‘American Beauty’ de Grateful Dead: 50 años de un lisérgico viaje

Grateful Dead disfrutó de una gran reputación, como el acto más psicodélico, en el San Francisco experimental, eléctrico, de improvisación y grabaciones de vanguardia en los años sesenta. Ahora, 50 años después, han reeditado su álbum American Beauty, el disco de estudio más querido de la banda y una excelente ‘droga’ introductoria a este grupo de plena actualidad.

Los primeros tres álbumes de estudio de la banda y el lanzamiento en vivo de 1969, estuvieron llenos de comentarios, ruido y varios tipos de ataques sónicos. Por eso, American Beauty fue un shock. Desde el principio, estaba claro que estaba sucediendo algo diferente. La melodía importaba. Había voces bastante armoniosas con letras claramente enunciadas. Esto fue algo nuevo para la banda y la mayor parte de sus oyentes.

Grateful Dead en 1970.

American Beauty, Grateful Dead 50 años después

Reeditado por su 50 aniversario, American Beauty es, sin duda, el álbum de estudio más querido de los Grateful Dead. Una representación pura y potente de su estilo y perspectiva filosófica. A principios de 1970, con Workingman’s Dead, la banda dio un giro brusco de la oscuridad y la discordia de álbumes anteriores hacia el bluegrass y el folk.

American Beauty, que llegó solo cinco meses después, usa una paleta similar, pero sus preocupaciones son bastante diferentes. Las canciones de Workingman’s Dead, llenas de personajes arquetípicos del oeste americano, implican una gran cantidad de divagaciones y apuestas.

American Beauty es más como una meditación guiada o un baño en solitario en un lago fresco y claro. Es una excelente colección de canciones que marcaron la historia del grupo.

Una edición de lujo por su 50 aniversario se ha reeditado con tres discos. Para que puedas viajar al pasado, con una vigencia increíble. En él, se puede disfrutar de la atemporalidad de sus letras, así como de uno de los conciertos más emblemáticos de esa época, el del Capitol Theatre de Port Chester, NY, del 18 de febrero de 1971.

La simplicidad del álbum y la calidez de la fogata lo hacen accesible para los recién llegados, incluso cuando encarna el anhelo espiritual que convierte a las personas en seguidores de por vida. Sin lugar a dudas, es una droga de entrada ideal.