‘Joyride’, de Jack Ketchum: el libro de terror que debes leer si te gustó la serie de Netflix sobre Dahmer

¿Alguna vez has pensado en matar a alguien? ¿Has tenido curiosidad de saber qué es lo que se siente al robar una vida? Espero que no, pero Wayne Lock, el protagonista de Joyride, sí. Wayne es un chico rencoroso. Apunta en una libreta a todos a los que considera que no se han portado bien con él. A todos los que merecen una buena represalia. Su libreta es algo así como un death note, pero sin demonios de por medio.

Aquí estoy, amigos y vecinos. El señor Desastre. El tipo que vive para volaros la tapa de los sesos. El tipo que os ama, que ama vuestra sangre y vuestros huesos. Es la hora de la venganza. Una jodida y sagrada buena hora que le ha llegado a todo el mundo.

Joyride, de Jack Ketchum.
Portada de Joyride, de Jack Ketchum. La Biblioteca de Carfax.
Portada de Joyride, de Jack Ketchum. La Biblioteca de Carfax.

Joyride: un viaje en coche inolvidable

En 1996 el maestro del terror Jack Ketchum, escribe Joyride. Él mismo explica que para la idea principal se basó en una de las obras de Émile Zola:

Al principio de La bestia humana, Zola coloca a un personaje en una estación de tren para que presencie a través de la ventanilla de un tren como dos personas asesinan a un hombre. El tipo siempre había querido matar a alguien él mismo, pero nunca no se había atrevido, no había llegado a atravesar esa línea, aunque sí había estado a punto de matar a su novia. Y al ver el asesinato, decide que tiene que llegar a conocer a esas personas. A partir de ahí, Zola va por un camino y yo voy por otro.

Jack Ketchum.

Ese es el germen de la descarnada y salvaje novela de Ketchum. A Wayne Lock le ocurre algo parecido, está de picnic en la montaña con su novia Susan, cuando, en la distancia, le parece ver a una pareja cometer un crimen.

Esa pareja son Carole y Lee. Desde ese momento y sin saberlo, se convertirán en los héroes de Wayne. Héroes por haber tenido las narices de hacer algo que él lleva tiempo pensado y nunca se ha atrevido a hacer, matar a alguien.

Pero eso va a cambiar, ver ese crimen le ha dado la fuerza necesaria y el impulso para hacerlo de una vez. Antes debe de conocer a Carole y Lee, sus ídolos. Quiere que le expliquen qué es lo que se siente. Quiere aprender de ellos.

Subidos en un Volvo rojo, los tres comenzarán un viaje sin rumbo en el que Wayne dará rienda suelta a sus impulsos más primarios. Descubrirá lo que es tener el poder de decidir quién vive y quién muere.

Joyride: una novela violenta, directa y terrorífica

Jack Ketchum es un escritor de terror con un estilo directo e impactante. No se anda por las ramas. Su forma de describir es precisa y extremadamente visual. Le gusta ir al grano. No dar vueltas alrededor de una idea sino sumergirte en ella. En Joyride, te monta en el Volvo rojo de Wayne. Da la sensación de que estés allí viendo cada una de las atrocidades que realiza en las diferentes paradas de ese viaje al infierno.

Ketchum tiene una forma de escribir única y reconocible. Una vez comienzas, es muy difícil abandonar su lectura. Mientras que otros autores desconectan de su trama para describirnos una puerta, un botón o una lágrima, el estilo hiper realista de Ketchum, golpea tus emociones y, de forma precisa, dibuja en tu mente todo lo que ocurre. Consigue que, desde una voz en tercera persona, tú lo veas y sientas como si fueras el auténtico protagonista de la novela.

Ese es uno de los motivos por los que Joyride da tanto miedo. Sin desearlo, sientes que no es Wayne Lock el que comete los crímenes. Eres tú mismo.

Los personajes de la novela están perfectamente definidos, no son de una sola cara. Están llenos de matices. Los motores que les hacen tomar (o no) las decisiones que hacen avanzar la historia, son tan realistas como oscuros. Ketchum nos habla y nos muestra todo aquello que no queremos mirar ni aceptar del ser humano.

Joyride: ¿un thriller policíaco?

Sí, también hay algo de eso. La novela de Jack Ketchum nos presenta a Joseph Rule, un policía que no termina de aceptar que su mujer se haya separado definitivamente de él y que va a terapia precisamente por ese motivo. En un primer momento Rule nos parece un perdedor, ¿el motivo? Es tan real como cualquiera de nosotros o nosotras, tiene defectos, taras e imperfecciones. Pero es un profesional y, quizá para evadirse y no pensar en su separación, o simplemente porque le gusta su trabajo, se toma la investigación de los diferentes cadáveres que van apareciendo a causa del sangriento viaje en coche de Wayne, muy en serio.

A todas aquellas y aquellos a los que les apasionen las historias de serial killers, duras y sin maquillaje, Joyride es su novela. No es fácil, duele, y si fuera una película, en algunos momentos apartarías la mirada. Pero si te gusta el terror y te gusta, desde la seguridad de tu hogar, sentir nervios, miedo y repulsión por la oscuridad de una sociedad que se va al traste, debes leer a Jack Ketchum. Debes leer Joyride.

Jack Ketchum.

Jack Ketchum: cuatro datos sobre su vida

Jack Ketchum (Dallas William Mayr) era un autor de terror americano. Nació en Livingstone, Nueva Jersey en 1946, y antes de dedicarse por completo a la escritura fue actor, profesor, agente literario, vendedor de madera y camarero.

En su adolescencia conoció al conocido escritor Robert Bloch, autor de Psicosis, quien fue su mentor y con quien mantuvo la amistad hasta la muerte de Bloch en 1994.

Además de novelas cortas, escribió dieciséis novelas y colecciones de relatos; ganó cuatro premios Bram Stoker y fue nominado en otras tres ocasiones. En 2011 le fue otorgado el galardón World Horror Convention Grand Master, por su destacaba contribución al género del terror.

Parte de su obra literaria se ha adaptado en cine, siendo The Woman, una de las obras que mejor se han trasladado a la pantalla.

Jack Ketchum murió de cáncer en 2018 a los 71 años.

Saludos furiosos.

Imagen de portada de Rafael Martín Coronel.