Lia Ices y su ‘Family Album’: folk-pop bañado por el sol

Probablemente Lia Ices no sea muy conocida por la mayoría, pero quizás sea de esas artistas que sin ser mainstream, logran su cometido: hipnotizar con su música. Y es eso lo que se siente al escuchar Family Album su cuarto álbum de estudio.

Las primeras notas de piano de Earthy, la primera canción del nuevo disco, marcan el tono de lo que vas a escuchar y a dónde te llevará: folk-pop bañado por el sol.

Al escribir Family Album, Ices se encontró creando dos cosas a la vez. Estaba embarazada de su primer hijo y trataba de grabar su primer disco en seis años. Cada día, caminaba a través de un jardín de rosas desde su casa hasta su estudio. Se sentaba al piano y esperaba lo que sea que fuera a venir.

El resultado se escucha como el aire fresco del campo. Family Album es efervescente y pastoral. La voz melosa de Ices florece a lo largo de sus nueve temas sobre el arraigo de la maternidad. La naturaleza salvaje de la Costa Oeste de Estados Unidos y la libertad que sólo llega con la autorrealización radical.

Lia Ices: un piano, una voz y una declaración de intenciones

El piano, y la forma en que la voz de Ices habla con él, es el corazón de Family Album. Incluso en medio de algunos arreglos completos con tintes psicodélicos, siempre volvemos a las teclas de tono fresco y a la propia Ices.

Hay ecos de Joni Mitchell en las curvas de su voz, que parecen subir como un arroyo que fluye en sentido inverso por la ladera de una montaña.

Lia Ices es experta en utilizar su voz como instrumento, llenando cada centímetro de espacio con encantamientos místicos de ooohs y laaas como en la embriagadora Young on the Mountain, la hipnótica Careful of Love y la caprichosa Anywhere at All.

En estas canciones, Ices envuelve con sus brazos el mundo natural y sus efectos curativos. Del mismo modo en que una brisa puede cambiar tu mente o el color particular del cielo puede mostrarte algo de ti mismo que nunca habías visto.

Ices se compara a sí misma con un recipiente a través del cual se mueve un espíritu de Musa, cantando sobre que nunca ha querido ser cantante, pero que ha sido llamada a hacerlo por algo más grande que ella misma.

Es el tipo de lugar de ensueño al que todos esperamos llegar algún día, comprendiendo para qué estamos aquí y haciéndolo sin miedo.