Cómo ‘Pesadilla antes de Navidad’ se convirtió en una película de culto

Esta película de Tim Burton (que no es de Tim Burton), se ha convertido en un objeto de culto. Quizá sea porque los niños de los 90 (ya no tan niños) la recuerdan con especial cariño. Sea como sea, Pesadilla antes de Navidad es un clásico de estas fechas, pero hubo un tiempo donde parecía que había pasado desapercibida.

Cartel de Pesadilla antes de Navidad

La idea se gestó a raíz del poema A visit from St. Nicholas, también conocido como The night before Christmas, de Clement C. Moore. Burton estaba ya trabajando en Disney como animador y había hecho su primera obra de este género, Vincent (1982), un cortometraje que sentaría las bases de todo su cine animado. El estadounidense escribió un contra poema transformando el mundo de Moore en el suyo propio: The nightmare before Christmas.

Cuando, años más tarde, se hizo realidad la posibilidad de hacer un largometraje animado sobre este poema, paradójicamente, Burton tuvo que rechazar dirigirla porque se había comprometido a capitanear Batman Returns (1992). Fue Henry Selick (Los mundos de Coraline, 2009) quien asumió la dirección.

A pesar de las buenas críticas especializadas que obtuvo en su estreno, el 9 de octubre de 1993, la recaudación fue de 50 millones de dólares. Esto se consideró como un éxito moderado.

Pesadilla antes de Navidad: Perfecta para un Halloween lleno de nostalgia

La cinta de stop motion fue reeditada en 2006, 2007, 2008 y 2009, llegando a alcanzar, gracias a esto, los 75 millones totales de recaudación. Esta poca caja que se hizo, en comparación con otros estrenos de animación de la época, como Aladdin (1992), contribuyó a que el film se alzara como una película de culto para todos aquellos amantes de una faceta mucho más oscura de Disney.

Algunos niños de ‘Ciudad de Halloween’. Qué bonicos, ¿no?

Probablemente, lo que ha hecho que Pesadilla antes de Navidad perdure en el tiempo, y siga siendo vista en Halloween, son sus característicos personajes y su banda sonora. La angustia vital de Jack Skellington es común a todos y la música de Danny Elfman es una verdadera obra maestra llena de detalles.

Hoy en día, 27 años después de su estreno, se puede encontrar todo el merchandising imaginable con respecto a los personajes que, por otra parte, son perfectamente reconocibles por casi todo el mundo.

Es un caso raro de cómo una idea estrambótica, y despegada totalmente del azucarado Disney, consigue sobrevivir al tiempo mejor que otros grandes éxitos de la compañía. Esto se debe, principalmente, a que Burton supo dejar su idea en manos de unos cuantos genios, que han encumbrado Pesadilla antes de Navidad a lo más alto que puede aspirar una película: sobrevivir al tiempo.