‘Fleishman está en apuros’, la maternidad y la paternidad en el punto de mira de la serie de Disney+
Hoy llega a Disney+ la miniserie Fleishman está en apuros. La escritora Taffy Brodesser-Akner adapta su novela homónima al audiovisual. Una historia aparentemente basada en los clichés de las paternidades y masculinidades, pero que va rompiendo normas conforme avanzan los episodios. Jesse Eisenberg es el actor que encarna al peculiar Dr. Toby Fleishman, junto a la aclamada Claire Danes como su exmujer, Rachel.
Rachel y Toby se acaban de divorciar y deben compartir la custodia de su hija e hijo. Un argumento que en apariencia parece una obra más sobre las relaciones y los estereotipos matrimoniales. Sin embargo, este es uno de los ejemplos de aquellas narrativas que hay que terminar de ver para comprender su sentido. La audiencia no puede quedarse con el sabor del primer episodio, dado que el avance de los consecutivos es imprescindible para captar la intención real de la autora y creadora.
Toby empieza sus primeros pasos en las citas online con resultados tan locos como divertidos. Un mundo totalmente nuevo para un hombre que ha estado enamorado de su esposa desde que era muy joven. El doctor es el aparente protagonista. Una historia que parece que vuelve a orbitar entorno a la masculinidad del hombre y padre que se ha separado. No obstante, Rachel – su exmujer -, y su mejor amiga Libby, son las dos mujeres que indiscutiblemente vertebran toda la narrativa.
Fleishman está en apuros: una construcción narrativa original para reflexionar sobre el papel de las mujeres y los hombres en la sociedad
Desde el inicio de la miniserie se escucha una voz de mujer como narradora. Sin embargo, el personaje principal que vemos en pantalla es Toby Fleishman, interpretado por Jesse Eisenberg. La voz de mujer cuenta la historia de Toby, de cómo se ha divorciado y ahora lidia con la aplicación de citas online conociendo un nuevo mundo repleto de diversas mujeres. Algo muy similar a la serie española de Netflix Machos Alfa (2022), con la diferencia de que esta última tiene una perspectiva claramente machista. En la miniserie que se estrena en Disney+ las representaciones de masculinidades y mujeres son diversas y van deconstruyéndose conforme avanza la serie.
Lo más curioso es descubrir que, conforme pasan los episodios, la voz de aquella narradora que simplemente vertebraba el discurso, se va convirtiendo en protagonista indiscutible de toda la historia y subtexto. La mejor amiga de Toby, Libby, interpretada de forma sensacional por Lizzy Caplan, se irá convirtiendo en una figura mucho más sólida y compleja cuyo rol es imprescindible para el colofón de la miniserie.
En otro plano está Rachel, la exmujer de Toby, encarnada por la maravillosa actriz Claire Danes, destacada por su papel en Homeland (Showtime, 2011-2020). Su personaje se esboza en todo momento desde la perspectiva de Toby, aportando una imagen de mujer ambiciosa que deja de lado su familia por su éxito laboral y económico. Pero ¿es esa la realidad o solo el punto de vista de él? Con esta idea en mente, la creadora lleva a cabo una narrativa excelente que pone en cuestión el juzgar a las mujeres por la única visión de los hombres, ¿y si nos pusiéramos en el lugar de ellas? ¿Qué ocurriría? ¿Era ella tan mala y él tan bueno?
Fleishman está en apuros: la importancia de los hijos e hijas en el contexto de una separación
Otro de los rasgos más destacables y genuinos de la miniserie es la relevancia del hijo y la hija de la pareja separada. Meara Mahoney-Gross es la pequeña Hanna y Maxim Swinton es el hermano menor Solly. Ambos deben afrontar una situación nada agradable, como es el cambio y aceptación de que su padre y su madre se están separando. ¿Cómo influyen todos los actos de sus progenitores en la personalidad y desarrollo de lo/as pequeño/as?
La creadora se toma su tiempo para construir este aspecto perfectamente perfilado. A través de secuencias claves se reflexiona sobre la vulnerabilidad impuesta de niños y niñas en la sociedad actual, y cómo esto les convierte en seres también oprimidos e ignorados. El futuro de nuestra sociedad termina por ser relegado al olvido porque “son solo niño/as”.
Gracias al impecable trabajo de la autora, Hanna y Solly, que también parecen secundarios al inicio, se convierten en pilares esenciales de la narrativa construida. Porque cuando se dice que Fleishman está en apuros, inevitablemente también el pequeño y la pequeña Fleishman entran en dicha ecuación.
Fleishman está en apuros: Jesse Eisenberg, Claire Danes y Lizzy Caplan en una comedia dramática sobre las maternidades y paternidades
Los dramas y comedias sobre maternidades son múltiples y diversos, no tanto es así con las paternidades. Recientemente, han surgido brillantes retratos de ello como Aftersun (Charlotte Wells, 2022) o Tengo sueños eléctricos (Valentina Maurel (2022). Sin embargo, es más difícil encontrar estos rasgos en una serie de comedia.
En Fleishman está en apuros la escritora Taffy Brodesser-Akner lleva a la pantalla su propia novela, trasladando una paternidad diferente a la pantalla. El techo de cristal y la idealización, el patriarcado y las presiones sobre las madres y padres, las citas online, las amistades, el papel de hijos e hijas en una separación… diversos asuntos son tratados a la perfección en la miniserie de Disney+.
Aunque en apariencia parezca que volvemos a encontrarnos con otra serie más donde la madre es la mala y el padre ahora no sabe qué hacer con su vida, todo irá desmoronándose para volver a construirse, dejando un halo reflexivo muy interesante.