Slow sex o cómo follar sin tener la cabeza en mil cosas

El slow sex es alargar los preliminares de toda la vida, no ir directamente al turrón, conseguir que el tema que te quema se convierta en una experiencia disfrutona (y de calidad) y no en una cosa más que hacer rápido (y mal) para tacharla de tu interminable lista diaria de tareas.

Te pones en faena con la cabeza en mil cosas a la vez… y así no se puede… Que si esta mañana la has tenido con tu jefa; que si tienes un proyecto retrasado que presentas el miércoles (¿¿¿o era para el jueves???; Ay, Dios…); que tu amiga Belén lo ha dejado con su novio y la pobre está hecha unos zorros (a tarrina Häagen-Dazs por hora); tienes que revisar los más de 300 mensajes luminosos pendientes que no dejan de trinar y zumbar en los incesantes y non-stop grupos de WhatsApp, etcétera, etcétera, etcétera.

Con tu cabeza como una olla a presión es harto complicado que el sexo con tu pareja habitual (o con la de turno) se convierta en algo más que un “aquí te pillo, aquí te mato” sin ninguna creatividad.

Bueno, a ver, que no cunda el pánico, es cuestión de tomar conciencia y dedicar tiempo a los placeres, que no todo van a ser obligaciones y tareas por hacer. Vamos a intentar buscar un rato para disfrutar del sexo como si estuvieras en el lugar más recóndito del planeta (sin cobertura ni nada que se le parezca).

Pon el móvil en mute, dedícate un tiempo a ti y a tu pareja, y disfruta de cada uno de los instantes sin mirar el reloj, las notificaciones y sin pensar en lo que viene después. De verdad que es posible. Toma nota y márcate un multi-orgasmo de los que hacen historia en tu bloque de vecinos. ¡Apúntate al slow sex!

5 claves para practicar slow sex (que cambiarán tu relación con el sexo)

  • Prolongar el tiempo que dedicas al placer (y mejorar la calidad)

¿Sabías que la media de los encuentros sexuales en España no llega a los 15 minutos, mientras que en países como Brasil se acercan a la media hora? De ahí que la tendencia del slow sex esté cobrando más protagonismo desde hace algunos años. De hecho, recientes estudios publicados en The Journal of Sex Research reflejan que tanto hombres como mujeres de diferentes latitudes desearían prolongar sus encuentros sexuales. Así que, vamos a ver si podemos mejorar esa media del cuartito de hora pelao.

Se dice, se comenta… que el slow sex es alargar el momento de la eyaculación dedicándole más tiempo a los preliminares; pero la realidad es que es mucho más que eso. No sólo es dedicarle más tiempo, sino conseguir que sea un tiempo de calidad y lograr así una conexión real con la persona con la que compartimos ese momento tan íntimo. En definitiva, no es “follar despacio” como a cámara lenta, sino disfrutar más del tiempo que dedicamos al sexo y prolongar ese momento de disfrute.

  • Ser más consciente del aquí y el ahora

La tecnología ya se ha convertido en una compañera de cama más, para bien en algunos casos si hablamos de innovar con juguetes sexuales, pero para mal en otros. La inmediatez se ha colado en los encuentros sexuales a través de apps que ofertan un surtido de parejas, supuestamente afines, a golpe de clic. Rápido y fácil.

Esa inmediatez a la hora de encontrar partener de cama (o lo que surja) se mete, en demasiados casos, también entre las sábanas, olvidando momentos tan placenteros como los besos, los masajes, las caricias, el contacto visual, el juego de roles, el sexo oral o un striptease si se tercia. Se trata de ser más conscientes del momento y disfrutarlo, por ello, tratar de conocer a posibles parejas en otros entornos puede ayudar a encender una chispa que el 5G difícilmente puede conseguir.

  • Explorar nuevas zonas erógenas

Cuando las parejas llevan tiempo juntas es probable que sus relaciones sexuales se vuelvan más mecánicas y poco sorprendentes. Para darle vidilla al tema puedes tratar de activar nuevas zonas erógenas que tienes olvidadas.

Antes de las zonas erógenas primarias (vulva y clítoris en la mujer; glande y pene en el hombre), podemos hacer un viajecito de lo más sugerente por las zonas erógenas secundarias y terciarias como el cuello, las orejas, los pies, los pezones, el interior de las nalgas, el perineo, el escroto o el ano. Cada persona es un mundo, y más en estas lides, así que tendrás que descubrir qué es lo que mejor te funciona y le funciona.

  • El sexteo o cómo prolongar un polvo por semanas

El sexteo o sexting (envío de mensajes sexuales, eróticos o pornográficos) es una de esas prácticas consideradas millennials pero que, a pesar de lo sofisticado del palabro es el calentamiento previo de siempre; el preparar el terreno antes del momentazo sexual. Eso sí, en tiempos digitales lo hacemos a través de redes sociales y otras vías de comunicación vía internet. En cualquier caso, cuidadito con a quien mandas imágenes comprometidas, mejor por texto hasta que no haya más confianza…

  • Jugar, que de eso se trata

Puedes jugar con los sentidos, utilizar vendas en los ojos para que el tacto, el olfato y el gusto desarrollen una nueva dimensión al servicio del placer. También puedes utilizar cremas y geles de olores intensos que estimulen el sentido del olfato e introducir juguetes sexuales que den un aire nuevo a los encuentros. Por cierto, hay vida más allá del succionador… ¡Prueba, toca, lame y juega! ¿Por qué no?