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¿Merecía ‘El buen patrón’ el Goya a mejor película?

Ayer fue la esperada noche de los Premios Goya 2022. Una de las galas más ágiles que se recuerdan. Excelente la dirección de Dani de la Torre, el monólogo de Mariano Barroso, la presencia de Cate Blanchett y la actuación de Luz Casal. Tres eran las películas que prometían repartirse los premios: Maixabel, Madres Paralelas y El buen patrón. Almodóvar se fue de vacío; la cinta de Icíar Bollaín destacó al recibir el primer Goya de Blanca Portillo y la nueva película de Fernando León de Aranoa fue la clara triunfadora al recibir seis cabezones de sus 20 nominaciones.

El buen patrón es una buena película. Dicen que argumentalmente es una secuela en clave de comedia de Los lunes al sol, y para muchos la mejor película de Aranoa. No veo muy claro ninguna de las tres afirmaciones. Especialmente lo de que sea una comedia.

El buen patrón, la comedia de Aranoa

La nueva película de Aranoa nos cuenta la historia de Blanco (maravilloso Javier Bardem), un empresario que posee una fábrica de básculas y que se enorgullece de haber conseguido llegar a donde está por su esfuerzo y de sentir que su plantilla es como su familia. Ambas cosas son mentira. La empresa la heredó de su padre y a sus trabajadores los explota a base de chantajes emocionales. Un manipulador nato, vamos.

Javier Bardem, en El buen patrón.
Javier Bardem, en El buen patrón.

En El buen patrón conoceremos a sus empleados, los encargados de plantar las subtramas de la película. Manolo Solo como la mano derecha de Blanco; Tarik Rmili como el amante de la mujer del personaje de Manolo Solo; Óscar de la Fuente como el despedido rebelde; Fernando Albizu como el segurata bonachón de la empresa o Celso Bugallo como su trabajador más antiguo y ¿querido?.

Los personajes femeninos demuestran ser más inteligentes que todos esos niños con cuerpos de adulto que conforman el plantel masculino. La mujer de Blanco (Sonia Almarcha), es la única a la que no engaña (aunque él crea que sí) y conoce todas las verdades que esconde cada una de las declamaciones de su marido; y Almudena Amor es la becaria que le hace probar su misma medicina.

Sonia Almarcha y Almudena Amor en El buen patrón.

Como si fuera la versión de un vodevil 2.0, todos esos personajes nos harán pasar un muy buen rato y sin duda saldremos contentos del cine, pero no es una película que consiga levantar carcajadas. No es Un pez llamado Wanda, La vida de Brian o Algo pasa con Mary. Me parece más un drama con algunos toques de humor. Como la vida. Como siempre ha sido el cine de Aranoa.

A Familia o Los lunes al sol no les era ajeno el humor. Recordemos a Bardem leyendo el cuento de La cigarra y la hormiga.

El buen patrón y los Premios Oscar

El buen patrón fue la apuesta de La Academia para representar a España en los Premios ­Oscar, finalmente no ha conseguido la nominación. Seguramente que Almodóvar y sus Madres Paralelas habría sido una mejor opción para esos premios, pero quien es unx para discutir a la Academia. Como el hecho de no darle ayer el premio a Penélope Cruz teniendo en cuenta su nominación a los Oscar. Sinceramente, o no han visto la película, o no se entiende.

El buen patrón en cambio sí que ha tenido el apoyo de la academia en su carrera a los Oscar. Sus 20 nominaciones (la película más nominada de los Goya) son un ejemplo.

La nueva película de Aranoa es una buena película, sin duda, y Javier Bardem está espectacular, tan espectacular que evidencia algunos departamentos que, sin estar mal, no llegan a ese punto de excelencia.

Javier Bardem es Blanco.
Javier Bardem es Blanco, en El buen Patrón.

Quizá el ejemplo más importante sea su narrativa visual. La película tiene un corte demasiado clásico y conservador. Tiene sentido y le va bien a la historia, pero no muestra el esfuerzo por hacer un trabajo a destacar, como sí lo hace la interpretación de Bardem.  

El resto del reparto está genial, son unas actrices y actores magníficos, el guion de Aranoa es una delicia y se nota, pero a diferencia de lo que ocurrió con el reparto de los Lunes al sol, tampoco están al mismo nivel de Bardem. Manolo Solo es un genio de la interpretación, pero aún haciendo un gran trabajo, no está en la línea de Bardem ni de sus propios mejores trabajos.

Es curioso que una película sobre un empresario de balanzas y básculas no esté lo suficientemente equilibrada.

El buen patrón.
El buen patrón.

Me hubiera gustado que como ocurría en Los lunes al sol, los secundarios hubieran tenido más tiempo en pantalla. Necesitaban de escenas como las de sudar el tinte de José Ángel Egido o la de pedir el préstamo al banco de Luis Tosar y Nieve de Medina, por poner tan solo un par de ejemplos.

¿Se merece los Goyas?

Qué pregunta, ¿no? Pues claro que sí. El buen patrón no es la mejor película de Aranoa, pero se merece todos los que recibió: mejor película, mejor dirección, mejor interpretación masculina (Javier Bardem), mejor guion original (Fernando León de Aranoa), mejor montaje, mejor música original (Zeltia Montes).

Todos esos premios estaban cantados y fueron tan justos como los cinco Goyas que recibió la genial Leyes de la Frontera. Aún así no debemos olvidar que ha sido un año en el que grandes películas de nuestro cine ni siquiera fueron nominadas y la edad de los académicos que suelen votar no acaba de valorar el riesgo creativo ni la juventud de muchxs directorxs.

También fueron una alegría los premios a Zeltia Montes por la música original, Clara Roquet por su maravillosa Llibertat, María José Llergo a mejor canción, o el de Vanessa L. Marimbert a mejor montaje. Premios que históricamente se les ha otorgado solo a hombres.

Zeltia Montes.
Zeltia Montes.

Tengo la esperanza de que en las siguientes ediciones se siga por este camino, pero apostando más por el riesgo y la originalidad, ambas características fundamentales del arte; que haya más películas con equipos femeninos y/o dirigidas por mujeres; que Javier Bardem ruede más películas en España y siga subiendo el listón al resto de los actrices y actores del país; y que Fernando León de Aranoa siga escribiendo y haciendo de su cine un ejemplo de calidad, gusto y buen hacer.

Saludos Furiosos.