Sitges 2022: ‘Summer Scars’ (‘Nos cérémonies’), hermanos hasta la muerte
Fascinante debut el de Simon Rieth, Summer Scars es una auténtica joya. Su película es una personal historia sobre dos hermanos a los que siempre les gustó jugar arriesgando su vida. Y claro, quien juega con fuego…
Simon Rieth es un joven director con una fuerte personalidad, su forma de mover la cámara es muy particular. Nos encontramos ante un autor con las ideas muy claras. Un director seguro de sí mismo, o al menos lo parece, ya que las decisiones de Summer Scars están muy bien tomadas, son arriesgadas y su ejecución no ha sido nada improvisada.
La pareja de hermanos protagonistas es uno de los grandes aciertos de la película. Raymond y Simon Baur, también son hermanos y son perfectos para los personajes protagonistas de Summer Scars. Es su primera película, pero no interpretan a sus personajes, son los personajes. Su trabajo es impecable y su imagen en pantalla es magnética.
Los jóvenes actores que interpretan a los hermanos cuando eran niños, también son maravillosos.
Summer Scars: Los veranos de Tony y Noé
Tony y Noé son dos germanos que desde niños se pasan los veranos jugando a un tipo de juegos bastante peligrosos. Ambos son muy competitivos, así que, para ganar en esos juegos, muchas veces podían jugarse la vida. Y vaya si se la jugaron. Un día el hermano mayor sufre un accidente que les cambiará completamente la vida. Ocurrió algo que los unió aún más, haciéndolos inseparables.
Sus padres eran una pareja desavenida que discutían si parar, quizá por ese motivo, la relación entre amos era tan estrecha. Un día su madre decidió abandonar al padre y se llevo de ahí a sus hijos. Al irse con su madre, el hermano mayor dejaba a Cassandra (Maïra Villena), su primer amor, atrás.
Tuvieron que pasar diez años para que ellos volvieran a su pueblo. Una vez allí, visitarán su antiguo hogar y se reencuentran con Cassandra. Lo que ella no sabe, es que los dos hermanos albergan un terrible y doloroso secreto.
Summer Scars es una película en la que el realismo y la fantasía se dan la mano. Una película sobre la fidelidad, sobre la juventud, sobre la familia y sobre la muerte. Sobre todo, sobre la muerte.
Porque, ¿qué ocurriría si volvieras a la vida después de muerto? ¿Cuántas vidas podrías vivir si cada vez que murieras volvieras a la vida?
Simon Rieth y su paseo por la muerte
El director Simon Rieth, juega con la muerte y con las diferentes formas de morir. En el caluroso verano de Summer Scars, los hermanos Tony y Noé y sus amigas, nos mostrarán qué tan cerca está la juventud y su osadía de la muerte. Nos hablarán de la fragilidad de la fidelidad en ese momento de la vida, de los reencuentros, de las mentiras y del amor.
Nos daremos cuenta de que la gente cambia y de que el amor también puede hacerlo. Se pondrá a prueba el amor fraternal y se enumerarán todas las vidas que se pueden vivir en una.
Summer Scars es una genialidad que no deja indiferente. Está cargada de buenas ideas, imágenes potentísimas, originalidad, una narrativa visual personal que nos puede recordar a las de Sean Baker o Harmony Korine. Sus imágenes son cálidas, cargadas de primeros y primerísimos planos y mucha belleza.
Al final de la película se nos planteará un valiente debate que nos hará salir del cine modificados, mínimamente dañados y algo anestesiados.
Summer Scars es una de esas películas por las que vale la pena ir al cine. Una de esas películas del Festival de Sitges que le dan sentido al festival y junto a Tropique, una preciosa película sobre el amor entre hermanos.
Saludos furiosos.