‘Unpregnant’: De Missouri a Nuevo México en busca de un aborto

Unpregnant (Rachel Lee Goldenberg, 2020) es una película adolescente, no necesariamente para adolescentes por mucho que le cuelguen el San Benito. Está protagonizada por Haley Lu Richardson y Barbie Ferreira.

Ambas chicas eran amigas en el pasado, pero ya no. Haley se ha convertido en la alumna perfecta, la novia perfecta, la hija perfecta y la amiga popular perfecta. Porque sí, el rollo instituto estadounidense de popus y no popus parece que sigue estando de moda. Yo lo veo un poco cansino, pero bueno, si el público lo pide pues que se lo den.

Resulta que Verónica, que así se llama el personaje de Haley, se queda embarazada porque su novio es un cerdo que no la avisó de que el condón se había roto. Ella tiene claro que no quiere tener a ese bebé y decide abortar. Pero, oh, problema, tiene menos de 18 y no puede hacerlo en su estado, Misouri, sin el consentimiento de unos padres que son ultracatólicos y entendemos que provida (que digo yo que todo el que vive es provida, pero ese es otro debate).

Unpregnant: ¿Abortar siendo menor y sin consentimiento?

El caso, que Verónica traza un plan para ir hasta Albuquerque y abortar allí sin que sus padres se enteren. Por el devenir, muy conveniente, del destino acaba embarcada en ese viaje con Bailey (personaje de Ferreira) haciendo un verdadero road trip de miles de kilómetros.

La peli está bien para verla tranquilamente un domingo de estos en los que no te quieres mover del sofá o si no te apetece devanearte mucho los sesos viendo algo más profundo. No deja de ser una película facilona y hasta cierto punto predecible.

Todo está contado en tono de comedia, en su mayor parte, y hay momentos bastante graciosos. Para mí, especialmente, cuando aparece Bob, un tipo muy raro interpretado por Giancarlo Esposito.

Sí es cierto que es una película que plantea un debate que ahora mismo está en ebullición: abortar siendo menor y sin consentimiento paterno. Esto es algo muy personal y que además requeriría informarse y formarse mucho para dar una opinión sólida.

Lo que sí que creo es que una chica de 17 años, en último curso, a punto de la universidad y que es tremendamente responsable, puede hacer lo que considere oportuno con su vida. Quizá por eso precisamente los personajes tienen esa edad y no 15, donde el tema sería más peliagudo aún.

Una película que para un adulto meh, pero que pese a eso es entretenida y pienso que no está mal para los más jóvenes, ya que plantea un problema real de nuestros días al que hay que prestarle más atención y sobre el que hay que concienciar.