·

‘Orlando: una biografía’: Una novela sobre el género que todavía asusta tras 95 años

Orlando: una biografía (1928) es una obra de Virginia Woolf que explora la androginia y el género como construcción social. Una novela de hace 95 años que cuestiona las jerarquías de poder sexistas ante la cual la extrema derecha española se ha visto tan incómoda como para censurarla.

En este libro, Woolf enfrenta las normas establecidas sobre el género y la identidad a través del singular personaje de Orlando, un apuesto aristócrata (al comienzo). Además, aborda temas como la naturaleza del tiempo, la literatura y la evolución histórica. Explora la riqueza de estas cuestiones y desafía las convenciones sociales de su época (y de la nuestra).

Orlando: una biografía, de Virginia Woolf.
Orlando: una biografía, de Virginia Woolf.

Desde el principio, la autora nos sumerge en un mundo ambiguo. Orlando es inmortal y cambiante. Este experimenta una androginia que rompe las expectativas de género socialmente impuestas. Sin embargo, su esencia y su carácter no cambian. Orlando sigue siendo Orlando, sea hombre o mujer. Su proceso de transformación es un símbolo de la fluidez de la identidad de género y la sexualidad.

De esta forma, se exponen las limitaciones de los roles de género impuestos por la sociedad. A lo largo de la novela, el personaje se enfrenta a las dificultades de cada uno, lo que se espera de ellos respectivamente y cómo esto le afecta. Así, Woolf ahonda en un análisis sutil y reflexivo en el que enmarca el género como una mera construcción social que se rige por la cultura y las convenciones históricas.

Es decir, aunque Orlando fluya entre ambos géneros, se hace ver que estas categorías son fijas y, por tanto, limitantes. No obstante, hablamos de género y no de sexo —a pesar de que van ligados en la obra— ya que lo que realmente delimita las vivencias del personaje es la performatividad del género: qué se espera de él, qué puede o no hacer, cómo debe socializar…

Orlando: Una biografía de más de 300 años

El tiempo es un personaje secundario que juega un papel importante en la historia, pues Orlando vive diferentes períodos históricos. Este recurso literario permite a Woolf reflexionar sobre cómo las concepciones culturales del género se transforman a lo largo de la historia. Aunque realmente, a pesar de los cambios superficiales, las construcciones sociales y las expectativas de género continúan siendo restrictivas.

La novela es una sátira del concepto de “Biografía”. Woolf se ríe de la predilección inglesa por este género: cómo este es limitante y reduce la representación de una persona a sus vivencias más relevantes. La autora intenta romper el pequeño marco narrativo, difuminando los límites entre la fantasía y la realidad hasta que no se distingue entre lo que es verosímil y lo que no. Se dice también que se trata de una carta de amor para con la literatura, inspirada en la vida de su amante Vita Sack-Ville.

Orlando es, asimismo, una meditación profunda sobre la esencia de la literatura y la escritura. Woolf, mediante el flujo de conciencia, utiliza el personaje para reflexionar sobre la creación artística y cómo esta puede ser una forma de ir más allá de las limitaciones sexistas y del tiempo. Y es que Orlando encuentra una forma de expresarse de manera auténtica a través de la escritura, independientemente de los roles de género y las normas sociales.

Igualmente, su androginia se relaciona con la búsqueda de la identidad personal y artística, en la que se refleja la propia Virginia. En Orlando, podemos ver una extensión de su propia exploración y su deseo de romper con las restricciones impuestas a las mujeres, tanto en la literatura como en la sociedad.

Orlando: una biografía.
Orlando: una biografía.

¿Qué es ser hombre? ¿O qué es ser mujer?

Woolf, a través de esta transición, consolida la idea de que cada persona tiene características socialmente atribuidas a lo masculino y a lo femenino. Pero reafirma que, en términos intelectuales, ambos géneros son iguales. Llegados a este punto, se pregunta porqué ciertas aptitudes son tradicionalmente masculinas o femeninas.

El uso del tiempo y la historia en la novela permiten a la escritora reflexionar sobre el papel de las mujeres en la sociedad: cómo han sido repetidamente marginadas y excluidas de muchos espacios y privadas de oportunidades. Al situar a Orlando en diferentes momentos históricos, la autora presenta una crítica a la discriminación y muestra cómo el patriarcado ha regido la forma en que se ha tratado a las mujeres durante centurias.

Es más, también califica el siglo XIX de “opresivo” y “sofocante”. Lo hace mediante la evocación de imágenes como “nube de oscuridad”, “confusión” o “enorme negrura”. Y es que esta, la época Victoriana, mantenía unas reglas sumamente estrictas. Por ejemplo, las mujeres necesitaban un marido para poder existir en la vida pública. Una realidad no tan alejada de la España franquista.

En definitiva, Virginia Woolf ahonda en la forma de habitar en ambos géneros con esta biografía (satírica). Una exploración andrógina, pues los dos puntos de vista se posicionan en un mismo cuerpo —sexuado por las convenciones sociales—.

Orlando es una obra que por su forma narrativa puede resultar algo compleja y que bien podría tratarse de un ensayo actual sobre las cuestiones de género y su performatividad. ¿Era Woolf adelantada a su tiempo o nosotros demasiado atrasados al nuestro? Una novela que además trabaja el tiempo, la literatura y la identidad del ser humano. Demasiadas reflexiones para el partido derechista verde, al parecer. Pero, aunque ellos censuren, nosotras y nosotres seguiremos leyendo.