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‘Boys from County Hell’, original película de vampiros irlandeses

Grata sorpresa la que nos hemos llevado con Boys from County Hell en la sección Panorama Fantàstic del Sitges Film Festival. Interesante propuesta de una película de vampiros que busca diferenciarse del resto.

Su director, Chris Baugh, residente en Belfast, dirige Six Mile Hill Productions con el escritor y productor Brendan Mullin. Su primera película fue la interesante Bad Day for the Cut.

Boys from County Hell nos sitúa en Six Mile Hill, un pacífico pueblo irlandés con un interesante reclamo turístico. Existe la leyenda de que Bram Stoker obtuvo la inspiración de su famosa novela, una noche en la que se pasó por el pub del pueblo. Allí conoció una antigua historia sobre un vampiro… Una cuadrilla de trabajadores de carretera, liderados por un padre y un hijo que no disfrutan de una relación ideal, descubrirá de la peor manera posible, al antiguo vampiro irlandés, que, supuestamente, inspiró a Stoker.

© Aidan Monaghan

Boys from County Hell, el cine de vampiros aún tiene mucho que decir

En un comienzo, la cinta de Chris Baugh, nos ha recordado a otra gran película: Un hombre-lobo americano en Londres, pero solo hemos tenido que dejar pasar unos minutos para darnos cuenta de que eso era lo que, precisamente, el director quería que pensásemos. Después, la peli va por otros derroteros.

Es una comedia, pero no del tipo de comedia inglesa al que nos tienen acostumbrados obras como Zombies Party o Sightseers. Deja espacio para que también tengamos miedo.

© Aidan Monaghan

Como decía, el tipo de vampiros de Boys from County Hell difiere del tipo al que estamos acostumbrados. No son románticos, ni guapos. No se mueren con las formas típicas que conocemos. Ni tampoco se alimentan por mordiscos en el cuello o muñecas. Abhartach, (así se llama el vampiro) se alimenta de sangre, pero la consigue de una original forma. Cuando se encuentra cerca de los humanos, tiene la capacidad de extraer, por los orificios del cuerpo, la sangre de sus víctimas y ella misma se encamina hacia el cuerpo del vampiro. Una forma muy visual y efectiva, la verdad.

Boys from County Hell tiene una factura impecable, no está mal interpretada, el guion no se pierde en desvaríos, divierte y engancha. Muy recomendable. Una buena opción para verla con palomitas y evadirse de una vida mucho más aburrida que otra en que los vampiros existen y un grupo de albañiles son los encargados de enfrentarse a ellos.