‘Spring Blossom’: El despertar de Suzanne Lindon como cineasta

Festival de cine D’A de Barcelona

Spring Blossom, Seize printemps o Dieciséis primaveras es una película de 2020 dirigida, escrita y protagonizada por Suzanne Lindon, una joven de 20 años que comenzó a escribir el guion del filme cuando tan solo tenía 15.

En el marco del festival de cine D’A de Barcelona (o Festival de Cine de Autor) Filmin emite este largometraje desde el 4 de mayo hasta el día 7, con un límite de visionados de 500 espectadores.

Spring Blossom: Una historia de sutileza

La primera escena con la que se presentan a la protagonista, Suzanne, describe a la perfección cómo es. Un grupo de adolescentes está sentado alrededor de la mesa, beben refrescos o batidos y charlan amigablemente. Pero una de ellas no. Es Suzanne, que ya se distingue del resto del grupo por su camisa blanca extragrande (seña de identidad del personaje) y por estar completamente fuera de la conversación de sus compañeros.

Esta actitud evasiva e introspectiva va a ser en la que encontremos a Suzanne en la mayoría de ocasiones, al menos cuando está rodeada por gente de su edad. No le interesan sus problemas y se abstrae completamente.

Suzanne Lindon en Sprig Blossom
Suzanne Lindon en Sprig Blossom

La joven, de dieciséis años, tiene una relación idílica con su familia. No hay ningún drama parental y tanto sus progenitores como su hermana están libres de conflictos y prestos para darse cariño los unos a los otros. Además, hay un gag que se va repitiendo en varias ocasiones durante el metraje. Se trata de Suzanne haciéndole preguntas extrañas a su padre de madrugada, cuando no puede dormir. Un detalle que da frescura y gracia a la historia y que dibuja la bonita relación que padre e hija parecen tener.

Todo transcurre con normalidad hasta que la joven comienza a ver a un hombre mayor que ella por su barrio y empieza a interesarse por él. Quizá se podría decir que el largometraje muestra también el despertar sexual de la protagonista. Los chicos de su edad la aburren, pero de repente aparece alguien que la hace sentir como no se había sentido antes.

Un amor de primaveral adolescencia

Este hombre, Raphaël, es un actor y trabaja en un teatro cercano a la casa de Suzanne. Comienzan a cruzarse miradas hasta que ambos provocan encuentros fortuitos e inician una relación. La diferencia de edad entre los dos no solo es notoria, sino que al principio de este amorío se recalca, él tiene treinta y cinco años, ella dieciséis.

Pero Spring Blossom no pone el foco aquí. Como sí pasa en Kung Fu Master de Agnès Varda, en cambio en la propuesta de Lindon no hay represalias en cuanto a la diferencia de edad. Simplemente es una historia de amor entre dos personas que se encuentran solas y aburridas. Su entorno no les aporta lo que están buscando y lo encuentran en el riesgo y la emoción de iniciar una aventura.

Sprig Blossom
Sprig Blossom

Los momentos íntimos entre la pareja, que podrían haber sido problemáticos para el espectador al verlos en pantalla, son abordados con absoluta originalidad por la directora. Y es que cuando quedan para verse, además de hablar de sus intereses comunes, en los instantes que deberían ser de mayor intimidad, bailan. Así, el espectador puede interpretar perfectamente lo que está pasando.

Spring Blossom: Hay esperanza para el cine de autor

Suzanne Lindon es tremendamente joven (tiene 20 años) y esta, su primera película, es una maravilla de planos originales, de ritmo pausado sin ser lento, de una fotografía en la que los colores son cien por cien armónicos y transmiten paz.

La historia de la protagonista es una en la que, creo yo, todo adolescente puede verse reflejado en uno u otro sentido. La relación romántica de Suzanne está muy bien contada, con sus altibajos, sus matices, pero siempre narrado de manera sutil y elegante. Sin duda, Spring Blossom trata un tema controvertido, el de un adulto teniendo una relación amorosa con un menor de edad, pero Lindon solo cuenta una historia de amor entre dos personas sin detenerse a pensar si lo que se está relatando es más o menos ético o moral. 

Suzanne Lindon en Sprig Blossom

Spring Blossom es una cinta muy bonita, no usando el término como mediocre o sin más, es bonita, tiene mucho encanto, transmite frescura y originalidad. Que una joven como Lindon haga de esta historia tan delicada su debut en el cine otorga cierta esperanza y hace pensar que no todo son blockbusters y que el cine de autor sigue existiendo y tendrá continuidad en jóvenes como ella.