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Jonás Trueba y todo su cine meta-artístico: películas que se miran a los ojos y hablan entre sí

El director de cine Fernando Trueba es uno de los más aclamados a nivel internacional. Ganador incluso en los Óscar el premio a Mejor película de habla no inglesa con Belle Époque (1993). Sin embargo, el apellido Trueba no solo resuena en él, sino que empieza a sonar más fuerte en su hijo: Jonás Trueba. Cineasta que ha dejado de ser “el hijo de Fernando Trueba”, tras construirse de forma exquisita su propio nombre y filmografía inconfundible.

La firma de Jonás Trueba es genuina y característica. Las películas que nacen de su propia mano son perfectamente reconocidas en su sencillez, humor sutil e inteligente, así como sus personajes más peculiares y complejos. Incluso las cintas se miran y hablan entre sí en un juego intertextual hermoso. Un romántico del séptimo arte que en su último filme ha vuelto a demostrar su defensa a las salas de cine y la cinematografía como disciplina artística alejada de lo mainstream, con Tenéis que venir a verla (2022). Una película que merece aparecer este 1 de diciembre en la lectura de las nominaciones a los Premios Goya .

Ordenar de peor a mejor las películas de Jonás Trueba es tarea imposible. Todas sus películas merecen una especial mención. Cada una original en su historia, en sus personajes más peculiares y ricos. Es por ello por lo que no va a ser una lista numerada, sino que daré forma a un puzle donde cada película es pieza imprescindible para la construcción de la figura de su cineasta.

Para reseñar su imprescindible papel dentro del universo cinematográfico es esencial hablar en primer lugar de su hermosa oda al séptimo arte.

Los Ilusos, de Jonás Trueba (2012)

En este filme, el director Jonás Trueba lleva a cabo una obra audiovisual inconmensurable. Una muestra del hedonismo al hacer cine. La cual, además, dará nombre a la productora fundada con Javier Lafuente.

Donde las charlas con amistades, las borracheras, los cafés, la realidad que acontece, en definitiva, son los ingredientes suficientes para dar forma a una película. Mostrando los entresijos del mundo audiovisual. Reflexionando sobre el paso de lo analógico a lo digital. De lo antiguo a lo nuevo. ¿Quién tiene ya un reproductor VHS? Detalles cinematográficos excelentes que construyen una obra artística que resulta un deleite para todos los sentidos.

Uno de los primeros pasos del cineasta hacia un camino perfectamente trazado. Donde el séptimo arte y su calidad siempre está en el centro de todo.  

Mientras escribo, escucho de fondo a Rafael Berrio cantando Siempre somos principiantes. Y aunque no lo haga en orden cronológico, no puedo evitar hablar en segundo lugar de la exquisita película que acogió a este cantante para su banda sonora.

La Reconquista, de Jonás Trueba (2016)

Itsaso Arana y Francesco Carril forman el tándem perfecto para dar forma a la pareja protagonista de este film. Manuela y Olmo se reencuentran después de muchos años. Cuando fueron adolescentes estuvieron enamorados. Pareja de la adolescencia que también está encarnada de forma espléndida por Candela Recio y Pablo Hoyos. Siendo esta primera, la actriz que protagonizará la película documental Quién lo impide (2021).

Con esta primera relación se encuentra una de las conversaciones entre películas del cineasta. Un recurso muy utilizado por el mismo. El actor de La Virgen de Agosto (2019), Vito Sanz, también hace un pequeño cameo en esta cinta. Alguien que pasa desapercibido, pero que parece que ya estaba en la mente del director para ir dando forma a su siguiente película. De hecho, el reparto protagonista de La Reconquista es recuperado en La Virgen de Agosto. Y es que el cineasta tiene la costumbre de recurrir a los mismos actores y actrices en múltiples películas, siguiendo esa línea intertextual que van conformando su filmografía en una sola obra cinematográfica inexorable.

Esta película que rompe los esquemas del cine romántico – como hace el cineasta en toda su filmografía -, es exquisita en cada secuencia. Con un juego cromático y musical que es un deleite para los sentidos. El actor y la actriz, además, llevan a cabo unas interpretaciones espléndidas en su sencillez. Dejando fluir la narrativa como si la cámara estuviera frente a un amigo y amiga que se reencuentran y conversan, sin guion alguno.

La Reconquista. Jonás Trueba.
Itsaso Arana y Francesco Carril en La Reconquista. Jonás Trueba.

Los exiliados románticos, de Jonás Trueba (2015)

Una road trip genuina a todos los niveles. Donde lo más relevante son siempre las conversaciones. Que dentro de su trivialidad suponen un detonante y punto de inflexión vital imprescindible para impulsar el viaje de los tres amigos. Justo antes de La Reconquista, y después de Los Ilusos, Jonás Trueba retoma un grupo de amigos, y sus preocupaciones vitales en relación con las relaciones románticas.

En este caso, nos volvemos a encontrar a Vito Sanz y a Francesco Carril. A este tándem, se añade el personaje de Luis, encarnado por Luis E. Parés. Los tres están impecables en su interpretación, cada uno con su personalidad irremplazable. El viaje que emprenden tiene paradas ineludibles que van enriqueciendo cada secuencia del filme.

La virgen de agosto, de Jonás Trueba (2019)

El calor en agosto en Madrid. Las gotas de sudor que recorren tu cuello. Y las verbenas, también las verbenas. Una atmósfera que Jonás Trueba recrea a la perfección. Junto a la propia actriz protagonista Itsaso Arana, que también escribe el guion.

El personaje protagonista: Eva. Un nombre que tampoco resulta fortuito. La fe, la entropía, el transcurso de la vida, las amigas, los nuevos encuentros, los chacras… Un filme tan filosófico como real que sigue la línea común del cineasta. Esta vez, sitúa a una mujer como protagonista incontestable. Siguiéndola con la cámara a cada paso que da, cada reflexión que tiene y decisión que toma. Aunque, en verano, ¿quién quiere tomar decisiones?

Itsaso Arana en La virgen de agosto.
Itsaso Arana en La virgen de agosto.

Todas las canciones hablan de mí, de Jonás Trueba (2010)

La primera incursión de Jonás Trueba en el mundo de los largometrajes. Piedra angular esencial que asienta los pilares de su línea cinematográfica. Una ruptura, un personaje, en ocasiones, rozando el ridículo. Interpretado por Oriol Vila. A su lado, una Bárbara Lennie brillante. Una reflexión hermosa y peculiar sobre la evolución vital. La superación personal y maduración. Las relaciones románticas, o las relaciones en general. En este caso, el guion lo escribe Jonás junto a Daniel Rodríguez Gascón.

Una historia realista, pero absorbida y esbozada por el mundo de la literatura. El arte dentro del arte. Aspecto también muy característico del cineasta español.

Quién lo impide, de Jonás Trueba (2021)

La canción de Rafael Berrio Quién lo impide pone título a este maravilloso documental. Estrenado anteriormente en FILMIN en varias partes, termina por estrenarse en este único documental. Retomando la canción e incluso la actriz que apareció en La Reconquista.

Un retrato de la adolescencia desde una perspectiva mucho más original que otras obras audiovisuales. Donde la pieza angular son las propias experiencias y reflexiones de los personajes adolescentes. Porque al igual que el sector etario de la tercera edad, la adolescencia también está damnificado en la sociedad. Soportando las miradas que juzgan su manera de actuar. De aquellas personas que en un futuro se convertirán en adulto/as y con los cuales nunca se está de acuerdo.

Esta nueva visión construida por Jonás Trueba es brillante. Aportando un toque fresco y totalmente imprescindible en el ámbito cinematográfico. Y, sobre todo, en la representación del colectivo adolescente.

Jonás Trueba durante el rodaje de Quién lo impide.
Jonás Trueba durante el rodaje de Quién lo impide.

Tenéis que venir a verla, de Jonás Trueba (2022)

Con su última película, Jonás Trueba continúa creando cine para el público que ama la vida y el arte. Siguiendo su línea donde crea películas que remueven las tripas desde lugares comunes. Que transmiten emociones y reflexionan con una cadencia tranquila sobre las experiencias vitales y las relaciones interpersonales.

En este caso, vuelve a recuperar a su elenco de la familia Ilusos compuesto por Itsaso Arana, Francesco Carril y Vito Sanz. Añadiendo también la brillante interpretación de Irene Escolar.

Una cinta que te hace reflexionar sobre la forma de mirar al arte. Y también de mirar la vida. Mirándola a los ojos y reconociendo que, en su imperfección, al igual que en la nuestra propia, podemos encontrar su mayor riqueza.

Algo que, en definitiva, recoge el sentido del cine de Jonás Trueba. Donde el placer por vivir y crear cine se aúna de la mano del director para enriquecer el cine español con su particular y única filmografía.