Entrevista a Lila Avilés, directora de ‘Tótem’: “Tenemos que regresar a la emoción, volver a sentirnos vivos”
Tótem es una de esas películas que se te agarra en las tripas y en el alma. Sus personajes son tan cercanos, adorables e imperfectos que sentirás haber pasado toda una vida con ellos al terminar la película. Hasta es posible que los eches un rato de menos. La directora mexicana Lila Avilés es la encargada de dar vida a todo este universo fílmico que te atrapará desde la primera secuencia. Delicado y elegante, pero arrollador al mismo tiempo.
Premio del Jurado Ecuménico en la 73º edición, Tótem ha tenido una gran acogida por parte del público y la crítica especializada en el Festival de San Sebastián, donde participó en la sección Horizontes Latinos. Charlamos con Lila Avilés para que nos cuente un poco más de una de las últimas joyas de orfebrería cinematográfica que hemos tenido la suerte de disfrutar. Te animamos a no perderte la peli que llegará a las salas españolas el 1 de marzo.
Hablamos con Lila Avilés
– ¿Cuánto hay de tu vida en tótem?
Es una historia muy personal. Verás, mi hija perdió a su padre cuando era chiquita, pero realmente la historia de Tótem es muy diferente; de hecho, la historia cambió muchísimo a lo largo de todo el proceso creativo… cambias la historia, inventas, juegas, ríes… Pero podríamos decir que la historia tiene su germen en una historia muy personal.
Hay varios códigos en la película que solo identificamos aquellos que los conocemos (risas)… Esas son las cosas lindas de esta peli. Yo, por ejemplo, vengo de una familia que es un matriarcado, fui mamá siendo jovencita, y al final son estos vínculos entre las dos chiquitas los que obviamente me resuenan, y, también, como no, la pérdida.
– Por lo que nos cuentas, ¿es por estos motivos por los que le dedicas la película a tu hija?
Sí, digamos que la hice en buen momento. Ahora mismo ella ya es adolescente total, así que creo que la hice en el momento justo para que no se le olvide (risas), que a veces se nos olvida todo.
– ¿Por qué decidiste contar esta historia desde los ojos de una niña? ¿Por qué escogiste esa mirada?
Pues tomando esta dichosa frase, tan sencilla y mágica, de “infancia es destino”. Creo que en la película hay una mirada, más allá de la historia, que, cada uno, desde su propio recorrido, tiene esos primeros siete u ocho años que te forjan y te marcan muy ferozmente. Nos pasa mucho ahora, ¿verdad? Parece que a la infancia ya nadie la quiere, en un restaurante o cualquier otro lugar, molestan, que nacen y se les da el iPad (risas).
Obviamente vivimos en un mundo lleno de ese estrés del día a día, de tener muchas tareas, y la vida requiere de sus propios sacrificios. Pero, lo que pienso que es muy lindo, es regresar a esa parte más bonita y básica de la vida cotidiana que, yo, personalmente, atesoro mucho.
Mi hija siempre me dio la oportunidad de jugar y de regresar a la vida real, a lo que importa y se nos olvida todo el tiempo. Por eso creo que es de suma importancia regresar a esa mirada, porque una no aprende a ser adulta, es como que crecemos y ya somos (risas), y das por hecho que lo sabes todo, pero también los adultos nos equivocamos.
Si tu eres es chiquita y no te están dando respuestas, tiene que generarse esa parte crítica, de estar despierta y de gestar curiosidad, ¿no?
– Me gusta mucho que hayas contado esta historia desde la mirada de Sol y también que muestres una infancia en la época actual, pero completamente desconectada de la tecnología. ¿Qué relación existe entre la naturaleza y la historia que nos quieres contar?
Con Tótem me interesaba generar ese vínculo no solo con la familia, si no también con los animales y con las plantas, en definitiva, con la vida misma. Vivimos encerrados en nuestros micro universos, en lo que creemos que es la vida; incluso esta conciencia colectiva nos marca lo que es importante y lo que no, pero lo que es muy lindo es la percepción particular.
Algunos pueden pensar que lo mejor que nos puede pasar en la vida es la tecnología, pero a lo mejor lo más valioso que tenemos es la vida misma. Pienso que es en esos momentos que son tan frágiles, que tendemos a atesorarlos y cuidarlos. Hay algo en la muerte, en esa conciencia de la fragilidad, es cuando te vuelves más fuerte. Son como siempre esos polos opuestos que te dan cierto sentido de pertenencia y te muestran, de alguna manera, que no estamos solos. Momentos que son de comunión y también de humildad. Algo así como que ante la muerte todo el mundo se rinde.
Pero, también me gustaría destacar que es una película divertida. A veces tenemos ese prejuicio de que la vida es tan terrible ya que no quiero ir al cine… A mi en general me gusta reírme mucho y creo que eso también es lo bonito de la peli, que te puedes reír mucho. Tenemos que regresar a esa emocionalidad, a volver a sentirnos vivos.
– ¿Has contado con actores profesionales o naturales?
La mitad son actores profesionales y la otra mitad no. Y siento que es el mejor combo posible. Hay actrices de teatro, también de cine, pero otros actores no lo son, tienen otras profesiones. Me parece la mejor combinación.
– ¿Y en cuanto al guion? Entiendo que fue más abierto y cabía la improvisación, ¿o no?
Hay un guion que está vivo. Cuando estoy en producción me gusta jugar mucho. De pronto podemos mantenernos muy al margen del guion; en otras ocasiones lo dejo vivir, y así voy en ese juego de ir y venir; creo que también me ayuda…
– ¿Cuáles podríamos decir que son los referentes de Tótem?
Como filmé durante el Covid y no había mucho que hacer en muchos momentos, fue muy bello que leí como loca. Por ejemplo, leí mucho sobre la historia de México, lo que también creo que se filtró en la película. Hay varias vertientes que se zambulleron en la película a través de la lectura.
Foto de portada de Lila Avilés. Limerencia Films.