‘Hacks’: la reivindicación del humor como herramienta feminista
La serie de HBO Hacks, llegó a la plataforma en 2021. Una comedia fresca y ligera con un subtexto feminista exquisito. Creada por Lucia Aniello, Paul W. Downs, Jen Statsky. Y protagonizada por unas sobresalientes Jean Smart y Hannah Einbinder.
La trama argumental aborda la historia de una leyenda en el mundo de la comedia, Deborah Vance. En el declive de su carrera, su representante le envía a una escritora de 25 años para que le escriba los chistes. Ava tampoco desea trabajar con ella en un principio, pero su carrera profesional pende de un hilo.
Dos mujeres cómicas, cada una desde su área, se encuentran fortuitamente en el arduo camino del espectáculo. Contra todo pronóstico, ambas tendrán que limar sus asperezas para poder sobrevivir en el mundo laboral. Así como poder labrarse un futuro (o final) próspero en un mundo de la comedia, plagado de hombres.
Los prejuicios de dos mujeres tan distintas como similares
Uno de los principales aspectos que hace avanzar la trama es la relación conflictiva entre las protagonistas. Esta idea ya fue desarrollada de forma sublime en la serie Grace and Frankie (Netflix, 2015-2022). En ella, dos mujeres aparentemente incompatibles se ven obligadas a convivir.
En el caso de Hacks se añade el atractivo de la diferencia generacional. La legendaria Deborah Vance debe afrontar el final de su carrera debido a su edad. Debiendo enfrentarse a los prejuicios edadistas que pesan el doble en los hombros de una mujer. Porque como bien dijo Susan Sontag: “Mientras los hombres maduran, las mujeres envejecen”. Por el otro lado, la joven Ava debe escribir los últimos chistes de Deborah para poder mantener su trabajo. Ambas se ven en la obligación de trabajar juntas en contra de su voluntad. A esto, se le añade el áspero carácter de Deborah. Junto al peculiar carácter de Ava. Conformando así un cóctel explosivo y divertido.
No obstante, a lo largo de los 10 capítulos de tan solo 30 minutos, se explotan ciertos aspectos en demasiadas ocasiones. A la altura del ecuador de la serie, parece que lo/as creadore/as se han quedado sin ideas. Que los gags que construyen la trama dualista basada en la relación de las protagonistas parecen reiterarse.
Aun así, es necesario reseñar el valor de la pareja construida. La cuál no habría sido posible sin las impecables interpretaciones de Jean Smart y Hannah Einbinder. A través de ellas, las diferencias generacionales contemporáneas son perfectamente señaladas. Así como corregidas a través del conocimiento de la otra persona. Desmontando los prejuicios establecidos al inicio. Los cuales siguen formando parte de los pilares de la sociedad actual.
En este sentido, uno de los mayores aciertos es la perspectiva feminista aplicada. Esta se lleva a cabo de forma excepcional, añadiendo menciones explícitas a asuntos como el acoso laboral. Especialmente en el ámbito del espectáculo y la comedia.
Hacks: El humor y las mujeres
A lo largo de la historia, el trabajo de la comedia ha estado masculinizado. Cuando se piensan en nombres de personas cómicas son nombres masculinos los que vienen a la mente. Sin embargo, en la última década ha habido una mayor tendencia a producir series que relacionan el humor y las mujeres desde una perspectiva positiva. Y es que, en muchas ocasiones las mujeres han sido motivo de risa. Pero como objeto de burla. Y no como sujeto que busca la risa de su audiencia a través de sus chistes. Con series exitosas como La maravillosa Señora Maisel (Amazon, 2017 -), se pone en valor el ingenio de las mujeres. Así como la dificultad de trabajar en un universo laboral protagonizado por hombres.
Otra de las producciones que visibilizan este rol es la magnífica Feel Good (Netflix, 2020). En este caso desde la figura de una persona no binaria. Del mismo, Good Trouble (Freeform, 2019,-) presenta una brillante intersección entre el humor, el género y la etnia a través del personaje de Alice (Sherry Cola).
En el caso de Hacks, se construye de forma exquisita la diferencia diacrónica del movimiento feminista. Particularmente en relación con las stand-up. La evolución de las distintas bromas que se estancan en el tiempo. A pesar de su anacronía respecto al progreso social. Así como la valía de la retroalimentación entre ambas generaciones. Las cuales aprenden la una de la otra, para salir más fortalecidas frente al heteropatriarcado que las oprime. Utilizando el humor como herramienta para desmantelar y reconstruir el sistema.
La bisexualidad desde la perspectiva de género adecuada
Según el informe de Glaad de 2021, la bisexualidad solo fue representada en un 10% de las películas LGBTIQ+ estrenadas. Número que se considera reducido. Este colectivo ha sido uno de los más invisibilizados respecto a diversidad de orientaciones sexuales. Sin embargo, en los últimos años ha habido un progreso respecto a su representación.
Una de las series que puso bajo el foco esta orientación fue Schitt’s Creeks (CBC, 2015-2020) a través de su personaje David Rose. Interpretado por el actor y también creador Dan Levy. Gracias a esta figura se pudo hacer más visible la bisexualidad, aunque sin el uso de la etiqueta como tal. Otras como The Bisexual (Hulu, 2018), lo incluyen como temática central.
Con la presente Hacks, se aborda la bisexualidad desde el personaje de Ava. Con naturalidad e incluso con tono –respetuoso- de humor. Aunque es nombrado para aclarar las dudas de la audiencia, es tratado con total normalidad. Sin convertirlo en el centro de atención. Ni detonante de conflictos.
En una época en la que el consumo rápido es preeminente, Hacks encaja a la perfección en el mercado. Una producción de humor ligero en formato breve. Que brinda la oportunidad a la audiencia de despejar su mente a través del humor con perspectiva de género.