‘Los Durrell’: la serie ‘feel good’ para el verano
¿Es posible que hubiera un tiempo y un lugar que nunca existieron? Sí, es el tiempo y el lugar del arte, de la creación, del cine y la literatura. Es el tiempo y el lugar inventado o recreado. El tiempo y el lugar de la memoria y de la imaginación. Es el tiempo y el lugar de la serie Los Durrell.
¿Es posible coger una obra literaria y recrearla de tal forma que se convierta en atemporal, incluso en irreal? Una obra de la que se parte para después volatilizarla y crear algo nuevo. Coger a una familia, ya de por sí peculiar, cierto, y convertirla en referencia de un estado del alma. Un estado en el que se rompen las normas y las convenciones para ayudarnos a sobrevivir en el día a día.
Y, aunque todo parece perfecto en ella, los actores, las localizaciones, el diseño de producción, nunca roza el punto de lo no creíble, de la parodia o de la mentira. En realidad todo en ella es honesto y auténtico.
La revelación de 2016
Los Durrell, creada por Simon Nye, fue la serie revelación del año 2016 en Gran Bretaña y se convirtió en una de las más vistas de todos los tiempos, siendo nominada en varias categorías a los BAFTA. Ahora la podemos disfrutar en España gracias a Filmin y Movistar.
Toma como punto de partida la Trilogía de Corfú del escritor y naturalista Gerald Durrell: Mi familia y otros animales, Bichos y demás parientes y El jardín de los dioses.
En ellos relata el tiempo que pasó con su familia en la isla griega de Corfú hasta el inicio de la Segunda Guerra Mundial. Con una literatura preciosista y detallista narra anécdotas de lo más pintorescas no solo de sus parientes, sino de la fauna que va descubriendo y los animales que va recopilando en su particular zoo casero.
En 1935, la familia Durrell, encabezada por la madre, Louisa, seguida de sus cuatro hijos Lawrence, Leslie, Margo y Gerald, se mudaron a Corfú desde Bournemouth, Inglaterra. Todos habían nacido en India y apenas pasaron tiempo en Inglaterra, cuando decidieron que necesitaban un cambio de aires.
La familia real era tan particular como la de la serie. A Louisa le encantaba cocinar y era muy permisiva con las extravagancias de sus hijos; Lawrence, aunque en la serie está comenzando su carrera de escritor, en realidad ya había publicado alguna obra; a Leslie le encantaban las armas y la caza; Margo es cierto que estaba obsesionada con su peso y era muy naíf en muchos aspectos; y por último Gerald, que tenía 10 años cuando llegó a Corfú, era un apasionado hasta el extremo de los animales.
A la familia Durrell la acompañan, además, personajes que también existieron como Spiro (taxista, “conseguidor” de todo lo que los Durrell le piden y, finalmente, amigo), Theodore Stephanides (mentor de Gerald) y Lugaretzia (cocinera y ayudante en la casa); y otros personajes inventados.
En los personajes y el humor está el éxito
La serie está perfectamente estructurada con las subtramas de cada episodio y las tramas principales que se desarrollan a lo largo de cada temporada sirven como aglutinante de las anécdotas que Gerald Durrell relata en sus libros, creando el necesario interés y el suspense justo para que la serie capte la atención del espectador durante cuatro temporadas.
En el reparto se mezclan actores británicos con actores griegos, así como la participación de actores no profesionales, habitantes de la isla que ayudaron a ambientar la Corfú de los años 30 y a dar autenticidad al escenario por el que se mueve la familia Durrell.
El reparto profesional está formado por Keeley Hawes (Louisa), habitual de la televisión británica, Josh O’Connor (Lawrence/Larry), antes de convertirse en el actor británico del momento por su papel de el príncipe Charles en la serie The Crown, Milo Parker (Gerald/Gerry), Daisy Waterstone (Margo), Callum Woodhouse (Leslie), Alexis Georgoulis (Spiro), Yorgos Karamihos (Theodore), Anna Savva (Lugaretzia) y la colaboración de la veterana Leslie Caron como la Condesa Mavrodaki.
Los Durrell: Todos son bienvenidos en la casa verde
Los Durrell es una puesta al día y una recreación de aquella Grecia rural apenas colonizada por el turismo masivo. Un remanso de paz y libertad, por donde pasan personajes estrafalarios y extravagantes desde los peculiares familiares británicos de Louisa, a los amigos artistas e intelectuales de Lawrence (entre ellos un exhibicionista Henry Miller), a los autóctonos habitantes de la isla que tampoco están exentos de rarezas. Ningún personaje en Los Durrell deja indiferente.
Llena de hedonismo y belleza es una serie feel good auténtica, perfectamente ambientada, sencilla, elegante, divertida y emotiva. La belleza del pasado, la pátina de la memoria en una casa destartalada reconvertida en hogar y lugar de encuentro de todo el que pasa por allí. Porque allí todo el mundo encaja, acogidos por la hospitalidad sin complejos de Louisa Durrell, perfecta anfitriona y mejor cocinera.
Tras verla, será difícil no enamorarse perdidamente de la familia Durrell, de su encanto y su glamur atemporal. Será difícil no desear haber pasado alguna vez por la casa verde sobre el acantilado. Será difícil no soñar con el azul vibrante del cielo compitiendo con el mar Jónico en luminosidad y belleza; con los olivos, los caminos polvorientos, el pueblo atemporal, el tiempo detenido. Será imposible no sucumbir ante esta historia de eterno verano, de eterna juventud mental, de eterna bohemia, de eterna libertad.