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‘Mamífera’, de Liliana Torres: ¿la mujer tiene derecho a decidir?


Los festivales de cine nos regalan no sólo el descubrimiento de algunas joyitas, rarezas o nos traen películas de difícil acceso, sino que a veces suponen una celebración colectiva. Algo así sucedió en el teatro del CCCB, lleno a rebosar de cinéfilos y gente del mundillo, en el esperadísimo primer pase de MAMÍFERA en una sesión especial dentro del festival D’A, tras su exitoso estreno en el SXSW, Austin (Texas) donde la actriz María Rodríguez se llevó el Premio a mejor interpretación.

Cartel de Mamífera, de Liliana Torres.
Cartel de Mamífera, de Liliana Torres.

El tercer largo de ficción de la directora catalana Liliana Torres (Family Tour en 2013 y ¿Qué hicimos mal? en 2021) propone una reflexión sobre la maternidad y reivindica la libre decisión de no ser madre, un tema del que no se habla lo suficiente.

Las feministas nunca nos cansaremos de reclamar el derecho a ser madres, (sin pareja, con pareja, con óvulos propios, óvulos donados, de hijos biológicos, hijos adoptados), el derecho a un trabajo digno, igualdad salarial y una conciliación que permita poder ver a los hijos propios no sólo en Tik Tok; a permisos de paternidad que no discriminen a las mujeres y, por supuesto, el derecho de no procrear. El derecho a decidir  no ser madre, independientemente de que las condiciones y circunstancias puedan ser favorables, bajo el punto de vista de personas irrelevantes en la decisión de una mujer.

Mamífera, la maternidad desde quien no quiere tener hijos

MAMÍFERA cuenta la historia de una artista y profesora de unos 40 años, Lola Expósito (María Rodríguez Soto), que ha logrado la estabilidad profesional y la sentimental con su pareja, Bruno (Enric Auquer), un hombre tan empático y bueno que parece de ciencia ficción. La película se abre con una escena de sexo en el baño que nos revela lo bien compenetrada que está la pareja y su sana dinámica cotidiana, en la que se cuidan el uno al otro y se plantean cambiar de piso ahora que económicamente disfrutan de estabilidad.

Lola es una vegana convencida, concienciada con la ecología, con una ambición profesional que no hipoteca su presente y tiene claro que no quiere descendencia. También tiene una perra ciega de la que Lola (¡y Bruno!) son totalmente responsables y se preocupa por el bienestar emocional de su pandilla de amigas, las Michis. La superpoblación del planeta y la existencia de niños sin padres también le importan.

Todo funciona a la perfección en sus vidas hasta que Lola, cuyos períodos menstruales son irregulares, recibe durante una inspección ginecológica rutinaria, la sorprendente noticia de que está embarazada. En una película comercial este hecho desencadenaría un dramón hasta que Lola, gracias a su amantísimo novio (como él hay uno entre un millón) y con la intervención sabia de su madre y amigas, acabaría dándose cuenta de que en realidad siempre quiso ser madre, pero no lo sabía, y cedería, transigiendo con su embarazo y baby shower de película. De ahí, a comer perdices los unos y palomitas los otros al cabo de 90 minutos. Afortunadamente, MAMÍFERA no sigue esos derroteros.

Mariana Rodríguez Soto y Enric Auquer en Mamífera.
Mariana Rodríguez Soto y Enric Auquer en Mamífera.

Mamífera: tres días para saberlo todo de la maternidad

La pareja recibe el asesoramiento de planificación familiar, bastante cómico, de una asesora que no entiende por qué unos cuarentañeros con una relación estable y que no desean hijos, no usa algún método anticonceptivo, pero asume que los conocen. Bruno y Lola han de afrontar tres días de reflexión antes de continuar con la interrupción voluntaria del embarazo.

Esos tres días son el vía crucis de Lola,  que se paseará por barrios poco frecuentados en la cinematografía catalana, como Montbau y Torre Baró. No entiende por qué tiene que esperar cuando su decisión es firme. Lola está rodeada de maternidades muy diferentes: su hermana, asfixiada por la dificultad de conciliar trabajo y familia; una amiga íntima le muestra que puede permitirse una crianza relajada, otra amiga que lucha denodadamente con un proceso in vitro tan agresivo como inútil, que no le está funcionando y su propia madre, que como muchas otras de anteriores generaciones, supeditó su vida a la crianza de los hijos.

Lola indaga las motivaciones de cada una e intenta comprender los motivos,  satisfacciones y sinsabores detrás de cada maternidad, aunque ella se encuentra en un universo diferente. Son tres días de investigación, de pasar tiempo con sus sobrinos, infatigables y algo salvajes, para liberar a su hermana, que no ceja en su empeño de pedirle ayuda; tiempo de photoshoppear fotos para verse a sí misma con una barriga; tiempo de leer revistas y documentarse.

Es particularmente sincera y conmovedora la conversación con su madre, cuando le pregunta (con esa especie de superioridad que los hijos desplegamos con los progenitores, inconscientes de que nuestras madres tenían una vida antes de nosotras) cómo habría sido su vida si no hubiera tenido a sus hijas. Qué gran momento para descubrir a la propia madre antes de que sea demasiado tarde.  

Mamífera
Mamífera.

Mamífera: luchando contra los convencionalismos sociales

La película nos conduce por unas maravillosas digresiones oníricas, en paisajes-collage, que conforman el universo de las obras de Lola, en las que la vemos embarazada y cual Alicia en el país de las Maravillas, atraviesa espacios surrealistas, para acabar encontrándose con la realidad, con los tres días de espera y la reacción de su compañero de vida ante la tesitura en la que la vida les ha colocado.

Es gratificante ver una relación de pareja donde ninguno intenta imponerse ni convencer, sino que ambos aceptan el momento vital en que se encuentran y se ayudan y cuidan independientemente de su proyecto de pareja. La película acaba con una hermosa rima visual, jugando con el espacio vacío y la ausencia que se avecina, en la que Bruno le seca el pelo a Lola, posiblemente por última vez.

El planteamiento original de MAMÍFERA no es el debate moral sobre el aborto (gran hito el haber estrenado esta película en el SXSW, en Texas, donde mantienen orgullosamente el veto total a la interrupción del embarazo, a pesar de que el aborto está completamente amparado por el Tribunal Supremo de Estados Unidos), sino la reflexión y búsqueda activa de información que emprende Lola para refrendar su decisión de no traer más personas a este mundo.

MAMÍFERA busca desestigmatizar a las mujeres que deciden no hacerlo. Ninguna mujer tendría que justificarse ante nadie ni explicar las razones por las que no quiere ser madre. Sesenta años después de la segunda ola  del feminismo y aún tenemos que seguir defendiendo las mismas ideas. “No olvidéis jamás que bastará una crisis política, económica o religiosa para que los derechos de las mujeres vuelvan a ser cuestionados. Estos derechos nunca se dan por adquiridos, debéis permanecer vigilantes toda vuestra vida,” decía Simone de Beauvoir.

MAMÍFERA se estrena en los cines el 26 de Abril.