El polémico Jeff Koons y su oda al brilli-brilli en Florencia
Si has paseado por los alrededores del Museo Guggenheim de Bilbao, te habrás topado con ‘Puppy’, el colosal perro de flores con el que el museo bilbaíno nos dio a conocer al artista estadounidense Jeff Koons allá por 1992. Tan bilbaíno se ha hecho el perro, que ya no se entiende la capital vizcaína sin él y parece que ha decidido quedarse a vivir para siempre a la orilla de la Ría. Pues bien, su autor, Jeff Koons, es a día de hoy uno de los artistas vivos más cotizados del mundo y su obra nunca está exenta de polémica. Su última exposición se inaugura hoy mismo en Florencia.
Las enormes y brillantes esculturas de Koons llegan ahora al Palazzo Strozzi de Florencia (Italia) con su exposición ‘Shine’, una muestra que incluye algunas de sus esculturas más célebres y usa el concepto de ‘brillo’ como un “juego entre ser y aparentar, esplendor y resplandor”.
La exposición recoge algunas de sus últimas obras, pero también reúne en la ciudad italiana un surtido de lo más representativo de Koons en torno al concepto del brillo. Obras que han sido cedidas por galerías y museos de todo el mundo para la ocasión.
Jeff Koons y la grandeza brillante de lo cotidiano
El artista estadounidense Jeff Koons trata de salir indemne de las críticas que tachan su arte de infantil. También tuvo que enfrentar una acusación de plagio por su obra Fait d’Hiver expuesta en el Centre Pompidou, demanda que perdió contra el publicista Franck Davidovici.
Su historial artístico no está exento de polémica, pero sus obras se siguen cotizando al alza cada día que pasa. Después de 40 años de carrera y ciertos tropiezos, otras voces dentro del mundo del arte pasan por alto sus ‘despistes’, elogian sus obras y las consideran un punto y aparte dentro de la estética pop art.
Con o sin razón, Jeff Koons es hoy uno de los grandes nombres del arte contemporáneo a nivel internacional.
A lo largo de su carrera, Koons ha expuesto en museos, galerías y espacios al aire libre como plazas públicas y se ha atrevido a ‘ocupar’, artísticamente hablando, espacios tan emblemáticos como el Palacio de Versalles para disgusto de los más encorsetados y tradicionalistas artistas franceses. Ahora, sin embargo, entra en otro palacio, pero por la puerta grande. Sus impresionantes esculturas estarán hasta el 30 de enero de 2022 en el Palazzo Strozzi de la hermosa Florencia.
“La exposcicón Shine trata sobre la propia aceptación. Cuando te aceptas a ti mismo puedes crecer y aceptar a otras personas para tener una vida significativa”, reflexionaba Koons ayer durante la presentación de la muestra en la ciudad italiana. Hoy mismo ya se ha abierto al público con gran expectación.
Cuando el arte está en el que mira
En las propias superficies de las esculturas que forman la exposición Shine, se ve reflejado el espectador del arte, el que mira, el que observa. Y es en ese reflejo, en ese espejo, donde Koons interpela a los espectadores y los convierte en protagonistas de sus obras. Con sus esculturas hace colosal y brillante cualquier objeto cotidiano, aparentemente insignificante para el mundo. Refleja su luz en el espectador, quien se convierte en parte indisoluble de la obra.
Esculturas monumentales como Balloon Dog (Magenta) (1994-2000), Dolphin (2002) y Bluebird Planter (2010 – 2016) se podrán ver en la muestra de Florencia. Están realizadas en acero inoxidable pulido espejo o aluminio policromado, y están acabadas con un revestimiento policromado translúcido. De ahí ese brillo tan deslumbrante.
Perros de globos con de diez patas, superhéroes brillantes, delfines de alto vuelo…, todo cabe en la mente de Koons. Un artista controvertido, amado y odiado a partes iguales, que se ha aupado como el principal artista kitsch de nuestros tiempos.
En la muestra de Florencia, el escultor reflexiona sobre la relación de su obra con el brillo, una idea ambigua que oscila entre las dualidades del ser y el parecer, o la verdad y la sensación. Y una idea también muy presente en la sociedad actual bien revestida de papel de celofán para no mostrar las grietas y desconches que la desquebrajan.
El arte que se esconde en una tienda de muebles
La vida de Jeff Koons no estaba predestinada al arte y no siempre fue tan brillante como lo es hoy. Nacido en York, Pensilvania en 1955, siendo niño, deambulaba por la tienda de muebles de su padre, lugar en el que encontró todo lo que necesitó para dar rienda suelta a su sensibilidad estética.
Entre dormitorios nido y salones de roble, encontró su mirada artística basada en lo cotidiano, en lo real, en lo banal si lo prefieres, en los artículos de consumo diario de las grandes masas. Y con esa visión saltó a la fama en la década de los ochenta haciendo de lo normal algo colosal.
Toda esa grandiosidad es la que podremos ver hasta finales del mes de enero en Florencia, donde también encontrarás esa mirada del niño que correteaba por la tienda de muebles, y quizá también bastante del excéntrico artista actual. Todas esas caras, esos dobles visos y las dualidades en las que se basa esta nueva muestra, estarán en Florencia. No dejes de visitar esta brillante exposición de Jeff Koons, más allá del brillo monetario del arte, más allá incluso del propio Koons.
Imagen de portada: Perro globo (azul) (1994-2000) de Jeff Koons expuesto en Nueva York. Foto: ©Pako Campo (Blue Balloon Dog).