· ·

Entrevista a Mónica Regueiro: Emprendedora de sueños

Mónica Regueiro es una de esas personas fuertes y valientes que no le temen a nada. Que no dudan ni titubean si tienen que luchar por algo en lo que creen.

Desde muy joven y en su tierra, Galicia, se lanzó a la interpretación. Cuando aterrizó en Madrid con la idea de cumplir sus sueños, no lo dudó, su formación no le iba a impedir trabajar en lo que a ella más le gustaba, el teatro, el cine y la televisión.

Soñó tan fuerte que ella misma comenzó a gestionar el hacer realidad sus sueños. Fundó la productora, Producciones OFF.

De allí surgieron proyectos tan interesantes como Llueven vacas, Recortes, Los miércoles no existen o la actualmente en gira, Principiantes.

Principiantes además de ser su último sueño realizado, es una obra de teatro basada en un texto de Raymond Carver adaptado por Juan Cavestany, que además de producir, protagoniza junto a Javier Gutiérrez, Vicky Luengo y Dani Pérez bajo la dirección del maestro Andrés Lima.

Hablamos con Mónica Regueiro

– Hola, Mónica, ¿dónde estudiaste?

Soy gallega, así que estudié interpretación en Galicia, en la ESADG y también me apuntaba a todos los cursos que venían de gente de fuera. Desde el teatro físico de Gabriel Molina, hasta el teatro de texto de Ángel Ruiz.

Después continué mi formación en Madrid en la Escuela de Sandra Toral y realizando diferentes cursos con dires de cásting, Andrés Lima, Eva Lesmes… Todo eso lo compatibilizaba con algunos trabajos. Bueno en Galicia también lo compatibilicé con el grupo de teatro organizado por el Festival de teatro alternativo de Vigo, pero en Madrid fue donde compatibilicé de verdad vida laboral y formación.

– ¿Cómo fue trabajar con tu pareja en Diarios de la cuarentena?

Ya habíamos trabajado juntos en teatro, en Todas las mujeres, dirigida por Daniel Veronese, pero no fue tan intenso como Diarios de la cuarentena.

Cartel de la obra Todas las mujeres.

Trabajar con Fele fue genial. Está mal que yo lo diga, pero es muy fácil trabajar con él, siempre está a favor y crea muy buen ambiente. A nivel técnico si no llega a ser por Fele yo no podría haber hecho ni la mitad (risas).

En la serie, al hecho de trabajar juntos le teníamos que sumar que estábamos confinados, que estábamos en una casa que no era la nuestra, ya que nos pilló el confinamiento en la transición a una nueva vivienda y esa nos la habían dejado unos amigos que estaban en Los Ángeles. Nos la dejaron para 20 días y al final estuvimos tres meses, suerte que estaban fuera de España (risas). Todo eso sumado a que tenemos un peque que cuidar…

Hace no tanto me presenté a un cásting y la directora de cásting me preguntó que qué hacia allí si tenía un hijo. Seguramente a mi pareja no le plantearían eso.

Mónica Regueiro

Nos llegaban los guiones, teníamos que estudiarlos, rodarlos y a la semana siguiente ya se estaban emitiendo. Fue una experiencia intensa pero muy bonita.

Nos sentimos muy agradecidos de estar trabajando en ese momento. Fue la primera serie que se hizo durante el confinamiento. Si me dicen antes que en momentos así yo iba a teletrabajar como actriz, no me lo habría creído.

– ¿De dónde surge la idea de pasarte a la producción teatral?

Te cuento, cuando vine a Madrid y mientras me estaba formando, hubo un tiempo en que me incliné por la gestión cultural. Recalé en el Teatro Lara y allí pasé de trabajar en la taquilla a producción, a llevar la programación y la gerencia del teatro. Fue muy rápido y una experiencia preciosa. Una etapa muy bonita que me permitió conocer a mucha gente que después ha estado en mi vida profesional.

Ahí se me activaron las ganas de crear proyectos propios. Me atrajo toda la parte creativa de la producción. Poder llevar a cabo proyectos en los que creía y que me apetecían ver como espectadora.

Mónica Regueiro. Foto: Ana Mánez
Mónica Regueiro. Foto: Ana Mánez

– ¿Cómo se produce una obra de teatro?

Lo primero es tener ganas y un proyecto en el que crees. Después hay que tener la parte financiera muy bien atada, un business plan y saber manejar toda la parte administrativa y de gestión.

Después hay que levantar ese proyecto a nivel artístico. Decidir el texto, el equipo, quién va a ser el director, los actores, qué sala es la más apropiada… Muy importante ver cuál puede ser su desarrollo luego. Eso puede ser la clave de que sea un éxito o no, aunque como todos sabemos, no hay una fórmula matemática exacta.

Para mí la fórmula es hacer proyectos en los que creo y por los que me apetece pelearme.

– ¿La obra en la que actualmente trabajas, Principiantes, sería un ejemplo?

Así es. Los comienzos de Principiantes fueron complicados. Nos fue difícil conseguir los derechos de autor ya que estaban en una agencia de esas gigantes y conseguir que las fechas del equipo que tú quieres cuadren tampoco fue sencillo. Imagínate, Cavestany, Lima o Javi Gutiérrez, son gente que trabaja mucho (risas).

– ¿Cómo conseguiste esos nombres para Principiantes?

Siendo muy pesada, siendo un coñazo de señora (risas). Tenía muy claro que la adaptación del libro de relatos de Raymond Carver la tenía que hacer Juan Cavestany, por gustarle el estilo, amar la obra de Carver y por su capacidad para adaptar una obra tan difícil de adaptar. Él decía que tenía mucho trabajo y que no sabía si iba a poder, pero estuvimos trabajando pico y pala para cuadrar las agendas y lo conseguimos.

Con Javi igual, un tipo que no para, que hace de todo, cine, teatro y televisión. Convencerle para meterlo en una gira, porque si no se hace gira, con el poco tiempo en el que se programan las obras en Madrid, es imposible de amortizar, también fue complicado. Él también vio claro que Andrés Lima sería el director adecuado. Así fue como fuimos sumando ladrillos para hacer la casa.

Mónica Regueiro, Javier Gutiérrez, Andrés Lima, Dani Pérez y Vicky Luengo. Foto de Sergio Parra.
Mónica Regueiro, Javier Gutiérrez, Andrés Lima, Dani Pérez y Vicky Luengo. Foto de Sergio Parra.

– Terri, tu personaje en la obra, ¿te lo otorgaste tú o te lo dio Andrés?

Fue algo muy curioso, porque yo conocía a Andrés Lima de un taller que hice con él hacía muchos años, pero él por mucho que diga no se acordaba de mí (risas). En el taller me dijo cosas maravillosas y me piropeó muchísimo pero ya no se acordaba. Como te conté, me incliné más por la gestión que por la interpretación y al final era eso por lo que más me conocían. Él me decía, “te conozco como productora, ¡pero también eres actriz!” (risas). Así que me tuve que ganar a pulso el papel.

Después del estreno me decía que lo perdonara (risas). Hay una cosa fundamental y es que un actor lo último que quiere es imponerse a un director, eso sería empezar muy mal. Si Andrés hubiera visto que no encajaba en papel o que no pudiera hacerlo, por supuestísimo que habría sido otra actriz.

Se escriben personajes de más de 30 o 40 y las actrices que los interpretan están una década por debajo.

Mónica Regueiro

– ¿Qué tal es trabajar con el reparto de Principiantes?

Una maravilla. Suena a tópico, pero para mí fueron los compañeros soñados. Es el reparto que yo quería y fue estupendo conseguirlo.

El proceso de ensayos ya fue genial, trabajar con Andrés fue maravilloso. Sabe sacar lo mejor de cada uno para conseguir lo máximo de su interpretación. A Andrés le encanta trabajar con actores y se nota.

Nosotros desde el principio tuvimos muy buena química, además, en la gira acabas compartiendo muchas vivencias y eso se acaba notando en el escenario.

– ¿Qué compañero es el que te ha sorprendido más?

¿Quién me ha sorprendido más? Con Vicky Luengo tenía muchas ganas de trabajar. Todo esto fue antes del boom de Antidisturbios, la había visto en Barcelona nit d’estiu y me llamó mucho la atención, la vi super natural.

A Dani Pérez lo conocía por su trabajo y las últimas obras de teatro que había hecho. Tenía un perfil genial para esta obra. Me apetecía mucho trabajar con los dos.

A Javier Gutiérrez ya lo conocía personalmente y no me ha sorprendido (risas). Él es de esos actores que te sorprenden cada día de lo buenos que son.

Javier Gutiérrez y Mónica Regueiro en Principiantes.
Javier Gutiérrez y Mónica Regueiro en Principiantes.

Principiantes es una obra que intenta dar significado al amor. Para ti, ¿qué es el amor?

Es una pregunta mucho más compleja de lo que parece en un principio. Hay muchas formas de amar. En la obra no se dan sentencias sobre el significado del amor.

Me acabo identificando con lo que opina mi personaje en la obra. Terri tiene una visión del amor que quizá no se entienda como una buena forma de amar, pero ¿Quiénes somos los demás para juzgar qué es el amor para el resto? ¿Cuál es la forma correcta e incorrecta? Prejuzgar es muy peligroso y cada vez lo hacemos con más frecuencia.

El amor tiene tantas dobleces, tantas caras… El amor es libertad. Libertad y confianza.

– Como mujer, ¿crees que te ha sido más fácil o difícil trabajar como actriz en un gremio como este?

Creo que prácticamente cualquier mujer (y las occidentales blancas somos unas privilegiadas) lo tiene más difícil. Es una realidad. Es así.

Te daré algunos ejemplos: por ser mujer, tener un cargo de responsabilidad en un teatro y, en algunos momentos, parecer más joven de lo que soy, si estaba con un compañero hombre, no se iban a dirigir a mí. O expresiones tipo, “la guapa” que no se les ocurría decirle a un compañero que me podía acompañar. O que me tomasen más o menos en serio.

Como actriz, imagínate. La presión física que tenemos las mujeres a partir de los 30 es muchísimo mayor que la de cualquier hombre. Hace no tanto me presenté a un cásting, y la directora de cásting me preguntó que qué hacia allí si tenía un hijo. Seguramente a mi pareja no le plantearían eso. Una señora que era madre también.

Deseo y creo que esto cambiará, pero será algo lento y trabajoso. Se necesita mucha educación, trabajo y mujeres en trabajos de responsabilidad. Ya no es que no hayan papeles interesantes para mujeres de más de 30, se escriben personajes de más de 30 o 40 y las actrices que los interpretan están una década por debajo. Porque el director de la cadena, productora más potente o plataforma es un señor que decide que eso sea así. En su gran mayoría, en un 93% de los casos, son hombres.

– ¿Cuáles son tus sueños en la interpretación?

Me gustaría trabajar con directores a los que admiro como, por ejemplo: Julio Medem. Él es mi referente, mi tesis de fin de carrera fue sobre su filmografía y creo que es un director que cambió muchas cosas en el cine español. Siento que no está lo suficientemente valorado en España. De joven me imprimí una camiseta que ponía: “Julio Medem es Dios” (risas).

Hay muchas directoras y directores jóvenes con los que me gustaría trabajar. Creo que es un buen momento para el talento joven. Las plataformas están ávidas de contenido y eso abre una puerta muy interesante a los jóvenes.

También me encantaría trabajar con Isabel Coixet y Gracia Querejeta.

Cuestionario furioso Mónica Regueiro

Película favorita: Tierra de Julio Medem.

Serie favorita: Euphoria de HBO y I May Destroy You de BBC One y HBO.

Libro favorito: La insoportable levedad del ser de Milan Kundera.

Cómic favorito: Persépolis de Marjane Satrapi.

Cantante, grupo o músico favorito: Los Rolling Stones y Silvio Rodríguez.

Artista plástico favorito: Alexander Calder y Mark Rothko.

Miedo tecnológico: Que se me borre la agenda del móvil. Que se borren los discos duros, las nubes o cualquier cosa tecnológica.