·

‘The White Lotus’, la temporada 2 de la exitosa serie de HBO se acerca al final, descubre quién muere en Sicilia

Mike White aprovecha el éxito que consiguió en 2021 la serie de HBO y regresa con una segunda parte. El universo diegético del resort White Lotus es el nexo entre ambas temporadas. Con un reparto totalmente diferente que viaja de vacaciones, esta vez, a Sicilia. Solo un personaje repite sus vacaciones de Hawaii, ahora en Europa. Tanya, interpretada por la ganadora del Emmy, Jennifer Coolidge.

Póster de la Temporada 2 de The White Lotus.
Póster de la Temporada 2 de The White Lotus.

La serie The White Lotus fue tan rompedora como exitosa con su estreno en HBO en el verano de 2021. Aparentemente una miniserie con cierre definitivo. Sin embargo, el creador Mike White ha aprovechado la notoriedad de su producto para realizar una segunda parte. El universo de los resorts White Lotus se reparten por todo el mundo. Y esta vez, distintas familias viajan a Sicilia, Italia. Un escenario totalmente diferente al Hawaii de la primera parte. Pero que da juego para seguir construyendo unos episodios riquísimos a nivel narrativo.

Solo un personaje se mantiene como enlace entre ambas partes: Tanya. Uno de los personajes más llamativos, que bien le valió a la actriz un Emmy por su magnífica interpretación. La cual vuelve a sobresalir en la nueva temporada. Junto a ella, su asistente y su nuevo marido Greg – también enlace con la primera parte -.

En el resort de Sicilia, además, encontramos dos parejas estadounidenses que viajan por diversión. Una familia de abuelo, padre e hijo que van en busca de sus raíces, también de Estados Unidos. La plantilla del hotel, que está compuesta en su totalidad por personajes italianos. Y dos amigas, también naturales de allí, que serán uno de los núcleos de ruptura de la tranquilidad de la clase alta estadounidense y su descanso en el resort.

Pero, al igual que se hizo con la segunda temporada, no todo puede quedar en la superficie. ¿Acaso son realmente ellas las que rompen la calma de las familias ricas? ¿o simplemente hacen emerger las miserias que ya traían consigo? Un nuevo viaje hacia los problemas del primer mundo. Desde la sátira más ácida y el humor negro más exquisito. Esta vez, con el foco en las distintas masculinidades.

The White Lotus Temporada 2.
Jeennifer Cooligde es Tanya y sus asistenta Portia está interpretada por Haley Lu Richardson. The White Lotus Temporada 2.

The White Lotus: del colonialismo de la Temporada 1, a las masculinidades más tóxicas y el patriarcado más corrosivo

La serie de HBO no destaca por su delicadeza en el tratamiento de los temas. Todo queda al descubierto, sin tapujos. Pero siempre, con mucho humor. Un humor ácido que lleva ciertas situaciones al extremo más extravagante. Pero siempre, desde la reflexión más crítica que demuestra lo plausible de las mismas. Como un espejo que ofrece a la sociedad su reflejo más aberrante. Todo lo que no queremos ver, construido en la atmósfera más atractiva para la audiencia: la sátira y las relaciones interpersonales. Y sobre todo en esta segunda temporada, el sexo.

Pero el sexo no se aborda como algo banal. Sino siempre envuelto en el contexto real que nunca se mira a los ojos. Y que a través de las redondas tramas que Mike White esboza, es inevitable retirar la mirada de él. Una de las historias más relevantes en este ámbito es la del abuelo, el hijo y el nieto que viajan en busca de sus raíces. Tres hombres, de tres generaciones diferentes. Tres masculinidades ¿totalmente diferentes y evolucionadas?

Bert Di Grasso encarna la masculinidad tóxica más evidente. La generación más antigua, arraigada a la educación heteropatriarcal más corrosiva. Interpretado por un gran F. Murray Abraham que a través de sus declaraciones honestas y claramente misóginas construye un personaje muy acertado. Junto a él, su hijo Dominic Di Grasso. Interpretado por Michael Imperioli, popularmente conocido por su papel en Los Soprano. Finalmente, su hijo Albie que acaba de salir de la Universidad, interpretado por Adam DiMarco. Un triángulo peculiar que tiene un arco narrativo exquisito, donde las masculinidades se van exponiendo en cada episodio, poniendo sobre la mesa una crítica tan evidente como excelente sobre la educación y la perspectiva de género.

El patriarcado Di Grasso. The White Lotus Temporada 2.

Junto a ellos, destacan las masculinidades de Ethan y Cameron. Interpretados de forma excepcional por Will Sharpe y Theo James, respectivamente. Ambos, de nivel económico y clases diferentes, viajan en pareja. Daphne es la esposa de Cameron, encarnada por la popular actriz de The Bold Type Meghann Fahy. Dos parejas que aparentemente comparten aficiones y formas de ser. Pero ¿tendrán las vacaciones de ensueño esperadas? Cualquier cosa puede pasar en las vacaciones del White Lotus. Donde los rostros más ocultos van saliendo a la luz, de la forma más inesperada y extravagante.

The White Lotus: las mujeres dentro del sistema heteropatriarcal, con Tanya en el centro de forma indiscutible

Tanya es el personaje común entre ambos universos. De la primera temporada y su crítica al colonialismo, viaja hasta Sicilia para evidenciar el funcionamiento del sistema heteropatriarcal, y el lugar de las mujeres en este. El papel interpretado de forma sensacional por Jennifer Coolidge tiene muchos matices y capas por descubrir. Uno de los personajes más redondos y complejos que esboza diversas realidades desafortunadas que convergen en una sola mujer.

Además, su personalidad tan peculiar resulta uno de los toques más interesantes y a la vez extravagantes de la serie. Convirtiéndose en el eje vertebral incuestionable, también de la segunda temporada. Junto a ella, destaca su joven asistenta. De nuevo una evolución diacrónica entre generaciones, en este caso entre mujeres. Las cuales tampoco comparten clase social. Una trabaja para la otra, y sus aspiraciones y objetivos en la vida son tan divergentes como quizás, ¿similares?

Junto a ellas, es especialmente destacable el papel de Lucia y Mia. Interpretadas a la perfección por las actrices italianas Simona Tabasco y Beatrice Grannò, respectivamente. Ambas encarnan dos personajes complejos. Tanto por la temática que abordan como por su arco evolutivo. Un espectro de la sociedad bastante polémico, con una crítica subyacente exquisita. Porque al igual que ocurría en la primera temporada, las realidades más evidentes y grotescas, son las que esconden la mayor crítica social. Ambas protagonizan situaciones que pueden tener una doble lectura, pero que está en manos de la audiencia el reflexionar sobre ellas, o simplemente seguir tragando cultura heteropatriarcal sin cuestionarla.

Mia y Lucia en The White Lotus Temporada 2.

Finalmente, junto a las excelentes actrices Aubrey Plaza y Meghann Fahy, que interpretan a las parejas de Ethan y Cameron de la pareja mencionada anteriormente, habría que reseñar el papel de la gerente del hotel, Valentina. Interpretada también de forma excepcional por la actriz italiana Sabrina Impacciatore. Otra de las mujeres que tiene un arco evolutivo muy rico y cuidado.

The White Lotus: El humor negro y la sátira como espacio más acertado para la crítica social contemporánea

Uno de los retos más complejos del audiovisual reside en la representación de ciertas realidades que no queremos afrontar. Realidades que no deberían existir, pero que están ahí. Lo más difícil de la representación de estas es evitar su perpetuación. Evitar caer en los clichés y reiteración de estereotipos.

Sin embargo, el humor y, sobre todo, la sátira social, ofrecen la oportunidad de hacer esto poniendo sobre la mesa una crítica voraz. Pero para ello, se requiere una habilidad narrativa excepcional, algo que Mike White consigue con creces. Quizás, no todo tipo de audiencias entiendan ciertos detalles críticos, pero cualquiera que sigue la evolución de cada episodio, podrá ir desgranando todo lo que esconden los estereotipos más evidentes expuestos en pantalla.

La única representación que parece quedar demasiado descolgada de su argumento es la del colectivo LGTBIQ+. Habrá que esperar al final de la temporada, pero la construcción de los escasos personajes que aparecen reitera ciertos estereotipos bastante dañinos, que no terminan de hacer emerger ninguna crítica subyacente constructiva. Como sí se hace con el resto.

No obstante, es imposible no reconocer el valor de la serie de HBO. La cual brinda la oportunidad a la audiencia de pasar unos minutos riéndose de las miserias de otras personas. Pero ¿acaso no son las mismas que tenemos nosotras? El reflejo aberrante de todo aquello que no queremos ver, pero que nos rodea cada día. Una excelente narrativa, que no está exenta de misterio. Ofreciendo, de nuevo, una segunda parte muy rica que deja con ganas de más. ¿Viajaremos de nuevo al resort White Lotus tras la visita a Sicilia? además de Madame Butterfly, ¿morirá algún personaje en la ciudad italiana? ¿Cuál será el próximo destino?