Fante Bukowski: Sudor frío y alcohol

Noah Van Sciver es el autor de la descacharrante historia de Fante Bukowski, un estereotipo andante obsesionado con alcanzar la celebridad literaria.

Portada de Fante Bukowski.
Portada de Fante Bukowski.

“Me despierto. Miro a través de mi ventana. Lo veo. Un puerco. Con alas. Ha ocurrido por fin. Los cerdos vuelan. Gracias”.

Fante Bukowski

Kelly Perkins es el hijo revenido del dueño de un próspero bufete de abogados, que decide marcharse de casa y convertirse en un escritor de renombre. Para ello, se rebautiza en honor a sus dos escritores favoritos: John Fante y Charles Bukowski.

Vive en un hotel de mala muerte, donde duerme sobre un colchón en el suelo. Utiliza una vieja máquina de escribir, y se hincha a vino barato en busca de inspiración. Lleva una chaqueta con coderas, la camisa sucia y la corbata a medio anudar. Sus únicos amigos son un gato que se encuentra por la calle y un viejo misántropo al que conoce en un bar.

Fante Bukowski.
Fante Bukowski.

Toda esta sordidez es retratada con gran sentido del humor, repartida en varios episodios, a cuál más cachondo. El dibujo es tosco, caricaturesco, lleno de manchones, garabatos y colores sucios. Ni siquiera las líneas de las viñetas están rectas, ni los recuadros del narrador. El cómic da la impresión de estar dibujado en una servilleta de papel desechable, lo cual contribuye a ese rollo que tiene de crónica de un acabao.

Fante Bukowski, la frustración del escritor

Fante Bukowski.
F.B. intentando escribir. Fante Bukowski.

Fante Bukowski ansía ser un escritor de renombre, pero su producción es paupérrima. Se considera un genio, un artista genuino, pero apenas ha escrito un par de poemas e historias cortas. El mundo editorial pasa absolutamente de su culo, para su gran frustración.

Con las mujeres no es menos desastre. Intenta llamar su atención mostrando una actitud ruda, al estilo de sus héroes literarios, con escaso resultado. La única que llega a hacerle algo de caso es una escritora que ha perdido la inspiración. Ella completa un elenco de personajes marginales que hacen de este cómic una pequeña joyita outsider muy divertida, que huele a sudor frío y a alcohol.

Fante Bukowski.
Fante Bukowski.

Por lo demás, Fante Bukowski es un tío que cae simpático, pese a todos sus defectos. No tiene maldad, y hace tanta gracia que el lector no puede evitar cruzar los dedos para que algo (lo que sea) le salga bien.

El primer volumen de sus desventuras está publicado por “La Cúpula” (al igual que “Saint Cole”, otra excelente obra del mismo autor). En la edición americana, “Fantagraphics Books” ha publicado ya dos volúmenes más que van, incluso, a mejor.

Esperamos con impaciencia una edición en español.

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