¿Por qué la cantante Idoia triunfa más que la Coca Cola?
Hacía tiempo que no escuchaba algo que me gustase de verdad. Vas escuchando temas, grupos, solistas… que sí, pero que no. Que están bien, pero que no te acaban de convencer del todo. Vamos, que no te pondrías una canción en bucle varias veces o podrías dejar la mente en blanco escuchándola. Con Idoia es diferente. Consigue que recuperemos la fe en que otra forma de hacer música también es posible en el siglo XXI.
Nacida en Aramaio (Araba), el caso de Idoia Asurmendi es uno de los más llamativos de la escena vasca actual. En abril de 2020 publicó su primer disco, Ilun eta Abar, que se ha convertido en uno de los discos del año. Nada más salir a la venta, en tan solo tres semanas, ya había cerrado su primera gira de 40 conciertos. Ahora, la artista vasca continúa con la presentación de este álbum debut en una gira de invierno que recalará en más de una decena de ciudades de la mano de GPS, INAEM y AIE, y estrena varios videoclips estas Navidades.
Idoia y su gira especial de invierno
Como decíamos, después de la excelente acogida de su primer trabajo musical, ahora anuncia una nueva gira especial de invierno por espacios como el Victoria Eugenia de Donostia, el Kafe Antzokia de Bilbao o la sala Jimmy Jazz de Vitoria-Gasteiz. Una gira en la que, además, se incluye su primera actuación en Madrid, que será en la Sala Cadavra (antigua Costello). Este aterrizaje en la capital, supondrá el salto definitivo al mercado nacional de la artista después de haber triunfado en su tierra.
En esta dirección de apertura hacia nuevos oyentes de su música, hace dos semanas Idoia publicaba el videoclip del tema Viejo refranero. Una canción que conseguirá ponerte los pelos de punta; muy bien acompañada en el videoclip, por cierto, por escenarios naturales y vídeos caseros que nos acercan un poco más a su particular universo. Y es que Idoia es especialista en aunar delicadeza y fuerza en cada tema. En Viejo refranero tenemos una muestra clara de lo que es capaz de conseguir con una guitarra y su voz. Tal y como nos apuntan desde La Trinchera Comunicación, esta canción es un canto a la vida. Una luz optimista del mejor pop, ese que heredamos de la canción de autor.
Entre el pop británico y el folk otoñal vasco
Con el tema Aulki jokoa, Idoia anunciaba su primer disco y ya nos hacíamos una idea de hasta qué punto esta artista dejaría pronto de ser promesa para convertirse en una realidad incontestable. Aulki jokoa (Juego de sillas) es una canción conmovedora que nos muestra el lado más sensible de Idoia. Una melodía al piano que recoge la intensidad del pop británico, a la que suma aire folk otoñal del País Vasco para invadir y rodear un texto de ausencias y amor familiar que te encoge el alma.
Otro de los últimos temas que Idoia nos regala es Munstroa, una de las canciones recién llegadas. En este caso, la cantante juega con los miedos y los afectos hasta acompañarte en una noche donde los pegadizos coros enseñan el camino de salida. Después de repasar varios de los temas de este disco, nos detenemos en Hitzetan con un cambio de tercio. En este caso, Idoia cabalga en el folk americano a ritmo de rhodes. Imposible no subirse a bailar tras un texto de su paisano el bertsolari Xabi Igoa que nombra a algunos de los nombres más importantes de la tradición oral vasca.
Y después de Hitzetan, nos topamos con 25. Artikulua. Un tema redondo, de esos que parecen ser en realidad clásicos o compuestos hace años. Idoia comparte aquí protagonismo con Eñaut Elorrieta (Ken Zazpi). Y seguimos con Mundo al revés, cantado junto a sus hermanas Bea y Nerea, y en el que juega con ritmos de bossa nova y otras latitudes más calurosas. Con Lo kanta, reparamos nuestras heridas del mundanal ruido con esta nana. Una canción de cuna con la que todo se para. Una nana donde aporta sus mejores registros como cantante y pianista.
El disco debut de Idoia continúa con una versión de Viejo refranero grabada junto a la Euskadiko Orkestra en su sede y dirigida por Fernando Velázquez. Este tema es el encargado de cerrar el disco y pone de manifiesto que las canciones de Idoia no tienen límites en arquitecturas sonoras porque albergan lo fundamental: calidad, sensibilidad e historias construidas por su imaginario, o por el de la poeta María Osés.
Como decíamos al comienzo de este artículo, pocas nuevas propuestas musicales de las que llegan a nuestros oídos consiguen que paremos, que nos detengamos a escuchar y a disfrutar como si no hubiera nada más. El caso de Idoia es excepcional y nos hace replantearnos y repensar sobre la necesidad de gestionar nuestros tiempos y espacios. Nos invitan a mirar dentro y a escucharnos para discernir y separar la esencia de lo humano de todo lo añadido y supletorio. ¿Quizá también innecesario? Nos hacen detener nuestra actividad y nuestro tiempo mientras nos arrastramos a bucear dentro de ellas. Ilun eta Abar, su primer disco grabado en los Estudios Muir de Donostia y distribuido por Altafonte, ha sido una de las sorpresas de este 2021.
Fuente: La Trinchera Comunicación