‘Señoras victorianas: fantasmas’, una antologia imprescindible para las amantes del terror gótico

Hoy sale a la venta, Señoras victorianas: fantasmas, el primer libro ilustrado de La biblioteca de Carfax. Se trata de una excelente antología de seis relatos de fantasmas de autoras victorianas que cuenta con ilustraciones de su portadista habitual, el genial, Rafael Martín Coronel.

Las ilustraciones fueron creadas mediante técnica mixta analógica/digital: unos dibujos son a lápiz Blackwing-MATE sobre papel Arches de acuarela grano fino prensado en frio de 220g y otros, a lápiz rojo Col-erase 20066 Scoffet Red sobre papel cebolla de 80g.v

Portada de Señoras victorias: fantasmas, de La biblioteca de Carfax.
Portada de Señoras victorianas: fantasmas, de La biblioteca de Carfax.

Conoce los relatos de Señoras victorianas: fantasmas

El relato de mi amiga, de Catherine Crowe

Una mujer le cuenta a su amiga la vez que se encontró cara a cara con el fantasma de una joven con una triste historia.

Catherine Crowe. Señoras victorianas: fantasmas.
Catherine Crowe. Señoras victorianas: fantasmas.

Catherine Ann Stevens, más conocida como Catherine Crowe fue una novelista inglesa, escritora de historias socia­les y sobrenaturales, además de dramaturga. Nació en 1803 en Inglaterra; se casó joven y tuvo un hijo, pero el ma­trimonio no funcionaba y, gracias a la ayuda de algunos amigos, consiguió separarse de su marido.

Como novelista, su obra más conocida es Las aventuras de Susan Hopley. Sus novelas eran sensacionalistas, pero en ellas reflexionaba sobre los valores de la sociedad victoriana y la posición de la mujer. Con el tiempo se interesó cada vez más por los temas sobrenaturales. Su colección The Night-side of Nature (1848) se convirtió en su obra más reconocida; fue traducida al alemán y al francés (se dice que influyó en Charles Baudelaire).

El frío abrazo, de Mary Elizabeth Braddon

Un joven artista alemán se enamora de su prima y ambos se prome­ten amor eterno. Pero cuando él se embarca en un viaje por Europa y a ella la prometen en matrimonio, el artista se olvida de ella. Sin embargo, la joven encontrará su camino de vuelta a él, incluso después de la muerte.

Mary Elizabeth Braddon. Señoras victorias: fantasmas.
Mary Elizabeth Braddon. Señoras victorianas: fantasmas.

Mary Elizabeth Braddon nació en Londres en 1835. Creció en un hogar monoparental que la obligó a buscar empleo en cuanto obtuvo la mayoría de edad. Primero actriz y después escritora, Mary Elizabeth Braddon fue una mujer que, con su prosa y su vida, escandalizó y removió los encorsetados cimientos de la sociedad victoriana. Es­cribió casi noventa novelas, más de ciento cincuenta relatos cortos, nueve obras de teatro y una colección de poesía. Fundó su propia revista literaria en la que reflejó el impulso de su público, mayoritariamente femenino, por una sociedad igualitaria.

En la oscuridad, de Mary E. Penn

Un viudo y su hija se mudan a una mansión para pasar el verano. Una noche la joven oye un fantasma en el armario de su habitación y, aterrada, se lo cuenta a su padre, quien más adelante descubre que un niño murió en esa casa en sospechosas circunstancias.

Señoras victorianas: fantasmas.
Señoras victorianas: fantasmas.

Muy poco se conoce sobre la vida de esta autora, apenas que su nombre fue Mary Elizabeth Penn, y aún se cree que pueda tratarse de un seudónimo, y las fechas durante las que escribió de forma regular para The Argosy, una famosa revista, entre las décadas de 1870 y 1890. La primera vez que aparece un relato firmado con su nombre propio fue en 1878. Sus relatos son de temática sobrenatural y muy atmosféricos.

El romance del tío Abraham, de Edith Nesbit

Una joven de dieciocho años escucha a su tío contarle una peculiar historia sobre su único amor, una extraña joven con la que solía hablar en el camposanto de una iglesia.

Edith Nesbit. Señoras victorias: fantasmas.
Edith Nesbit. Señoras victorianas: fantasmas.

Edith Nesbit nació en Londres en 1858. Su padre murió cuando era muy joven y su madre, a pesar de la falta de di­nero, fue capaz de darle una educación, primero en Inglaterra y luego en Francia. Se la conoce principalmente por sus relatos para niños, pero sus historias de fantasmas quedaron relegadas al olvido. Era una mujer fuerte e independiente que escribía para mantener a su familia. Junto a su marido fundó la Sociedad Fabiana en 1880, un grupo socialista que atrajo a nombres como George Bernard Shaw o Eleanor Marx.

Cómo se marchó del hotel, de Louisa Baldwin

Un soldado veterano trabaja como encargado del ascensor en un hotel. Una noche, un huésped entra en el ascensor a una hora que no es la habitual para la sorpresa del empleado. Lo lleva al piso inferior solo para descubrir la terrible realidad minutos más tarde.

Louise Baldwin por Edward Poynter. Señoras victorianas: fantasmas.
Louise Baldwin por Edward Poynter. Señoras victorianas: fantasmas.

Louisa Baldwin fue una escritora inglesa con ascendencia escocesa nacida en 1845. No fue una autora muy prolífi­ca; escribió novelas como A Martyr to Mammon (1886) o The Story of a Marriage (1889) así como libros para niños y poesía. No obstante, ninguna de sus obras tuvo la suerte de ser bien acogida o exitosa.

Su interés por lo sobrenatural parece que le llegó desde niña, pues se dice que intentó contactar con sus hermanas muertas en sesiones de espiritismo. Su primera obra con esta temática fue The Weird of the Walfords, que apareció en 1889.

El cuadro en la pared, de Katharine Tynan

Geoffrey Annesley desea fervientemente casarse con Millicent Gray, pero ella es reacia. En una visita a la mansión de la familia Grey, Geoffrey descubre la existencia de un aterrador cuadro que puede contener la clave de la reticencia de Millicent.

Katharine Tynan. Señoras victorianas: fantasmas.
Katharine Tynan. Señoras victorianas: fantasmas.

Katharine Tynan fue una autora irlandesa nacida en Dublín en 1857. Comenzó a escribir desde muy joven; llegó a es­cribir más de cien novelas, doce colecciones de relatos, obras de teatro y más de una docena de antologías poéticas. Se casó con un abogado y tuvo varios hijos. Participó en el renacimiento literario irlandés. Fue amiga por correspondencia de William Butler Yeats y Francis Ledwidge.