·

‘Little Woods’: el western moderno que descubrió a Nia DaCosta antes de ‘Candyman’

A veces el cine independiente regala pequeñas joyas que pasan desapercibidas, pero que son capaces de resonar durante mucho tiempo. Little Woods (2018) es una de esas películas. Una historia que, bajo su apariencia de thriller sobrio y contenido, revela un poderoso relato sobre la lucha, la desigualdad y los lazos inquebrantables entre dos hermanas que intentan sobrevivir en el corazón más árido de Estados Unidos.

Detrás de esta ópera prima está Nia DaCosta, una directora que desde entonces ha demostrado tener mucho que contar y una mirada propia que merecía ser escuchada. Antes de ser conocida como “la directora de Candyman” (2021) o por haber dirigido la malograda The Marvels (2023), DaCosta dejó su sello en Little Woods, un neo western con mujeres en el centro, que habla de la precariedad, de la América olvidada y de la desesperación cotidiana que muchas veces no llega a los titulares.

Póster de Little Woods.
Póster de Little Woods.

Little Woods: Una historia de supervivencia femenina en el norte de Dakota

Little Woods nos lleva a una pequeña ciudad petrolera en Dakota del Norte. Un paisaje desolador donde el fracking ha dejado cicatrices en el suelo… y en la gente que vive allí. Es un entorno que se siente frío, inhóspito y agotador, como si el lugar fuera un personaje más en la película, uno que está permanentemente en contra de sus protagonistas.

Ahí nos encontramos con Ollie (Tessa Thompson), una mujer que ha estado vendiendo medicamentos recetados ilegalmente para poder pagar las facturas médicas de su madre moribunda. Al inicio de la película, Ollie está a punto de terminar su libertad condicional y parece decidida a dejar atrás su vida fuera de la ley. Pero la situación familiar es complicada. Su hermana Deb (Lily James), madre soltera y sin recursos, se queda sin opciones cuando descubre que está embarazada de nuevo y puede perder la casa en la que ambos crecieron.

La película sigue los intentos de las dos hermanas de salir adelante en un entorno que parece diseñado para empujarlas hacia la marginalidad. DaCosta maneja esta historia sin caer en el melodrama, construyendo una narrativa tensa y sincera que refleja las realidades de muchas mujeres en situaciones similares.

Tessa Thompson es Ollie en Little Woods.
Tessa Thompson es Ollie en Little Woods.

Little Woods: un western contemporáneo sin pistoleros, pero igual de crudo

Aunque Little Woods se presenta como un drama criminal, tiene mucho del ADN del western clásico. En vez de cowboys, tenemos a dos mujeres que cruzan fronteras peligrosas; en vez de duelos a pistola, hay decisiones morales que son casi iguales de letales. Ollie tiene que volver a cruzar ilegalmente la frontera canadiense para conseguir medicinas que vender y conseguir algo de dinero. Esas travesías nocturnas, a pie y en la clandestinidad, son momentos de alta tensión que remiten al imaginario del western, pero desde una perspectiva femenina y muy actual.

DaCosta pone el foco en la violencia económica: los bancos que desahucian, la sanidad privada inalcanzable, la falta de oportunidades laborales dignas. Las pistolas aquí no son necesarias para generar peligro. Es el propio sistema el que dispara contra quienes no pueden seguirle el ritmo.

La relación entre Tessa Thompson y Lily James, el corazón de Little Woods

Uno de los mayores aciertos de Little Woods es la química natural entre Tessa Thompson y Lily James. Thompson se aleja completamente de sus papeles más conocidos (Thor: Ragnarok, Westworld) y ofrece una interpretación contenida y poderosa. Ollie es dura porque ha tenido que serlo, pero DaCosta se encarga de mostrar también sus momentos de vulnerabilidad. Hay una escena en la que Ollie va a una entrevista de trabajo y el rechazo silencioso que recibe es devastador. No hay lágrimas ni gritos, solo un gesto sutil que Thompson borda a la perfección.

Lily James, por su parte, deja atrás la imagen de “chica buena” de Mamma Mia! o Cenicienta. Aquí es Deb, una mujer que ama a su hijo pero que siente que el mundo la está aplastando. James transmite de forma muy honesta el agotamiento físico y emocional de su personaje, el miedo a repetir los errores del pasado y la desesperación por encontrar una salida.

Juntas, las dos construyen una relación de hermanas que es el núcleo emocional de la historia. No es una relación fácil ni perfecta, pero es creíble. Hay amor, pero también reproches, resentimiento y lealtad. Esa complejidad es la que le da a Little Woods su humanidad.

Lily James es Deb en Little Woods.
Lily James es Deb en Little Woods.

La crítica social desde lo íntimo

Nia DaCosta utiliza Little Woods para hablar de la desigualdad y del fracaso de los sistemas de bienestar en Estados Unidos, pero lo hace sin discursos ni lecciones morales. La película muestra, no explica. La falta de acceso a la sanidad es un tema central. Hay un momento brutal en el que Deb se plantea cruzar la frontera para abortar de manera clandestina porque no tiene dinero ni opciones legales seguras. Ese tipo de elecciones forzadas por la precariedad económica atraviesan toda la película.

También hay una mirada crítica a la industria petrolera y al impacto que tiene en las comunidades locales, muchas veces explotadas y luego abandonadas. Todo esto se presenta a través de los ojos de sus personajes, sin subrayados ni dramatismos artificiales.

La dirección de DaCosta: sobriedad y humanidad

En Little Woods, Nia DaCosta demuestra un control impresionante de la narración y del tono. La película podría haber caído fácilmente en el miserabilismo o en el thriller convencional, pero ella opta por la contención. La cámara se mantiene cercana a los personajes, sin artificios. La fotografía de Matt Mitchell refuerza esa sensación de frialdad y distancia que transmite el paisaje, pero también ofrece momentos de calidez cuando las hermanas se acercan emocionalmente.

Es una película que respira realismo, con diálogos naturales e interpretaciones que no parecen “interpretaciones”. Todo tiene un aire auténtico que engancha. DaCosta nos introduce en ese mundo sin juzgar a sus personajes, mostrándolos como personas reales atrapadas en circunstancias complejas.

Little Woods, el comienzo de una carrera prometedora

Después de Little Woods, Nia DaCosta fue fichada para dirigir Candyman (2021), donde mantuvo su enfoque social dentro del terror. Y más tarde, con The Marvels (2023), dio el salto a los blockbusters de superhéroes, convirtiéndose en la directora más joven y la primera mujer negra en liderar una producción de Marvel Studios.

Pero es en Little Woods donde podemos ver la esencia de su cine: historias sobre mujeres complejas, luchas sociales invisibilizadas y una sensibilidad especial para construir empatía desde lo íntimo.

Si todavía no has visto Little Woods, dale una oportunidad. No es solo un thriller. Es un retrato honesto y necesario sobre la América rural, las mujeres que la habitan y los sacrificios que deben hacer para sobrevivir. Una ópera prima que ya anunciaba el talento de Nia DaCosta, una de las voces más interesantes del cine actual.