo enredado del que será difícil escapar. Tanto es así que si tenemos que buscar dos escenarios que actúen como telón de fondo en esta novela, podríamos determinar el propio municipio de Saint-Louis, pero también la inescrutable mente de Manfred Baumann.
De hecho, la historia sucede y toma diferentes caminos que confluyen entre sí en ambos espacios, en ambos lugares: mente y realidad; imaginación y asfalto. La mente de Baumann adquiere tanto poder y protagonismo en la historia que precipitará irremediablemente los acontecimientos sin que el espacio físico, la realidad en sí misma, pueda imponerse.
¿Qué pasa si te identificas con Manfred Baumann?
La historia se centra en Mandred Baumann y no le quita la vista de encima. Durante todo el relato asistimos a los acontecimientos desde su mirada; nos vemos reflejados en el espejo en el que se mira; escuchamos en alto sus pensamientos; deambulamos por Saint-Louis sobre sus pasos y comprendemos, de alguna manera, cómo su vida tampoco es sencilla.
Vivir en su piel no resulta cómodo, no resulta fácil ser Manfred Baumann y soportar las miradas y la incomprensión de quienes le rodean. Un hombre de costumbres, de pensamientos enrevesados, de relaciones complicadas y poco fluidas que sufre por ser quien es, por ser como es sin encontrarle un remedio. Resulta incluso un tanto entrañable, aunque en otras ocasiones sientas que sería la última persona con la que te gustaría toparte en el rellano de tu escalera.
El escritor: Graeme Macrae Burnet
Graeme Macrae Burnet nació en Kilmarnock, Escocia, en 1967. La desaparición de Adèle Bedeau fue su primera novela, ahora disponible en castellano en la Editorial Impedimenta. Con esta novela debut ganó el Scottish Book Trust New Witers Award. En 2017 continuó la historia con la publicación de su secuela The Accident on the A35.
Sin embargo, fue dos años antes, con su segunda novela publicada en 2015, Un plan sangriento (también disponible en Impedimenta), cuando Macrae Burnet alcanzó sus más altas cotas de ejemplares vendidos. Un plan sangriento se ha traducido a más de 20 lenguas y quedó finalista en el Man Booker Prize en 2016. Además, pronto podremos leer en castellano su cuarta novela: Case Study (2021).
Antes de leer esta última novela, te invitamos a acercarte a este escritor con su primera obra La desaparición de Adèle Bedeau. Una excelente elección como lectura de otoño, sin duda.
Si quieres consultar más reseñas y recomendaciones literarias, visita la sección completa de Literary Club.