‘Zothique’: la obra oscura y decadente de Clark Ashton Smith

Las historias de Ashton Smith van más hacia géneros como la fantasía oscura y la ciencia ficción e incluso, es posible que haya creado una categoría nueva y no muy prolífica como la denominada Dying Earth (Tierra moribunda), en donde algunos expertos dicen que pertenece su colección de cuentos Zothique.

Publicada originalmente en 1970 por la legendaria Ballantine Books, esta obra cuenta con una edición definitiva y muy completa en nuestro idioma a cargo de Aurora Dorada Ediciones. El libro de tapa dura es “la única edición en español de Zothique autorizada y aprobada por los herederos de Clark Ashton Smith, incorporando varios textos que forman parte del ciclo inéditos en español hasta ahora”.

La presente edición contiene 25 textos entre cuentos, poemas y un guion teatral, además de una introducción de Ronald S. Hilger y un mapa diseñado por Tim Kirk.

Portada del libro, Zothique, el ciclo final.
Portada del libro, Zothique, el ciclo final.

Ashton Smith: Más allá de Lovecraft

El nombre de Clark Ashton Smith (1893–1961) es conocido por muchos debido a su amistad con H. P. Lovecraft (1890–1937), a la extensa correspondencia entre ambos y por haber escrito algunos relatos enmarcados en los Mitos de Cthulhu. Bautizado como Klarkash-Ton en el Círculo de Lovecraft y mencionado en algún cuento de esa manera, Ashton Smith fue mucho más allá de ser un simple acólito pregonando con pasión un evangelio oscuro o un fan acérrimo que imitara el estilo de su maestro.

Su narrativa, aunque tiene deidades terribles que duermen en templos que han sido testigo de atrocidades innombrables y que aguardan una oportunidad para resurgir, se adentra en temas como el deseo, los celos, la satisfacción de las pasiones más bajas e intensas y la decadencia de la carne; asuntos que el príncipe oscuro de Providence rara vez tocó.

El autor concibió Zothique como “un gran continente que reaparece bajo un sol rojo y moribundo durante los últimos días de la humanidad. Esta tierra tiene una atmósfera decadente y mórbida, en la que la ciencia y la tecnología han sido reemplazadas por el resurgimiento de la magia, la hechicería y la nigromancia, mientras que las ruinas que se desmoronan en las ciudades abandonadas son todo lo que queda entre grandes tramos de desiertos deshabitados. Los dioses antiguos también han regresado estos últimos días para sustituir las religiones más modernas”, señala Hilger en la introducción.

Los títulos de los cuentos ya dejan entrever lo ominoso que aguarda más adelante: El imperio de los nigromantes, El tejedor de la tumba, El dios carroñero, El ídolo oscuro”, La semilla de la tumba y La isla de los torturadores, entre otros.

Ashton Smith entendía, como Lovecraft, la importancia de trabajar la atmósfera para anclar la narración en un terreno emocional y sensitivo que lograra fijarse de manera más intensa en la imaginación. En los cuentos abundan los reyes, hechiceros y nigromantes infames y despiadados que solo buscan satisfacer sus más bajos instintos y deseos sin importar lo que cueste o a quien tengan que destruir y en donde ni los límites de la muerte son respetados.

Clark Ashton Smith.
Clark Ashton Smith.

Zothique: historias que se hunden en la carne y la nigromancia

En La muerte de Ilalotha, los asistentes a las fiestas y orgías desenfrenadas por las exequias de la dama de honor de la reina Xantlicha, en la antigua Tasuun, advierten pronto que la belleza de la mujer aumenta al yacer en el ataúd, ante lo cual muchos dicen que “parecía estar esperando el beso de un amante más que el del gusano”. Los festejos terminan de forma impactante cuando su último amante descubre el tipo de nueva vida que surge en la mujer.

En Nigromancia en Naat, la búsqueda desesperada del príncipe Yadar de su prometida Dalili, raptada por traficantes de esclavos, lo lleva a la temida y maligna isla de Naat, poblada por nigromantes y los muertos que controlan con su magia.

En El dios carroñero (quizá uno de los mejores cuentos de toda la obra de Ashton Smith), una pareja de viajeros tiene un problema a su paso por Zul-Bha-Sair, cuando la mujer, que padece una extraña enfermedad que la hace yacer desvanecida por varios días, es declarada muerta por el médico del lugar sin importarle las explicaciones del hombre. ¿El problema? En el lugar impera una ley que dice que todos los muertos, sin excepción, deben ser consagrados al dios Mordiggian y llevados a su templo para servirle de alimento.

En El ídolo oscuro, un mendigo trama una venganza durante años contra el rey que lo pisoteó y humilló cuando era solo un niño buscando unas monedas.

En La isla de los torturadores, La Muerte Plateada, un virus mortífero que al parecer desciende de las estrellas, siembra la devastación en Yoros y sus alrededores. El joven rey Fulbra logra sobrevivir gracias a un anillo especial fabricado por el hechicero del reino, pero no se lo puede quitar nunca ya que siempre llevaría el contagio sutil del virus sobre la piel.

Zothique: la herencia de un oscuro visionario

Lo más interesante de Zothique es que el hilo conductor de los cuentos es el territorio, la atmósfera sombría, decadente y malsana y la nueva cosmogonía que gobierna el mundo:

“Y de las sombras, antiguos dioses habían regresado al hombre: dioses olvidados desde Hiperbórea, desde Mu y Poseidonis; tenían otros nombres, pero los mismos atributos. Y también habían vuelto los antiguos demonios, que se agolpaban poderosamente sobre el humo de los malignos sacrificios y fomentaban de nuevo la magia antigua”, se dice en El ídolo oscuro.

Ashton Smith no alcanzó a ver publicado su libro en vida y el reconocimiento, la fama y su lugar dentro del campo de la ficción extraña, al igual que sucedió con su gran amigo Lovecraft, le fueron otorgados después de muerto.

Sus relatos fueron recopilados en diferentes colecciones como Other Dimensions (Arkham House, 1970), Hyperborea (Ballantine Books, 1971), Xiccarph (Ballantine Books, 1972), Poseidonis (Ballantine Books, 1973) y The Emperor of Dreams (Gollancz, 2002), entre otros. También obtuvo reconocimiento como poeta y artista visual.

Autores modernos del nivel de Ray Bradbury, Robert E. Howard, Fritz Leiber y George R.R. Martin han señalado la influencia de Ashton Smith en su narrativa y reconocido su importancia.