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‘El beso’, dos almas errantes que se encuentran

La obra de teatro El beso regresa a las tablas del Teatro Español de Madrid después de su éxito durante el pasado mes de diciembre. Esta es la historia de dos desconocidos que, un día de otoño, caminan sin saber que van a encontrarse. Ella va en busca de unos resultados clínicos al hospital de su comarca. Él, supuestamente, pasea en busca de inspiración. El azar les llevará a entrelazar sus vidas y alejarse de su realidad cotidiana.

Isabel Ordaz y Santiago Molero regresan con El beso

El beso, obra del dramaturgo holandés Ger Thijs, traducida y adaptada por Ronald Brouwer, está dirigida por María Ruiz y protagonizada por Isabel Ordaz Santiago Molero. La obra, que estará en cartel hasta el 11 de julio en la Sala Margarita Xirgu del Teatro Español, nos acerca la historia de dos desconocidos a los que, un día cualquiera de otoño, el azar decide ponerles frente a frente. ¿Con qué objetivo?

Isabel Ordaz y Santiago Molero interpretando El beso. Imagen: ©Roberto Carmona.
Isabel Ordaz y Santiago Molero interpretando El beso. Imagen: ©Roberto Carmona.

En El beso vemos cómo estos dos caminantes, cada uno con sus tribulaciones vitales, consiguen sacar el uno al otro de su ensimismamiento. En origen, la función nació como un monólogo para una actriz. Ger Thijs lo escribió inspirándose en el caso real de una amiga que aguardaba con angustia los resultados de una mamografía. En la obra, el camino hacia el hospital se convierte en una especie de peregrinaje. Pero Thijs no estaba satisfecho con este monólogo y añadió un segundo personaje, propiciando así un encuentro entre desconocidos.

Almas en busca de consuelo

“Son dos almas errantes que encuentran consuelo el uno en el otro. Como una conversación entre dos pasajeros en un avión. Entre estos dos desconocidos surge una confianza que, en parte, se establece precisamente porque saben que después no volverán a verse jamás“, explica Ger Thijs sobre esa intensa conexión de hora y media. “Es lo mismo que experimenta el público. Al comienzo de la función, el espectador no sabe más de los personajes de lo que ellos saben el uno del otro; van conociéndose al mismo compás, y eso es bonito”, añade el autor.

En palabras de su traductor y adaptador, Ronald Brouwer: “En encuentros como este, cuando entablas conversación con un desconocido, a veces acabas por abrirte más de lo que sueles hacer. Sabes que, probablemente, no volverás a verlo. Así que este hombre y esta mujer, tan distintos entre sí, caminan y hablan, se provocan y se dejan sorprender”.

Escena de El beso. Imagen: ©Roberto Carmona.
Escena de El beso. Imagen: ©Roberto Carmona.

El beso, el humor como tabla de supervivencia

Ger Thijs construye un texto de diálogos muy ágiles, repletos de cinismo y humanidad, donde el humor se vuelve supervivencia, seducción y curiosidad por el otro. Dos desconocidos, interpretados por Isabel Ordaz y Santiago Molero, son invitados a mirarse, a apoyarse el uno en el otro.

“Ha sido extraordinariamente interesante ensayar El beso con Isabel Ordaz y Santiago Molero, un proceso tranquilo y largo —por la circunstancia covid— en el que hemos ido descubriendo, desvelando los entresijos, la oculta trama de estos personajes, dos almas perdidas, en situación crítica por causas muy diferentes, que se encuentran en medio de la naturaleza, en el paisaje ondulado, un cruce de caminos que es casi como una vida intensa en el curso de unas horas. No me extraña que Isabel se enamorara del personaje y haya peleado hasta conseguir que se hiciera. Ahora mismo no puedo concebir otros actores mejores para este Beso que Isabel y Santiago”, explica María Ruiz, la directora.

El beso es una producción de Teatro Español, Narea Producciones y Producciones Come y Calla. Cuenta con diseño de escenografía de Elisa Sanz, iluminación de Felipe Ramos, vestuario de Sofía Nieto y espacio sonoro de Augusto Guzmán.

Fuente: Teatro Español.

Imagen de portada: ©Roberto Carmona.