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‘Orgullo y prejuicio’: nada le hace justicia a Jane Austen

Orgullo y prejuicio (Joe Wright, 2005) es una película que adapta la novela homónima de Jane Austen. El libro de Austen tiene muchas adaptaciones, a cine, a series, a musicales e, incluso, a otros libros. Esta versión de 2005 está protagonizada por Keira Knightley y Matthew Macfadyen. El reparto lo completan Jena Malone, Rosamund Pike, Donald Sutherland o Judi Dench.

Orgullo y prejuicio: la nobleza campestre y sus costumbres

La historia de la novela es, a simple vista, sencilla. La familia Bennet, de la clase noble (pero tirando para abajo) y campestre de Inglaterra (gentry), tiene cinco hijas a las que la madre está loca por casar. La llegada de un caballero adinerado al pueblo, el señor Bingley, hace que la casa se revolucione, especialmente cuando este empieza a prestar atención a la hermana mayor, Jane.

Keira Knightley y Matthew Macfadyen en Orgullo y prejuicio.
Keira Knightley y Matthew Macfadyen en Orgullo y prejuicio.

Pero, además, este caballero viene acompañado de otro, el señor Darcy, que al contrario que su amigo no despierta mucha simpatía por sus agrias caras y sus modales escasos con respecto a gente que él cree inferior (es aún más rico que Bingley). Sin embargo, Darcy acaba enamorado de la segunda hermana de la familia, Elizabeth.

Mi primera sorpresa llegó cuando estaba leyendo el libro y vi el nombre del señor Darcy. Como ya he contado en Las Furias en alguna ocasión, yo no leo sinopsis ni veo tráileres, así que normalmente no sé nada del argumento de lo que voy a leer o ver. Por eso, al leer ese nombre solo pude pensar en una cosa: El diario de Bridget Jones.

Y bingo, la autora de la novela en la que se basa la película protagonizada por Renée Zellweger, Colin Firth y Hugh Grant, se basó en Orgullo y prejuicio para escribirla.

La novela vs. el libro

He de decir que la película es muy fiel al libro. Todos los puntos importantes de la trama están reflejados en la pantalla, aunque algunos estén contados de otra manera para dar más dramatismo a una escena o hacerla más potente.

No obstante, el largometraje me ha dejado un poco indiferente. Para empezar, imaginarme a otro que no sea Colin Firth en el papel del señor Darcy me chirría. Aunque he de reconocer que Macfadyen lo hace bastante bien, al igual que su compañera de reparto Keira Knightley.

Keira Knightley en Orgullo y prejuicio.
Keira Knightley en Orgullo y prejuicio.

Una de las cosas que creo mejor reflejadas en la pantalla son las miradas entre sus dos personajes. La novela es muy sutil y la mayor parte de tiempo vamos de la mano de Elizabeth, sabiendo en todo momento qué piensa y siente con respecto al señor Darcy, quien en un punto dado le declara su amor y ella le rechaza. En la película esto está, aunque es cierto que los sentimientos de Elizabeth empiezan a cambiar antes que en el libro.

La Señora Bennet

Otro punto positivo de la película es la Señora Bennet. Este personaje escrito por Jane Austen es el que aporta la mayor parte de comicidad a la historia. Es realmente terrible leer cómo la señora Bennet va por ahí avergonzando a sus hijas y esto también se ve en la pantalla.

Por último, el final de la película también es muy acertado. Acabarla con la petición de mano de Darcy al padre de Elizabeth, el señor Bennet, creo que fue una gran idea. En el libro, Austen escribe un capítulo final en el que te cuenta someramente cómo son las vidas de Elizabeth y Jane tras casarse con Darcy y Bingley, respectivamente. No obstante, en la película no tendría tanto sentido hacer eso porque no nos interesa tanto el futuro de los personajes, sino que se resuelva la acción presente en ese momento.

Fotograma de la película Orgullo y prejuicio.
Fotograma de la película Orgullo y prejuicio.

Una película sin más

No puedo decir que no me haya gustado el filme, pero es que el libro me enamoró tanto que no siento que la película le haga justicia en absoluto. Realmente está todo bien, salvo un leve, pero palpable, tufillo moñas que en el libro no está por ninguna parte.

Yo misma pensaba antes de leer la novela que era algo así como novela rosa o que sería algo romanticón de la época (he aquí mis prejuicios contra Jane Austen), pero nada más lejos de la realidad, la historia de Austen es tremendamente realista, cómica, irónica y para nada romántica, con lo que mucho menos es ñoña.

Ese aire cheesy que Austen no tenía

Es cierto que la película no es que sea un pastelazo lleno de adulaciones y romanticismos, no es eso, pero la música, algunas escenas y la estética de la época confieren a ciertas partes ese aire cheesy que Austen no tenía.

Siempre soy de las que dicen que la película y el libro son obras diferentes y que por mucho que un largometraje se base en una obra literaria para contar una historia, siguen siendo historias diferentes, porque cada una tiene sus códigos y sus formatos. En este caso, no obstante, si tuviera que elegir, me quedaría sin duda con el libro.