‘No temas a la parca’: Pesadilla en Proofrock
La biblioteca de Carfax publica No temas a la parca, la segunda parte de la trilogía del lago Indian de Stephen Graham Jones.
Quizá es inevitable que un autor realice en algún momento un homenaje a esas historias que fueron importantes en su formación. Si dichas historias eran sobre asesinos enmascarados persiguiendo adolescentes y castigándolos por su banalidad e insolencia, esa ofrenda debe estar a la altura, o incluso superar, esas narraciones que en la imaginación han adquirido un carácter sagrado.
Stephen Graham Jones (Midland, Texas, 1972) logra ese cometido con la trilogía del lago Indian, la cual viene a ser su carta de amor a los slashers.

Con No temas a la Parca, el autor texano lleva su amor por el cine slasher al límite (y un poco más allá)
En el primer libro, Mi corazón es una motosierra (2021), la protagonista, Jade Daniels, utiliza su amor por el cine de terror para enfrentarse con un asesino que acecha la pequeña ciudad de Proofrock (en Idaho); en la secuela, No temas a la Parca, debe lidiar con una situación inesperada y problemática que no acaba de cuadrar del todo con su conocimiento del género en medio de una tormenta de nieve.
Un peligroso y despiadado asesino indio, Molino Oscuro Sur, logra escapar de las autoridades mientras es trasladado a otra prisión en medio del mal clima cuando su caravana sufre un accidente. Esto ocurre cerca de Proofrock y, poco después de la huida, una serie de horribles crímenes comienzan a suceder, la mayoría guardando una extraña relación con películas del mencionado género. Jade Daniels, Letha Mondragon y su esposo, el sheriff encargado Banner Tompkins, deben vérselas con una situación que los sobrepasa en más de un sentido.
Como es de esperar, varios de los personajes del primer libro vuelven a aparecer, explorándose más sus vidas luego de los eventos de “La matanza del día de la independencia”, evento crucial de Mi corazón es una motosierra.
En No temas a la Parca, cada capítulo tiene el título de una película de terror, creando un juego que funciona en tres niveles simultáneos y que ayuda a devorar esta novela: un guiño al lector conocedor, el misterio de quién será el desdichado que tendrá una muerte relacionada con dicho largometraje, y la persistencia de la incógnita del por qué ocurren justo ahora esos crímenes.
No temas a la Parca confirma a Graham Jones como el heredero más feroz del terror moderno
Hay varios elementos importantes que hacen de esta novela algo diferente e innovador, y no es solo el homenaje a los slasher o la evidencia del conocimiento enciclopédico del autor sobre estas obras. Jones es bastante hábil (y se nota que se divierte) confundiéndonos, en especial a ese tipo de lector odioso que cree saber cómo se desarrollará todo y que supone conocer la identidad del asesino.
Para empezar, la historia se va desarrollando con dos narradores, uno de los cuales es una voz informativa que va haciendo un recuento de todo lo que pasó mientras aventura reflexiones acerca de un por qué. El autor no revela la identidad de dicha voz, la cual entendemos que hace todo este esfuerzo como si fuera un trabajo académico para el nuevo profesor de historia del instituto y, a medida que avanza, se va volviendo cada vez más intrigante, al punto de hacernos preguntar en más de una ocasión cuál es el objetivo de dicho “estudio” y “análisis”.
Jones también va sembrando otras dudas a medida que transcurre la narración y las muertes se acumulan. Molino Oscuro Sur es un psicópata despiadado y se supone que aprovecharía cualquier oportunidad para seguir matando, pero, por qué esas muertes están relacionadas con slashers y ocurren de nuevo en Proofrock. ¿Podría haber un elemento sobrenatural detrás de todo?, ¿algo en lo que nadie ha reparado hasta ahora? ¿Qué es lo que en realidad está pasando en ese pueblo?

A las puertas de El ángel del lago Indian
Todos estos interrogantes nos atormentan mientras la historia de No temas a la parca sigue su curso, sorprendiendo en más de una oportunidad y nunca siendo lo que se esperaba, lo cual es una de las muchas cualidades de Jones como narrador.
Ese motor de la historia nunca baja sus revoluciones y se mantiene caliente en medio de las violentas ráfagas de nieve que castigan a los personajes, cuya ordalía transita por temas como el peso de la herencia, la culpa, la lealtad y el valor del heroísmo en una sociedad desconectada de la realidad y adormecida por los medios de comunicación.
No temas a la Parca desarrolla lo más interesante de la historia original y la lleva a un nivel más profundo, dándonos al mismo tiempo información sobre los personajes queridos de la primera historia, e incluso, subvirtiendo expectativas que el género dicta y que algunos piensan como inamovibles.
La Biblioteca de Carfax ha publicado del autor las novelas Mestizos (2016), La noche de los maniquís (2020), El único indio bueno (2020) y Mi corazón es una motosierra (2021). Jones, a parte de escribir ficción extraña y terror, también da clases en la Universidad de Colorado como profesor distinguido de la cátedra Ivena Baldwin. Ha sido merecedor de varios Premios Bram Stoker y Shirley Jackson, los más importantes del género.
El próximo año La biblioteca de Carfax publicará la última novela de esta trilogía, El ángel del lago Indian.
Imagen de portada de Rafael Martín Coronel.