‘La furia’: el complejo camino de sanación tras una violación
La película La furia es el segundo largometraje de la directora y guionista catalana Gemma Blasco, tras su ópera prima El zoo, y Jauría, su cortometraje debut. La furia es una propuesta valiente, rotunda y creativa que se adentra sin red de seguridad en un traumático caso de violación.
Y lo hace con tanta verdad, que podría estar pasando ahora mismo en la puerta de al lado. Aunque todavía estamos en el primer trimestre del año, nos mojamos al decirte que será una de las mejores propuestas del cine español en 2025.

Ángela Cervantes derrocha talento en La furia
Protagonizada por Ángela Cervantes (La maternal, Chavalas), ganadora de la biznaga a mejor actriz ex aequo en la reciente edición del Festival de Málaga, y con Àlex Monner como partener de excepción, la película La furia es una especie de tragedia griega traída hasta nuestros días con Medea, una de las tragedias más cuestionadas y menos comprendidas, como hilo conductor del proceso de sanación de la protagonista.
En La furia, contemplamos desde, algunas veces, incómoda primera fila, cómo Alexandra (Ángela Cervantes), una chica fuerte, divertida, extrovertida y familiar, sufre una violenta agresión sexual durante una fiesta de Nochevieja en casa de una de sus mejores amigas.

Una fiesta como cualquier otra
En la fiesta de fin de año, la mayoría de la gente es conocida, de su entorno más cercano de amigas y amigos. Todo va bien, la fiesta está animada y parece que el año va a terminar por todo lo alto…
Sin embargo, en un momento de la fiesta en el que Álex se aleja un poco del tumulto, alguien aparece de la nada y la introduce a la fuerza en una habitación vacía. A oscuras y sin posibilidad de que pueda reconocerle, la viola ejerciendo una gran violencia. Ella, en ningún momento puede moverse, ni verle la cara, tampoco reconocer ningún otro rasgo de esa persona. Ahora, todos son sospechosos.
La furia: el camino de sanación
A partir de ese momento, Álex trata de comprender lo qué le ha pasado, después de una noche cargada de drogas y alcohol en la que muchos momentos aparecen borrosos en su mente.
El silencio se apodera de ella. Un vacío enorme, un abismo eterno la inunda. Y a pesar de contar con un rico entorno familiar (su hermano es prácticamente una extensión suya), una muy buena y constante relación con la madre, con quien convive, y también con la familia materna, el silencio parece ser, por el momento, su único aliado.
Álex decide no verbalizar lo que le ha sucedido. Tiempo después, una vez el trauma ha arrasado con la relación con su pareja y todo en su vida parece tambalearse, encuentra su refugio en el teatro. Interpretando a la incomprendida Medea, haya el lugar en el que guarecerse para sanar las heridas, pero también para desatar toda su furia.

La furia: una excelente película de Gemma Blasco
La furia de Gemma Blasco no solo aborda un tema con compromiso social del que es necesario abrir la conversación, también es una joya fílmica con unas interpretaciones magistrales. Ángela Cervantes está tremendísima en su papel de Alexandra, aportando al personaje cientos de matices. Por su parte, Àlex Monner es otra bestia parda de la interpretación; siempre es un regalo verle actuar, y la dupla con Cervantes es de traca final de las Fallas. Vaya dos.
Además, La furia está rodada con maestría, muestra lo que tiene que mostrar en el momento preciso; lo que entra dentro del plano y lo que no, está más que pensado. La directora logra mantener un ritmo frenético durante todo el largometraje y consigue que la historia te llegue hasta el tuétano.
La belleza rara que engancha
Personajes de múltiples caras, muy bien construidos, y un guion perfectamente hilado completan un cóctel de éxito que te dejará muy buen sabor de boca. Hay escenas difíciles de olvidar por su crudeza, pero también y, especialmente, por una belleza rara que engancha.
Estas furiosas no podían dejar de asomarse a la nueva obra de Gemma Blasco y podemos decir que el viaje ha sido más que satisfactorio. No dejes de ver esta película que es una auténtica joya del cine español reciente. Este viernes 28 de marzo llega a los cines.

La furia: agresiones sexuales en el entorno de la víctima
En cuanto a las agresiones sexuales cometidas por el entorno más cercano de las víctimas, según datos del Ministerio del Interior, en más del 80% de las agresiones sexuales denunciadas en España, el agresor pertenece al entorno más directo de la víctima: familiares, amigos, parejas o conocidos.
Esta realidad desmiente el mito del desconocido como principal agresor y subraya la necesidad de reforzar la prevención y la detección también en los que, a priori, son espacios de confianza, donde consideramos que estamos seguras. Además, los expertos señalan que este vínculo de cercanía suele dificultar la denuncia y agrava las secuelas psicológicas en las víctimas.
Saludos furiosos.