‘Extractos de un diario mágico’, Miguel Sellers y la perspectiva del color

“Extractos de un diario mágico” de Miguel Sellers estará disponible hasta el 29 de septiembre en el Instituto Alicantino Juan Gil-Albert (Alicante). Es una exposición de artes plásticas que muestra un diario de pensamiento traducido en expresión artística. Acercándonos, en consecuencia, a un universo íntimo. Posee una estética en la que el color construye su propio lenguaje.

Extractos de un diario mágico. Miguel Sellers.
Extractos de un diario mágico. Miguel Sellers.

Miguel Sellers, artista alicantino (1982), o MISE, pseudónimo que utilizaba en sus orígenes de artista urbano. Una influencia que se ve reflejada en esta exposición en la que el color sale de la arquitectura del lienzo: la obra te envuelve casi desde el inicio en un lenguaje visual muy concreto, del que te hace partícipe.

Esa influencia también está en el uso que hace de la palabra, a la que también transforma en plástica. La integra por completo dentro de sus composiciones. Al mismo tiempo, mantienen un gran componente poético, tanto en el sentido conceptual como visual, pero sin perder su papel funcional dentro de la composición de la obra.

Extractos de un diario mágico. Miguel Sellers.
Extractos de un diario mágico. Miguel Sellers.

También se encuentran iconos de la época contemporánea que dialogan en la expresión. Los descontextualiza para darles una segunda connotación dentro de la narrativa.

En general, la exposición mantiene un alto grado poético por la integración que, Sellers, hace del lenguaje. Se le intuye en sus diferentes ingredientes, como la forma en la que juega con él dentro de las composiciones, creando un ritmo propio. Habla desde la propia realidad y en ocasiones desde la actualidad, pero dando un segundo punto de vista de estas. Escucha lo cotidiano, lo minúsculo, para dar paso a una arquitectura que reivindica otros modos de pensamiento.

Extractos de un diario mágico. Miguel Sellers.
Extractos de un diario mágico. Miguel Sellers.

Posee una simbología que tiene consecución en las diferentes obras, configurando una narrativa del color, que, además, poco a poco va extendiendo en el espacio. El espectador siente que el color es la perspectiva. Las geometrías y los trazos se van desprendiendo del lienzo agarrándose a los objetos, configurándose de este modo, una arquitectura muy personal.

Tal como expone el comisario de la exposición Bernabé Gómez Moreno, “supone una puerta de entrada al universo del autor, una realidad traducida a través del medio pictórico”. El formato de la obra es solamente un canal o un medio del hilo narrativo. Por ello el nombre de la exposición. Miguel Sellers tiene una capacidad mágica de convertir la experiencia vital en algo único.

Es emocionante encontrar el tipo de espacios que nos ha planteado Sellers. Espacios de paréntesis (por llamarlos de algún modo), de esta época, del arte contemporáneo. Experimentar con el color como principal impulsor del diálogo. Encontrar visiones personales e investigación en los diferentes puntos de vista que supongan aportar a lo común. Reivindicar otras visiones a este tren, que últimamente parece que va sin frenos, y que se llama “vida”.