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‘El libro de las soluciones’, la nueva locura del director de ‘¡Olvídate de mí’!

La Sección Oficial del Festival de Cine Europeo de Sevilla estrena, El libro de las soluciones (Le livre des solutions), la nueva película de Michel Gondry tras 8 años en la sombra. Una sorpresa casi autobiográfica de lo más hilarante que esboza el proceso creativo de un director de cine ¿brillante pero incomprendido?

Cartel de El libro de las soluciones.
Cartel de El libro de las soluciones.

Michel Gondry estrena su nuevo trabajo desde la comedia más divertida y surrealista que rodea a la figura de un cineasta con miles de ideas por desarrollar. El protagonista Marc parece salido de una coctelera donde el guionista mezcló el más puro narcisismo de un director de cine junto al síndrome del impostor más elevado. Como resultado se obtiene a un personaje de lo más complejo, divertido, agresivo, inteligente, depresivo, obsesivo…con miles de capas que Pierre Niney pone en pie de una forma magistral.

Pero ¿cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia? Michel Gondry ha sido siempre reconocido por su gran obra Olvídate de mí (2004), donde colaboró con su compañero asiduo Charlie Kaufman. Gracias a esta cinta independiente, el director y sus compañeros guionistas se llevaron el Oscar a Mejor Guion Original, así como la fama que esto conllevaba. Pero ¿cómo se sobrelleva esta popularidad siendo el propio cineasta? ¿Y cómo se afronta el proceso creativo de la siguiente película?

El personaje protagonista de El libro de las soluciones, Marc, se construye como una caricatura excepcional del propio director, regalando incluso guiños a su propio trabajo real como es el caso del anuncio de Nespresso con George Clooney. Así como su dedicación al mundo de la música, directamente vinculada con la creación de videoclips de grupos tan populares como Björk o Radiohead.

Pierre Niney en El libro de las soluciones. ©Partizan Films.
Pierre Niney en El libro de las soluciones. ©Partizan Films.

El libro de las soluciones: un MacGuffin descarado e inteligente que vertebra una comedia brillante

El protagonista de la cinta de Gondry, Marc, huye con su equipo de rodaje a un pequeño pueblo donde vive su tía Denise. Allí, el cineasta pretende terminar de rodar y montar su película alejado de la industria cinematográfica y el productor que pretender absorberle haciéndole perder su identidad por el camino. Sin embargo, aunque ese es el tema central, el director francés tiene la gran habilidad de construir un genial MacGuffin en torno a esa cinta en proceso. Porque lo importante no es el resultado que obtenga y estrene en pantalla, sino todo el proceso creativo que le lleva a eso.

Junto a técnicas como la nombrada, también el cineasta recurre a otras como la animación y stop motion, aportando con esta una de las secuencias más divertidas y acertadas del largometraje.

Con este despliegue de recursos, tan locos como excepcionales, el cineasta francés lleva a cabo una reflexión brutal sobre la dificultad de salirse de los márgenes establecidos que constriñen lo que es capitalizable o no. Colorear por fuera de las líneas o pintar el cielo de color rojo es algo que siempre se corrige en la infancia, no obstante, Michel Gondry consigue con su nueva película colorear cada aspecto a su gusto obteniendo como resultado una obra tan personal como divertida, tan extravagante como atractiva.

Entre las digresiones del creador, una de las destacadas es la que da título al filme. Marc, en una de sus discusiones con su montadora Charlotte, tiene la gran idea de continuar un proyecto que abandonó con tan solo el título – metáfora que bien podría hacer referencia al largometraje de Gondry -: “El libro de las soluciones”. Un manual con indicaciones para poder sobrevivir ante las vicisitudes que se le presenten en la vida.

Françoise Lebrun y Pierre Niney en El libro de las soluciones. ©Partizan Films.
Françoise Lebrun y Pierre Niney en El libro de las soluciones. ©Partizan Films.

El libro de las soluciones: Pierre Niney como pilar interpretativo, indivisible de las enormes Françoise Lebrun y Blanche Gardin

El personaje de Marc es de una complejidad inmensa, por lo que requería de un actor que pudiera transmitir todo lo que el director tenía en mente al esbozarlo. La elección de Pierre Niney es perfecta. Intérprete protagonista en películas como Yves Saint Laurent (Jalil Lespert, 2014), en este caso se sale de su zona de confort para enfrentarse a un papel que finalmente lleva a cabo de forma magistral. Las miradas de Pierre Niney que van transmitiendo el vaivén de pensamientos, de digresiones creativas, así como incluso su depresión – y su cambio radical al dejar el tratamiento -, son sobresalientes.

No obstante, este pilar no tendría ningún sentido sin todas las actrices que le rodean y acompañan en cada una de sus peripecias. La piedra angular es su tía Denise, su fuente de ternura, amor honesto y hogar. Y no podían haber hecho mejor elección con la actriz Françoise Lebrun, a la cual ya hemos visto actuar de forma colosal en Vortex (Gaspar Noé, 2021). En su rol como la tía de Marc vuelve a demostrar su gran talento interpretativo aportando una pincelada imprescindible de naturalidad con toques de humor.

El tsunami Marc también arrastra con él a su equipo de trabajo a casa de su tía Denise, equipo compuesto por Sylvia (Frankie Wallach) y Charlotte (Blanche Gardin). Ambas encarnan a dos mujeres que orbitan entorno a Marc y le apoyan con los ojos cerrados en su proyecto, sin embargo, la admiración por el director se ve nublada en algunas ocasiones por su arrolladora y obsesiva personalidad. Una reflexión también imprescindible donde el director francés lleva a cabo una mirada crítica hacia el abuso de poder y la explotación laboral en el mundo del cine – extrapolable a otros ámbitos -.

Pierre Niney en El libro de las soluciones. ©Partizan Films.
El libro de las soluciones. ©Partizan Films.

El libro de las soluciones: un viaje introspectivo hacia lo más profundo de la creatividad

Marc se dibuja como el “conejo blanco” de Alicia que ciertas personas siguen ciegamente, detonando como consecuencia una serie de descubrimientos y aventuras, algunas enriquecedoras y otras no tanto. Su equipo de trabajo, así como su tía lo siguen a ciegas en todo su proceso creativo, lo acompañan y admiran en ciertas ocasiones por su ingenio.

Una de las secuencias más hermosas de la película, donde la admiración por parte de su equipo es indiscutible, representa a la perfección el rápido viaje construido por Gondry desde la risa a la emoción. Esta tiene lugar cuando el protagonista va a componer la banda sonora de la película y se rodea de la orquesta para ello. Su expresión corporal, los movimientos y los acordes musicales, terminan por convertir la secuencia en una experiencia impactante que hace reflexionar sobre el intento de transmitir a la sociedad lo que cada persona siente en su interior.

La salud mental es uno de los tabúes más grandes que ha habido en la sociedad. El sombrerero de Alicia, que el gato denomina como loco, termina por ser estigmatizado por el simple hecho de salirse de la norma, por aportar otras tonalidades a un mundo gris con su excentricidad. Sin embargo, ¿qué sería de la historia del cine sin la llegada del color? ¿y qué sería de la historia del cine sin el trabajo de aquellos/as “locos/as” que se atrevieron a desafiar la norma?