‘Camila saldrá esta noche’: un retrato íntimo y feminista de la adolescencia
El próximo 24 de junio llega a las salas de cine Camila saldrá esta noche, la nueva película de Inés María Barrionuevo. La cineasta argentina estrena un hermoso relato de coming-of-age. La protagonista, Camila, encarna una nueva figura de joven feminista. La cual evoluciona y madura explorando nuevos caminos, pero siempre manteniendo unos valores férreos.
Camila debe mudarse de La Plata a Buenos Aires con su madre y hermana. Tras enfermar su abuela gravemente, deben ir a vivir a su casa de la capital. Esto conlleva ciertos cambios, entre ellos, el trasladarse de instituto. De una escuela secundaria pública liberal, a una institución privada conservadora y tradicional. El cambio se vuelve incluso más radical si se tienen en cuenta los ideales de Camila. Una joven feminista y de mente abierta, cuyos férreos valores se mantienen intactos ante las embestidas de un ambiente intolerante. Ante esto, la marea verde se mantiene y arrasa con todo aquello que pueda hacer romper las olas. Porque nunca fue fácil ir contracorriente. Pero mucho más complicado, e incluso imposible, resulta poner freno al oleaje.
El retrato dibujado por Inés Barrionuevo está repleto de hermosos matices de la juventud. Acompañados de una dirección de fotografía cuidada y sutil que crea una atmósfera afectiva íntima y adecuada.
El coming-of-age como género cinematográfico que no pasa de moda
Uno de los aspectos fundamentales de la construcción narrativa reside en el arco del personaje. Esa evolución personal que puede basarse en un viaje real o metafórico y la llegada a la meta. O simplemente puede consistir en una maduración o transformación del personaje. El género coming-of-age cimienta su obra cinematográfica en la evolución y maduración de un personaje, generalmente, adolescente.
Desde hace varios años, este género se ha relanzado. En un contexto neoliberal donde el aburrimiento y las cuestiones existenciales emergen a la superficie. Se encuentra la evolución adolescente como un fenómeno potencial para la creación de brillantes obras audiovisuales. Incluso en televisión, con magistrales series como Euphoria (HBO, 2019-2022) se hace una dramática y cruda radiografía de la adolescencia.
En el cine, y en la misma línea que la última se encuentran obras de arte como Libertad (Clara Roquet, 2021), They (Anahita Ghazvinizadeh, 2017) o incluso Las niñas (Pilar Palomero, 2020). Esta última galardonada cinta, muy en la línea del filme de Barrionuevo. Compartiendo el mismo escenario, en diferentes épocas y lugares: una escuela conservadora y religiosa.
Camila saldrá esta noche: un retrato íntimo y contemplativo
Una de las mayores virtudes del filme de Inés Barrionuevo reside en la narrativa visual. Todos los alegatos feministas se presentan bajo un halo casi poético. Para ello, es imprescindible el trabajo de la directora de fotografía Constanza Sandoval. La cual, además, recurre al cromatismo más preciso para cada secuencia. Donde el verde tiñe de connotaciones feministas cada fotograma. Y las tonalidades más rojas envuelven a la protagonista en una atmósfera de juventud y exploración.
Del mismo modo que hizo Diana Montenegro con El alma quiere volar (2020) o Mónica Lairrana con La cama (2018), la estancia donde residen las protagonistas tiene vida propia. Una casa que podría funcionar simplemente como escenario, pero que tiene un subtexto mayor. El cual además se potencia gracias a la iluminación perfectamente cuidada.
La calidez de los planos, además, transmite una afectividad pasmosa a la audiencia. Una experiencia kinestésica que es capaz de poner los vellos de punta con cada mirada. Porque no solo la trama está repleta de feminismo. Sino que la propia película se enfoca desde una perspectiva de género excelsa.
Este resultado habría sido imposible sin el impecable trabajo de la joven Nina Dziembrowski, la cual interpreta a la protagonista Camila. En la contención de sus pensamientos reside su mayor virtud. Una amalgama de sentimientos y emociones como la rabia o la impotencia recorren cada uno de sus poros. Sin embargo, la actriz lleva a cabo un trabajo de interpretación tan brillante, que ni siquiera es necesario que articule palabra alguna para llegar a entenderla. En cada mirada y silencio, Nina es capaz de establecer los valores de Camila de manera incontestable.
La imparable marea verde de las olas feministas
Los valores de la protagonista oscilan desde la reivindicación del derecho de las mujeres a abortar. Hasta la libertad y diversidad de orientaciones sexuales. Pasando por el reconocimiento de diferentes etnias y el imperialismo arraigado en ciertas tradiciones. Una amalgama de alegatos sociales que son perfectamente hilados por la cineasta. De forma que quedan sustentados de forma implícita y explícita, sin ser ostentosos. Con una cadencia pausada y contemplativa, todo fluye a la perfección.
Tras muchos años de lucha, en 2020 fue finalmente legalizado el aborto en Argentina. Por fin, tras años de sufrimiento y mujeres atravesando condiciones inhumanas para poder abortar, en Argentina se consiguió un objetivo esencial en la lucha por los derechos de las mujeres. El símbolo principal, un pañuelo verde. Color y objeto que funciona como eje transversal en el filme que mantiene anclada toda la película.
Una obra tan imprescindible como hermosa, pertinente para cualquier momento histórico y lugar del mundo. Donde la voz del futuro del feminismo se encarna por Camila. Sin dejar de lado su juventud y la necesidad de explorar y madurar a su ritmo. Acompañada siempre de la voz de todas aquellas personas que le rodean. De su madre y hermana. De sus amistades. Piezas imprescindibles en su proceso de su maduración. Conformando así una red de sororidad que se lanza al mar sin dudarlo, para nadar en la misma dirección que las olas del movimiento feminista.