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Sitges 2022: ‘Nightmare’, pesadillas con un diablo muy juguetón

Nightmare llega al Festival de Sitges desde Noruega para hablarnos del diablo que habita en nuestros sueños.

Póster de Nightmare (Marerittet).
Póster de Nightmare (Marerittet).

La directora Kjersti Helen Rasmussen nos cuenta una historia sobre el diablo que nos genera pesadillas: Mare. De ahí que pesadilla en inglés sea night-mare, en francés cauche-mar, en noruego mare-ritt o en islandés mar-tröð.

Mare es una entidad demoníaca del folclore germánico y eslavo que se suele colocar sobre el pecho el pecho de las personas mientras duermen. Él es el encargado de que las pesadillas aparezcan durante nuestro sueño.

Una película que también trabajó sobre esa idea fue la excelente y siempre recomendable, Borgman.

John Henry Fuseli - The Nightmare.
John Henry Fuseli – The Nightmare.

Nightmare: las enfermedades del sueño y el diablo

La película nos cuenta la historia de Mona y Robby una pareja de jóvenes que han conseguido una vivienda a reformar por muy buen precio. Robby tiene un buen trabajo y al comprar la vivienda cree que tener hijos sería una buena idea. Mona en cambio no lo ve tan claro. Además, lo que ninguno de los dos imagina es que la casa tenga algo que decir al respecto.

Hay un motivo para que esa vivienda tuviera tan buen precio. Allí murió una mujer embarazada. Repentinamente, Mona comienza a sufrir terrores nocturnos que se intensifican cada vez que duerme.

Sus vecinos son una pareja con un bebé con problemas de sueño. La pareja se pasa el día discutiendo y ambos guardan un terrible secreto.

Los problemas de sueño de Mona empeoran, queda embarazada y está convencida de que un ser demoníaco con la apariencia de su pareja le ataca durante el sueño y quiere poseer a su feto.

¿Será cierto o todo está provocado por sus trastornos con el sueño?

Eili Harboe es Mona en Nightmare.
Eili Harboe es Mona en Nightmare.

Nightmare: interesante pero insuficiente

Su premisa es interesante pero la película no acaba de funcionar. Acusa falta de presupuesto para lo que necesitaría su historia. Se excede en el uso de los efectos de sonido para provocar jumps scares. En algunos momentos de Nightmare el diseño sonoro es realmente molesto y exagerado.

Su reparto está simplemente correcto, pero la interpretación del “diablo” deja mucho que desear. La película es predecible y le falta riesgo. Da la sensación de la historia se ha estirado más de lo necesario.

Desde un punto de vista de perspectiva de género, volvemos a tener actrices con cuerpos normativos interpretando personajes femeninos enajenados e histéricos. Un cliché que no le hace ningún favor a la mujer.

Por el tema de la maternidad Nightmare pasa de puntillas. No se adentra ni profundiza en los temas que plantea. La propia maternidad, los trastornos del sueño o Mare, el demonio de las pesadillas, necesitaban de un desarrollo más trabajado y detallado. La película se queda en la superficie.

Nightmare.
Nightmare.

El fascinante mundo del sueño

Muchas son las películas que han tratado sobre los sueños, la última gran película sobre el tema la pudimos ver en Sitges 2020 y se llamaba Come True. Nightmare comparte muchas cosas con Come True pero no la supera en ninguno de sus departamentos.

Aún así, se nota que su directora tiene estilo propio. Hay un trabajo detrás de su narrativa y se le augura un futuro prometedor. También tengo que reconocer que hay un par de sustos de nivel y que algunas de las ideas que plantea, como el destino de la vecina de la protagonista, son muy interesantes. Estaremos atentas a sus nuevos proyectos.

Sobre la directora

Kjersti Helen Rasmussen se graduó en la Escuela de Cine de Dinamarca en 2002 y ha trabajado como guionista, consultora creativa y directora de cortometrajes. Nightmare es su primer largometraje y ha sido seleccionado en el Festival Fantástico de Austin y en la presente edición del Festival de Sitges.

Saludos furiosos.