¿Se acerca el Gran Apagón? Las claves del blackout que dejó a España a oscuras
El 28 de abril de 2025, la Península Ibérica experimentó un apagón eléctrico sin precedentes que dejó sin suministro a España, Portugal y Andorra, y afectó parcialmente al sur de Francia. En apenas cinco segundos, se perdieron 15.000 megavatios de generación eléctrica, lo que representó el 60% de la demanda en ese momento. Aunque las causas exactas aún se investigan, se ha descartado la influencia de fenómenos meteorológicos inusuales y ciberataques como origen del incidente. Este suceso ha reavivado el debate sobre la resiliencia de las infraestructuras críticas y la necesidad de prepararse ante posibles crisis energéticas.
Antecedentes de blackout
En 2021 Austria daba la voz de alarma. Su ministra de Defensa, Klaudia Tanner, aseguraba que “la cuestión no es si habrá un gran apagón, sino cuándo”, dando a conocer al mundo que se preparan de forma decidida para un blackout o apagón eléctrico generalizado que, aseguran, podría afectar a toda Europa. Ayer el apagón lo sufrió España, Portugal y parte de Francia… Las crisis de suministros entre las fronteras, el agotamiento de algunas materias primas, tormentas solares, fenómenos atmosféricos extremos y posibles ciberataques son algunas de las claves que podrían llevarnos a este escenario con tintes de ciencia ficción.

El Gran Apagón: ¿amenaza fantasma o riesgo subestimado?
Desde Austria aseguraban (con una probabilidad del 100% en cinco años) que el “Gran Apagón” se produciría no solo en su país, sino en el resto del continente europeo. Por ello, prepararon una infraestructura autónoma y resiliente que les permitirá mantener el país en funcionamiento llegado el blackout. Por el contrario, las autoridades españolas (y no solo las españolas) quitaron entonces hierro al asunto y aseguraban que nuestro país está cubierto y que no contemplan ningún apagón energético.
Sin embargo, ha sucedido, en este 2025 que preveían. Con todo este lío, nos hemos propuesto ahondar algo más en este tema. Sin ánimo de ser alarmistas, vamos a cuestionarnos hasta qué punto el blackout o “Gran Apagón” es una amenaza real o, únicamente, es fruto de una bola de nieve viral bien orquestada.
Las claves del Gran Apagón en diferentes escenarios
De los creadores de “no dejes ni un rollo de papel higiénico en el supermercado”, llegan los compradores compulsivos de hornillos de gas, pilas, linternas, velas y latas de conservas. La venta de este tipo de productos está disparada en España. Se multiplican las búsquedas como “apagón” o “kit de supervivencia”, y es sencillo que lleguen a nuestros teléfonos noticias sobre cómo prepararnos para un futuro que amenaza con irse a negro. ¿Debemos quitarle importancia o el tema es más relevante de lo que puede parecer a simple vista?bComo ya sabemos, Austria tiene preparado un detallado procedimiento de actuación ante un apagón energético.

Expertos y expertas aseguraban que la situación de Austria poco tiene que ver con la española. Nuestro país está rodeado por mar y cuenta con numerosos puertos desde los que importar el suministro a través de buques metaneros. También parece que tenemos el compromiso de Argelia de suministrar gas a través del tubo de Medgaz. Además de contar con alternativas de terceros países, eso sí, con suministros más caros… Pero, entonces, ¿qué ha pasado?
Más allá de la situación española, la realidad es que en el mundo nos encontramos con diferentes puntos de atención informativa. Lugares que arrojan una serie de claves interesantes para tener en cuenta y sobre las que es importante reflexionar.
La crisis se centra en Asia y Europa
En Asia y Europa los precios de la energía están al alza y Estados Unidos mira al viejo continente con expectación y cierta ansiedad. Tal y como informaba el periódico británico The Guardian, China comenzó hace años a experimentar continuos cortes de energía. Se cerraron fábricas de forma temporal o comenzaron a producir en ciertas horas del día a modo de racionamiento energético. Todo ello, debido a la escasez de carbón.
También se han cancelado los espectáculos de luces anuales; los residentes de las zonas más industrializadas han vivido continuos apagones y desde el Gobierno chino han pedido a las industrias que limiten su consumo energético. En consecuencia y para lograr llegar al abastecimiento necesario, se ha aumentado la producción en las minas de carbón del interior de Mongolia. Claro está, con el consiguiente aumento de las emisiones de carbono.
En India, las existencias de carbón están bajo mínimos. Desde el ministerio de Energía han priorizado el suministro energético en la capital, Dehli, mientras que en otras zonas como Punjab ya están en marcha cortes programados que duran hasta seis horas. Según la Autoridad Central de Electricidad de India, casi el 80% de las plantas de carbón del país se encuentran en una situación crítica debido, según dicen, a una mala planificación y a una falta de previsión de almacenamiento. También a las fuertes lluvias monzónicas que han afectado a la minería del carbón en el país asiático.
En Europa; España, Francia e Italia han, al menos, duplicado, y en algunos casos casi triplicado los precios de la energía desde diciembre de 2020. Desde la Unión Europea ya se ha planteado la posibilidad de comprar, entre todos los países de la Unión, suministros de gas de emergencia. Aunque desde la UE son conservadores ante esta decisión.

Suiza y su Gran Apagón
Por su parte, Suiza también ha advertido recientemente de un peligro de apagón dentro de sus fronteras. Así informaba la agencia de noticias Reuters sobre el peligro de apagón suizo en 2025. Motivado, en este caso, por una crisis de suministro entre las fronteras, otra de las claves de este asunto. Suiza advertía que podría sumergirse en la oscuridad durante dos días en 2025 si no conseguían un amplio acuerdo de electricidad con la UE que garantizase un flujo fluido de energía. Tratados como este entre Berna y Bruselas son vitales para países con mayor dependencia energética. De hecho, por la dependencia del país alpino de la red eléctrica europea, parece ser que Suiza ya se encargó de preparar un plan de autoabastecimiento similar al austríaco.
Pero ¿por qué se hablaba tanto del 2025 hace unos años atrás? En 2021 entraron en vigor las nuevas normas europeas que exigían a los operadores de redes de transporte que mantuvieran el 70% de las redes transfronterizas libres para el comercio de electricidad dentro de la UE. Con la conocida como “regla del 70%”, países como Suiza, más dependiente energéticamente, podrían vez cómo se reduce de forma drástica su capacidad de importación de suministros.
2021 y 2025 como años claves
Remontándonos de nuevo a 2021, en Estados unidos se temía que el problema energético llegase a sus costas, mientras el precio de la gasolina y del gas aumentaban significativamente. En Reino Unido se temía una crisis energética que provocase desaceleraciones en la producción y cierres parciales de fábricas.
La National Grid, una de las principales compañías energéticas de Reino Unido, informaba entonces que el riesgo de cortes energéticos había aumentado ese invierno debido al cierre de varios reactores nucleares y al incendio de un cable de alta tensión submarino que importaba electricidad desde Francia.
Hasta el momento, en la mayoría de estos escenarios asistimos a una crisis más de precios que de suministro, aunque no podemos olvidar los cortes energéticos de China o India.
Gran apagón: los otros blackouts
Algunas voces apuntan a que no es tanto un problema de suministro como de posibles ciberataques a las redes eléctricas, tormentas solares o fenómenos atmosféricos adversos, otras amenazas añadidas. Estas son, de hecho, amenazas que llevan años encima de la mesa de gobiernos e instituciones militares.
En 2015, Ucrania sufrió un ciberataque a su red eléctrica. Este mismo año, Estados Unidos también sufrió un ciberataque a su red de oleoductos. El 8 de enero de 2021, Croacia sufrió un fallo en una subestación, provocando una caída de frecuencia, que pudo haber dejado a oscuras a una buena parte de Europa.
Y hay más. El 9 de octubre de 2021, Líbano sufrió un apagón energético de dos días debido a que sus dos principales centrales eléctricas se quedaron sin combustible, lo que, unido al colapso financiero persistente, ha sumido al país en una crisis aún más profunda. En el Líbano, llueve sobre mojado. Son habituales los cortes energéticos programados, normalmente en medianoche, pero no habían durado días completos como el último.

Las renovables ¿Las grandes salvadoras o el origen del problema?
Con el carbón bajo mínimos y las restricciones que plantean los estados a su uso en línea con las medidas de protección del planeta, las energías renovables e hidroeléctricas se presentaban hasta el momento como las grandes salvadoras, pero ya no tanto…
Las energías renovables están en el punto de mira tras el reciente apagón del 28 de abril. Aunque su papel en la descarbonización del sistema energético es incuestionable, su creciente protagonismo ha puesto en evidencia una debilidad: la intermitencia. Fuentes como la solar o la eólica dependen de factores naturales impredecibles, lo que complica mantener una red estable si no va acompañada de una infraestructura de almacenamiento eficiente y una buena gestión de la demanda. Así, mientras algunos señalan a las renovables como una pieza clave para evitar futuras crisis, otros advierten que, sin una planificación adecuada, podrían convertirse en parte del problema.