‘Tierra quemada’, la novela imprescindible sobre las cloacas del Estado

La crisis de 2008 fue el escaparate putrefacto en el que comenzaron a asomar las vergüenzas de un país que estaba siendo despiezado desde el poder. La España del ‘todo va bien’ hacía aguas y las piezas de lego del ladrillazo comenzaban a desmoronarse. Mientras, la desesperación entraba en muchos hogares y desahuciaba cualquier esperanza. La novela Tierra quemada (Versátiles Editorial, 2020) del escritor vigués Rafael López Vilas, escarba en ese pasado reciente con personajes tan reconocibles y cotidianos que no podrás dejar de leer.

Por España. Por cojones

A muchos y muchas no les hace falta más lema que este para sentirse los más patriotas, los que enarbolan la bandera más alta y con más fuerza, con más orgullo rabioso. La herencia del nacional catolicismo ha dejado una sombra muy alargada en España. Con una transición que blanqueó la muerte y perdonó los pecados a los herederos del franquismo, las poltronas del Estado se llenaron del señorío en la estrenada democracia, convirtiendo lo público en un patio de recreo, en un bodorrio con barra libre.

Y de aquellos polvos, vienen estos lodos. De hecho, mientras escribo este artículo, suena de fondo el telediario de la uno, con la eterna Ana Blanco, relatando un nuevo capítulo del caso Púnica: juzgado, día, Bárcenas reaparece en escena acusando a Esperanza Aguirre de tender su generosa mano para (siempre, supuestamente) recoger radiantes sobres blancos rellenos de billetes. Parece ser que Génova, supuestamente, era un ir y venir de sobres y de poderosos que acudían al olor del dinero fruto de generosas “aportaciones” al partido, en plena época de la corrupción, los rescates bancarios y la burbuja inmobiliaria.

Antonio de la Torre y Luis Zahera en una escena de El Reino, de Rodrigo Sorogoyen.
Antonio de la Torre y Luis Zahera en una escena de El Reino, de Rodrigo Sorogoyen.

Como en la película El Reino de Rodrigo Sorogoyen, escrita por Sorogoyen e Isabel Peña, que también se adentra sin tapujos en esas tramas, la novela Tierra quemada de Rafael López Vilas (Versátiles Editorial) va de todo esto: del chiringuito español que parecía una juerga sinfín, pero también de todas las víctimas que se fueron quedando por el camino: en las colas del INEM, en las del hambre, en las protestas anti-desahucios…

Una novela imprescindible, un placer de lectura que no puedes perderte. Cruda y reveladora como una luz blanca de cocina, pero delicada y punzante en el relato de los sufrimientos más mundanos, en las miradas, en las palabras no dichas y en los olvidos necesarios. Chapó López Vilas.

Tierra quemada, historias cercanas y vicios mundanos

Tierra quemada comenzó a imprimirse el 20 de noviembre del pasado 2020. Casualidades de la vida o del azar, comparte día de calendario con la muerte en cama de Franco, con el aniversario del fusilamiento de Primo de Rivera y con el día en el que Rajoy ganó sus primeras elecciones en España. Así lo deja publicado López Vilas en las páginas finales de esta excelsa novela que deseamos tenga el recorrido que merece por su calidad y necesaria lectura.

La novela narra la historia de tres amigos: Ernesto Buena Virgen, Ramiro Expósito y Federico Luján. Tres compañeros de colegio que se han distanciado con el tiempo y que vive cada cual en su ciénaga particular. Como telón de fondo, la crisis de 2008, el desfalco público por parte de las élites y el sufrimiento del pueblo.

La España de ‘los nadies’

Como apunta el filósofo y poeta Diego Horschovski en el prefacio del libro: “El calor de las vidas que habitan en Tierra Quemada nos toca de cerca. Es fácil reconocer en estas páginas a quienes podrían ser nuestros vecinos, vecinas, familiares, o a nosotras mismas. Sobre todo, si los lectores hemos pasado por la crisis siendo los ninguneados. Tierra quemada habla de esa España que Galeano podría llamar la de los nadies”.

Todo en esta novela resulta tan reconocible y cercano que parece poner por escrito los pensamientos de una clase social al completo. Esa a la que acusaron de vivir por encima de sus posibilidades por tratar de tener una vida digna.

Como no quiero hacerte spoilers, te dejo algunas frases del libro que revelan muy bien lo qué podrás encontrar en sus páginas. Ahí van.

3 fragmentos destacados de Tierra quemada

“La ruleta del sistema tiene que seguir girando y la bola caerá en el casillero que tenga que hacerlo, aunque para ello (…) haya que deshacerse del croupier”. (Tierra quemada, Rafael López Vilas)

“El negocio era ambicioso, y terciaba una gran cantidad de dinero de por medio y dado que sus ramificaciones debían extenderse a otras áreas del Gobierno madrileño, todos aquellos que participasen tendrían que ser de la máxima confianza. Fue como agitar una pierna de cordero en un banco de pirañas”. (Tierra quemada, Rafael López Vilas)

Por España, por cojones. Para Facundo Salazar no existía nada más satisfactorio que el cumplimiento del deber y la fidelidad a la patria. El dinero que percibía tampoco estaba nada mal”. (Tierra quemada, Rafael López Vilas)

Esperamos que disfrutes de la novela y que nos cuentes en comentarios qué te ha parecido.

Saludos furiosos.