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Orgullo 2024: 10 películas LGTBIQ+ imprescindibles

La representación del colectivo LGTBIQ+ en el cine ha estado normalmente infrarrepresentado. En la actualidad, se ha observado un mayor progreso de sus construcciones narrativas. Personajes trans, homosexuales, bisexuales… han dejado de ser una quimera en las salas. Pasando a ser reconocidos e identificados del mismo modo que otros personajes normativos.

No obstante, en la mayoría de las películas comerciales, los personajes del colectivo continúan encarnando papeles secundarios. O atravesando narrativas negativas o estereotípicas. Es por ello que continúa siendo imprescindible el nombrar aquellas representaciones acertadas que aportan su grano de arena a la lucha de los derechos del colectivo.

En el mes del Orgullo LGTB 2024, presentamos una lista de diversas películas que abordan distintas identidades de género y orientaciones sexuales desde perspectivas genuinas. Filmes que, además, se desmarcan de los panoramas más mainstream y que, desafortunadamente, han podido pasar desapercibidas.  

Cine LGTBIQ+

10. Alice Júnior (Gil Baroni, 2019)

Las narrativas en torno a los personajes trans han sido históricamente negativas. Sin embargo, en el filme de Gil Baroni se termina construyendo una atmósfera de empoderamiento y esperanza.

El relato se descubre teñido de bullying hacia la protagonista y el rechazo de su identidad en ciertos ámbitos. Sin embargo, la conclusión general termina por lanzar un mensaje positivo a la audiencia. Audiencia que además puede situarse en el espectro de edad adolescente/joven, teniendo así mayor relevancia. Además, las técnicas cinematográficas empleadas transgreden la narrativa visual. Aportando un toque fresco y genuino al conjunto de películas del colectivo trans que lo estereotipan.

9. Carmen y Lola (Arantxa Echevarria, 2018)

Esta película española de Arantxa Echevarria intersecta dos grupos oprimidos socialmente: las personas de etnia gitana, y las mujeres homosexuales. Si bien es cierto que la representación del colectivo gitano no es del todo acertada. La relación entre las protagonistas se construye de forma hermosa. Con interpretaciones de dos jóvenes gitanas que no eran actrices. Rosy Rodríguez y Zaira Morales. Película que, además, contó con la inmersión de la cineasta en la atmósfera que construye y representa. Ofreciendo así un relato más verídico e informado. Dado que no hay nadie mejor para narrar una historia, que aquella persona que la vive en su propia piel.

8. En 80 días (José Mari Goenaga, Jon Garaño, 2010)

El colectivo etario de la tercera edad ha sido generalmente invisible para la audiencia. Encarnando papeles secundarios o totalmente dependientes. Sin embargo, películas brillantes como La cama (Mónica Lairana, 2018) sitúan el protagonismo en una pareja de anciano y anciana y su sexualidad. En este sentido, si a la edad se le añade la categoría de diversidad de orientaciones sexuales, el colectivo se desdibuja todavía más.

Con películas más recientes como Salir del ropero (Ángeles Reiné, 2019) se aborda dicha intersección desde el ámbito de la comedia ligera. Sin embargo, años antes, los directores José Mari Goenaga y Jon Garaño ya lo hicieron con En 80 años.

Una película que construye un ambiente natural y emotivo. Donde las protagonistas Asun y Maite se reencuentran con 70 años. Transitando un camino de exploración de su sexualidad, relación y sentimientos de forma realista y conmovedora

7. Tierra firme (Carlos Marqués-Marcet, 2017)

El cineasta español Carlos Marqués-Marcet destaca por sus películas más humanas. Íntimas y reflexivas. Enfocadas siempre en los personajes y sus relaciones interpersonales. En Tierra firme se construye un relato sencillo y hermoso sobre la relación de dos mujeres lesbianas, Eva y Kat, y el deseo de ser madres. A esta ecuación se le une el papel del mejor amigo de Eva, Roger.

Un trío espléndido que termina por darle forma a una historia honesta y conmovedora. Tan real que incluso provoca alguna risa espontánea en la audiencia. Además, para cerrar el elenco con broche de oro, el director incluye a la gran Geraldine Chaplin en el papel de la madre de Eva. Interpretada esta última también, por la hija real de la actriz, Oona Chaplin.

6. Ma Belle, My Beauty (Marion Hill, 2021)

En la misma línea de Tierra Firme encontramos la más reciente y transgresora Ma Belle, My Beauty. La cineasta Marion Hill debuta con este filme queer e íntimo. Un relato pausado y contemplativo sobre el desarrollo de la relación entre Bertie, Fred y Lane. Con el personaje de Lane, además, se rompen muchos de los estereotipos de género establecidos por el sistema.

Situadas en una campiña francesa repleta de viñedos y una piscina averiada, las protagonistas se desnudan ante la audiencia para recorrer un camino repleto de obstáculos, para perderse y encontrarse en la exploración de sí mismas y la relación entre ellas. Todo esto, además, acompañado por una atmósfera visual exquisita. Gracias al trabajo de fotografía de Lauren Guiteras.

5. Mi nombre es Bagdad (Caru Alves de Souza, 2020)

La protagonista de la película se llama Bagdad. Vive en la ciudad de San Pablo, en Brasil. Su lugar favorito está donde los chicos hacen skate. Así como junto a las mujeres de su vida. La película de la directora Caru Alves de Souza se inspira en la novela Badá, o Skatista de Toni Brandao. Un canto a la sororidad y lo queer. A lo que transgrede las normas establecidas en torno al género. Y todo, además, enfocado en la adolescencia. Un retrato íntimo que entreteje lazos afectivos en pantalla. Así como con la audiencia. 

4. Indianara (Marcelo Barbosa, Aude Chevalier-Beaumel, 2019)

El documental brasileño de Marcelo Barbosa y Aude Chevalier-Beaumel construye un relato fuerte y reivindicativo. La protagonista, Indianara, es una gran adalid del movimiento trans en su tierra. Un ejemplo de resistencia y solidaridad que crea fuertes lazos entre las personas que la acompañan.

El colectivo trans es uno de los más infrarrepresentados en los medios e incluso excluidos en ciertos sectores feministas. Es por ello que resulta de especial relevancia el representar al colectivo trans de forma positiva. Mostrando su rostro más humano. Alejándose de narrativas negativas y estereotípicas. Algo que la cinta brasileña consigue con éxito.

3. Poppy Field (Eugen Jebeleanu, 2020)

La película de Eugen Jebeleanu esboza un panorama sobrecogedor, pero basado en una historia real, sobre la situación del colectivo homosexual en Rumanía. El título traducido al español: “Campo de amapolas”. Un título de gran carga alegórica. Una representación visual del patio de butacas donde se desarrolla el filme.

En este, se plantea una espléndida reflexión sobre el rol de los medios, y en particular el cine, en la lucha por los derechos de los colectivos oprimidos. Del mismo modo que puede funcionar como platea para que las voces que oprimen puedan censurar ciertos contenidos.

Un reflejo estremecedor de la realidad actual en ciertos países. Donde todavía, el colectivo LGTBIQ+ continúa siendo perseguido o discriminado. El cineasta aborda una temática compleja y común desde una perspectiva genuina con estética documental. Emulada de forma excelsa gracias al recurso del grano en la imagen.

2. They (Anahita Ghazvinizadeh, 2017)

Como si de un poema se tratara, la película donde debuta Anahita Ghazvinizadeh, pasea sobre el devenir de los días de le protagoniste. J es une niñe no binarie que atraviesa un tratamiento de hormonas para tener tiempo de decidir cuál es su identidad. Un retrato exquisito que elimina el foco del tránsito o identidad. Situando la cámara en el punto de vista de J. y en su atmósfera afectiva.

En la misma línea que J narra un poema a lo largo de toda la película, y como decía José Saramago: “Tengo la edad en que las cosas se miran con más calma, pero con el interés de seguir creciendo. Tengo los años en que los sueños se empiezan a acariciar con los dedos, y las ilusiones se convierten en esperanza”. Porque no hay una edad correcta para decidir cuál es tu identidad. Ni nada ni nadie puede influir en ello. En They, el mundo interior de J. es el más relevante. Por encima de cualquier cosa.

1. Lingua Franca (Isabel Sandoval, 2019)

Esta película dirigida por Isabel Sandoval es una de las mejores obras LGTBIQ+. Y en particular, sobre el colectivo trans. Con la interseccionalidad en su base fundamental. La protagonista, encarnada por la propia directora, es una mujer trans filipina que debe conseguir la documentación para vivir en Estados Unidos. La etnia y el género interseccionan de la forma más cruda y realista.

Toda esta historia, se envuelve además en una atmósfera visual hermosa. Con composiciones e iluminación que terminan por construir una obra audiovisual queer imprescindible. Conmovedora y esperanzadora. Con representaciones sobre la sexualidad y la identidad que transgreden las construcciones más ortodoxas.