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“Entre la razón y la locura”¿Una de las últimas películas malditas de Hollywood?

Quién nos iba a decir que Entre la razón y la locura (2019), estrenada en FILMIN el pasado mes de mayo, máxime con su gran reparto artístico y con una encantadora historia basada en hecho reales, pudiera pasar con más pena que gloria.

Ahora bien, se me ocurre pensar en cualquier otra producción, en otra época, quizá cuando para la industria cinematográfica aún le era fácil “aguantar” las “bravuconadas” de estos dos excéntricos revolucionarios. Cuando sus trabajos eran reconocidos, aún con esa rebeldía innata que les caracteriza. ¿Qué hubiera ocurrido?

Estrellas sin luz

Pero aparte de esta opinión personal, hay que reconocer que los comienzos no fueron nada buenos para el film. Un proyecto en el que Mel Gibson trabajó durante dos décadas, desde que comprara los derechos de la novela de Simon Winchester, El Profesor y el Loco (1998). Pero al final cedió la dirección a Farhad Safinia.

Lo que ocurre después no es más que una hecatombe comercial y artística. Una catástrofe superlativa.  Inauditos todos los sucesos posteriores, con tribunales de por medio, millones desparramados sin sentido y el propio Mel Gibson, renegando de todo. Vamos, para rodar otra película.

Pues bien, si a todo esto, le sumamos el gran desequilibro interpretativo entre Mel Gilson y la sobreactuación desmedida de Sean Penn, como casi siempre. Otras taras, no menos importantes, como un guion con claras lagunas argumentales y de estilo. Y la más que nefasta compilación coral, por los motivos antes señalados, no cabe duda pensar, que el proyecto se vería abocado al fracaso más absoluto. Como así ha sido.

Una lástima, porque la película parecía tenerlo todo para ser algo más. Tristemente, no hace honor a una de las obras culturales escritas más importantes, como es el Diccionario de Oxford de la lengua inglesa.

No obstante, como siempre, te invitamos a cruzar el umbral de la realidad y la ficción, vestirte con tu mejor traje de época, coger el bastón y el sombrero de copa y tratar de domar la locura en busca de la razón.