‘La inevitable ceguera de Billie Scott’: con la vista puesta en Zoe Thorogood
La inevitable ceguera de Billie Scott es la primera novela gráfica de Zoe Thorogood, una de las mayores promesas del cómic actual. Nosotras la descubrimos hace poco por It’s lonely at the centre of the Earth, cuya traducción al español ya ha sido anunciada por Norma Editorial. Encantadas por esta autora, en Las Furias ponemos la mirada sobre Billie Scott y su particular misión a contrarreloj.
La inevitable ceguera de Billie Scott: de diez en diez
Billie Scott es una mujer joven, de apenas 19 o 20 años. Fóbica social y extremadamente introvertida, la mejor forma que conoce para expresarse es a través de la pintura. Incomprendida por sus padres, decide marcharse de casa nada más terminar el instituto y perseguir su sueño de ser artista. Para ello, persevera hasta rayar en lo obsesivo.
Al comienzo de la historia, Billie vive en el número 82 de Bedford Street, en Middlesbrough. Aunque comparte piso con una chica y dos chicos, apenas tiene trato con ellos. Tan solo sobrevive a base de tazas de café y se dedica a pintar, encerrada a cal y canto en su habitación.
Un día, recibe la ansiada respuesta de una importante galería de arte para exponer su obra. En apenas unos meses debe presentar diez pinturas con una temática concreta. Pero ¿cuál? Billie no quiere hacer algo visualmente atrayente pero desprovisto de contenido. Tampoco se siente preparada para abordar ciertos temas sociales de hondo calado. Lo único de lo que realmente sabe es de pintura. De eso y de su propia sensación de aislamiento.
Pero hay algo que a la protagonista de La inevitable ceguera de Billie Scott le interesa de verdad: lo diverso de las personas, con sus distintas características físicas, manierismos, tics nerviosos, decisiones estéticas, etc. De modo que está decidido, Billie va a realizar diez retratos de personas completamente anónimas y a exponerlas ni más ni menos que en el Tate Britain.
Eso, si nada lo impide…
Cuestión de visión
Más tarde, Billie decide salir de casa en busca de inspiración. Al pasar por un solitario callejón, se inmiscuye involuntariamente en un ajuste de cuentas. En la refriega, recibe un fuerte golpe en la cara, antes de salir por piernas.
En días subsiguientes, Billie comienza a ver unas manchas negras que van haciéndose cada vez más grandes y numerosas. El diagnóstico de su oculista es contundente: el golpe recibido ha causado un desprendimiento en su retina, y Billie se quedará completamente ciega en un par de semanas.
Así que ese es el plazo máximo con el que cuenta para completar su obra artística: catorce días y diez retratos por pintar. Armándose de valor líquido (una poco recomendable dosis de vino y whisky), decide tomar un tren a Londres en busca de rostros que plasmar. Como único equipaje lleva diez lienzos, un cuaderno de dibujo, pinturas, pinceles, y apenas cien libras.
El tiempo corre en su contra, así como sus demonios personales. Billie tendrá que vencerlos o dejar escapar su última oportunidad para realizarse en el campo que ama.
En el proceso, se encuentra con una serie de personajes de lo más variopintos. Entre ellos destaca Rachel, una cantautora que noche tras noche intenta tocar en el mismo local, solo para encontrarse con las puertas cerradas. También Arthur, un exmilitar con síndrome postraumático que intenta reconducir su vida en un centro para personas sintecho. Y Cook, un aspirante a escritor que perdió un brazo en un accidente.
A través de ellos y de sus historias, Billie hará lo posible por terminar su obra visual. Y, de paso, pavimentar su propio camino hacia la felicidad.
La inevitable ceguera de Billie Scott: abriendo los ojos
La inevitable ceguera de Billie Scott es el comentario de su autora acerca del arte en general y, sobre todo, como vehículo para el cambio. También un abrazo sentido a todas aquellas personas con la voluntad suficiente como para utilizar su creatividad de forma constructiva, en beneficio tanto propio como ajeno.
Zoe Thorogood se encarga tanto del guion como del dibujo de La inevitable ceguera de Billie Scott. Este luce un aspecto poco pulido (que no poco trabajado), con influencias manga en el aspecto gráfico, una sensibilidad underground en lo que a la historia se refiere, y un cierto aire grunge. En sus páginas presenta una colección de entrañables juguetes rotos, un mosaico de piezas irregulares que, sin embargo, encajan entre sí.
Como no podía ser de otra forma, La inevitable ceguera de Billie Scott afronta, igualmente, problemas de visión: la que tenemos de nosotros mismos y de quienes nos rodean. Y es que no es necesario perder la vista para estar ciego con respecto a los demás.
Mirando a Zoe Thorogood
El cómic fue publicado originalmente el 14 de octubre de 2020 por la editorial londinense Avery Hill Publishing. Su éxito, unido al premio al mejor debut en los Tripwire Awards por Angel, un fanzine de corte autobiográfico, fue la carta de presentación de Zoe Thorogood en el mundo del cómic.
Desde entonces, ha colaborado con dos de las más grandes editoriales americanas: Image (Haha, What’s the furthest place from here, Hack slash: back to school, Joe Hill’s Rain, e It’s lonely at the centre of the Earth) y DC Comics (DC Pride: The New Generation), iniciando una más que prometedora carrera, también fuera de su Inglaterra natal.
La inevitable ceguera de Billie Scott fue lanzado en castellano el 2 de noviembre de 2023 por Reservoir Books, y puede encontrarse fácilmente en librerías.