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‘Los Hombres del SAS’: los ‘Peaky Blinders’ se van a la guerra en HBO Max

HBO Max estrenó Los Hombres del SAS (Rogue Heroes), nueva obra de Steven Knight, el creador de excelentes series como los Peaky Blinders o Taboo. Knight es el prestigioso guionista de películas como Promesas del Este, de Cronenberg, Spencer, de Pablo Larraín o Locke, que dirigió él mismo con Tom Hardy de protagonista.

Steven Knight adapta para la BBC la novela homónima de Ben Macyntire esperando conseguir el mismo éxito que con sus fucking Peaky Blinders, ¿lo conseguirá?

El final de su primera temporada promete una segunda temporada aún mejor. Pero, ¿qué tan buena es la serie Los Hombres del SAS?

Póster de Los Hombres del SAS. BBC.
Póster de Los Hombres del SAS. BBC.

Los Hombres del SAS: increíble pero cierto

La nueva serie de Steven Knight nos cuenta la historia real (para mí desconocida) de un escuadrón fantasma británico que operaba en el desierto del Cairo durante la Segunda Guerra Mundial. Un grupo de soldados desarraigados, conflictivos e ingobernables con una sola idea en la cabeza: destruir las flotas aéreas nazis. Y de paso, matar a todos aquellos fascistas, italianos y nazis, que se encontraran por el camino. Algo así como unos Malditos Bastardos adictos al té, completamente reales.

Tres son los soldados que deciden lanzarse a esa loca aventura: David Stirling, la cabeza pensante, Paddy Mayne, el loco sanguinario y Jock Lewes, el estoico racional.

A Stirling lo interpreta Connor Swindells, a Mayne Jack O’Connell y a Lewes, Alfie Allen, recordado por todas como Theon Greyjoy, el desgraciado “hediondo”, de Juego de Tronos.

Alfie Allen en Los Hombres del SAS.
Alfie Allen en Los Hombres del SAS.

David Stirling fue el ideólogo. Quiso reunir a sus dos compañeros para destrozar aviones nazis desde tierra y así cambiar el peso de la balanza de una guerra en África que iba ganando Hitler.

Por otro lado, Dudley Wrangel, un espía británico (interpretado por el genial Dominic West), se había inventado un escuadrón de paracaidistas para asustar a los nazis, los SAS (Servicio Aéreo Espacial), así que, ¿por qué no hacerlo realidad?

Así lo hicieron. Stirling, Mayne y Lewes, con permiso de la cúspide jerárquica del ejército británico y la condición de poder seleccionar a sus hombres, adiestrarlos a su manera y trabajar sin ningún tipo de normas y en completa libertad, reunieron a sus SAS y volaron al desierto.

Los Hombres del SAS: la larga sombra de los Peaky Blinders

La premisa no pinta nada mal, ¿verdad? Si a esa historia con exceso de testosterona y patriotismo, le añadimos el humor del que hace gala su personaje protagonista David Stirling y lo mezclamos con una historia de amor entre él y la espía Eve Mansour (interpretada por la enigmática modelo y actriz Sofia Boutella), deberíamos tener un éxito entre manos, ¿no creéis? Puede que sí, pero yo no lo acabo de ver.

Knight repite muchos de los elementos de su genial Peaky Blinders. Personajes violentos a la par que ingeniosos. Hombres ambiciosos y competitivos con traumas familiares. Personajes que se comportan como niños a los que solo tienes que proponerles un juego para que echen a andar… Elementos que funcionaron muy bien, pero que aquí chirrían un poco. Les hace falta más aceite.

Ese aceite pueden ser conflictos internos más interesantes y poderosos y un casting mejor escogido.

Jack O’Connell es el mejor actor de toda la serie. Uno de los mejores actores de su generación y el que posee al personaje más interesante de Los hombres del SAS. Un soldado inadaptado, hiperviolento y homosexual reprimido que se define como un poeta.

Jack O’Connell es Paddy Mayne en Los Hombres del SAS.
Jack O’Connell es Paddy Mayne en Los Hombres del SAS.

Pero Connor Swindells y Alfie Allen, los actores que interpretan a sus dos compañeros, sin hacerlo nada mal, no están a la altura. Especialmente Connor Swindells. Él es el auténtico protagonista de Los Hombres del SAS, y aunque es buen actor, no tiene ni el carisma ni la presencia necesaria para un personaje como el suyo.

En los Peaky Blinders todo estaba bien, pero lo mejor y más destacable desde el minuto uno, fue su espectacular reparto.

Los Hombres del SAS: Malditos Bastardos, Peaky Blinders y Mad Max

Otros elementos de los Peaky Blinders que se repiten en Los Hombres del SAS: música moderna en una historia ambientada en los años 40, y un barroco y lujoso bar de variedades en el que suele sonar swing, donde se reúne el protagonista para beber, confabular y relacionarse con los personajes “inteligentes”, poderosos o sentimentales de la serie.

David Stirling quiere ser una especie de Tommy Shelby, pero más divertido y encantador. La primera parte de ese objetivo está lejos de conseguirse.

Da la sensación de que Los Hombres del SAS se ha hecho deprisa. Entendedme, hablamos de un equipo técnico y artístico excelente, gente como Steven Knight que, aun trabajado deprisa, te ofrece un resultado por encima de la media. Pero claro, por debajo de lo que se espera de él.

El personaje femenino (el único de toda la serie) que interpreta Sofia Boutella, está desdibujado y cae en todos los clichés habidos y por haber de ese tipo de personajes. No hay nada en su espía no hayamos visto mil veces antes y que tenga realmente peso en la historia. Si ese personaje no existiera, la serie funcionaría exactamente igual.

Sofia Boutella en Los Hombres del SAS.
Sofia Boutella en Los Hombres del SAS.

Las misiones se sienten apresuradas, y algunos elementos como las barbas postizas, están muy descuidados. Las barbas parecen haber sido colocadas por alumnxs de primero de maquillaje.

Donde la serie brilla es en los planos a lo Mad Max de vehículos en el desierto y en todo lo que tiene que ver con Paddy Mayne, el personaje de Jack O’Connell.

Steven Knight: ¿todo por la pasta?

Repetir una fórmula de éxito es prácticamente imposible. Ahí están las secuelas de numerosas sagas intentándolo, o los spin offs de series como Friends o Walking Dead.

A veces se consigue, un ejemplo son Better Call Saul, o Frasier, spin offs, de Breaking Bad o Cheers respectivamente. Pero en el caso de Los Hombres del SAS, hablamos de otra cosa.

La serie tendría que haber tirado por un camino muy diferente al de los Peaky Blinders. Steven Knight no tendría que caer en esa trampa de ser un esclavo creativo de su propio éxito. Los Hombres del SAS necesitan más distancia con los gitanos de Birmingham.

Connor Swindells, el desafortunado protagonista de Los hombres del SAS.
Connor Swindells, el desafortunado protagonista de Los hombres del SAS.

Entiendo que la BBC quiere repetir el éxito de la serie protagonizada por Cillian Murphy y que deben de haber presionado con muy buenas palabras y mucho dinero a Knight. Pero estos deberían saber que lo mejor que hay que hacer con un creador de estas características es darle libertad, no pedirle que haga otra serie sobre personajes británicos reales que acompañados de AC/DC machacan a quien los mire un poco mal.

Sea como sea. Los Hombres del SAS es una buena serie, dirigida por un director mediocre como Tom Shankland y protagonizada por un actor muy mal escogido. Al menos, su final nos promete una segunda temporada que corregirá errores y buscará su propia personalidad.

Saludos furiosos.