‘El Escuadrón Suicida’ le patea el culo al binomio Marvel/Disney
Llegué a El Escuadrón Suicida de James Gunn, con las expectativas muy bajas. ¿Por qué? Por El Escuadrón Suicida (2016) de David Ayer, que me pareció un auténtico despropósito y porque no soy muy fan de las pelis de Los Guardianes de la Galaxia.
Me explico:
El primer motivo es muy sencillo, solo hay que ver la peli de El Escuadrón Suicida de 2016 y después poner en comentarios lo que os ha parecido. Ya me contaréis…
David Ayer era un director de cintas de acción callejeras sobre polis, pandillas o militares. No supo qué hacer con su Escuadrón Suicida, aunque ahora no deje de pedir su director’s cut de la cinta a lo Zack Snyder.
Por lo visto le remontaron la peli y no le dejaron hacer lo que él quería. Aún así, no creo que su versión del director mejorara mucho la desastrosa película que pudimos ver en los cines. David Ayer, no eres Zack Snyder.
El segundo motivo tampoco es muy complicado. Los Guardianes de la galaxia Vol. 1 y Vol. 2 de James Gunn, en contra de la opinión general, no me parecen ni tan divertidas ni tan buenas como al resto de los mortales.
Los chistes de esas películas (chistes ridículos e infantiles del mundo cinematográfico de Marvel) no me hacen ningún tipo de gracia. Chris Pratt no me acaba. Solo me gustó en la serie Everwood (plataformas, ¡metedla de una vez en vuestro catálogo!).
Soy lector de cómics y los Guardianes de los cómics Marvel tampoco me gustaron nunca. Personajes como Groot, Mantis o Gamora nunca me han gustado. Drax el destructor, en cómic, y guionizado por Jim Starlin, sí que molaba pero, por desgracia, en la película no tiene nada que ver con su versión del noveno arte.
Explicados los motivos de mi falta de expectación por la nueva película de James Gunn, os explicaré por qué su versión de El Escuadrón Suicida creará tendencia.
El Escuadrón Suicida de James Gunn
James Gunn es un director muy talentoso y gamberro. De esos que intentan provocar, que trabaja con cierto riesgo, de los que les gusta hacer alguna que otra travesura cinematográfica.
Dos buenos ejemplos de eso son sus películas: Slither: La plaga (2006) y Super (2010). Una es una comedia alienígena zombi y la otra una subversiva peli de superhéroes sin poderes y con mucha mala leche. El Escuadrón Suicida tiene mucho de ambas.
AVISO: a partir de ahora va a caer más de un SPOILER.
La película comienza con la fantástica presentación del personaje interpretado por Michael Rooker, el supervillano, Savant.
A partir de ahí nos cuentan como el personaje interpretado por la infalible Viola Davis, ha seleccionado y chantajeado a un grupo de supervillanos encarcelados en Belle Reve, una cárcel de alta seguridad, para que hagan una misión suicida en una isla/país latinoamericano.
En ese grupo, además de Rooker también encontramos a otros actores fetiche del director como Nathan Fillion o su hermano Sean Gunn que interpreta a una comadreja humana. Hay supervillanos muy conocidos como el Capitán Boomerang, Javelin o Harley Quinn.
Bien, ¿no? En muy pocas escenas, James Gunn consigue que nos encariñemos de sus personajes y que los queramos ver metidos en faena. Especialmente al personaje de Michael Rooker.
El grupo vuela hacia la isla y una vez llegan allí, sin preámbulos, comienza la acción. Las escenas son de extrema dureza. Con mucha sangre, cortes, cercenamientos y cuerpos estallando. En ese grupo hay supervillanos con poderes ridículos y otros con interesantes talentos, pero al final todo se tuerce y… mueren. Mueren de una forma salvaje y brutal. Mueren todos menos Harley Quinn y el Coronel Rick Flag.
Una declaración de intenciones por parte de James Gunn. Desde ese momento ya sabemos qué tipo de película vamos a ver.
Gore, estrellas marinas espaciales y zombis
Cuando conseguimos cerrarnos la boca por todo lo que hemos visto en sus primeros 15 minutos, descubrimos que hay otro grupo de supervillanos en el que se encuentran los protagonistas de la película, el auténtico Escuadrón Suicida.
Estos también han sido chantajeados por la psicópata Amanda Waller (Viola Davis) capaz de hacerlo todo por su país.
Es el momento de conocer la trama de la película. El Escuadrón Suicida ha ido a la isla Corto Maltese (isla ficticia creada por Frank Miller para su Batman Dark Knight y nombre del famoso personaje de los cómics de Hugo Pratt) a controlar/eliminar algo que descubrieron astronautas americanos pero que ahora controla el gobierno de la isla. Starro, una estrella marina galáctica gigante con el poder de segregar pequeñas estrellas marinas que se adhieren a los rostros de los humanos convirtiéndolos en auténticos zombis.
Igual que las babosas alienígenas de su peli Slither.
Esa misión se la encomendaron a dos armas vivientes, Bloodsport y Peacemaker (Idris Elva y John Cena), una chica que controla a las ratas, Ratcatcher II (Daniela Melchior), un hombre que lanza lunares (en serio), Polka-Dot Man (David Dastmalchian) y un tiburón humano al que le pone voz, Sylvester Stallone, King Shark. A estos se les unirán los supervivientes Harley Quinn y el Coronel Rick Flag (Joel Kinnaman).
Como demuestra la escena en la que el Escuadrón Suicida va a “liberar” al Coronel Rick Flag de un grupo militar en la selva, sus formas son bestias, descontroladas, salvajes, sangrientas, radicales y algunas veces profundamente estúpidas. sus antihéroes beben directamente de su peli, Super pero, ahora, sí, con superpoderes.
Ni Deadpool, ni The Boys, ni Kick Ass: El Escuadrón Suicida
La película es mucho más violenta que la del mercenario bocazas de Marvel, que la serie de Prime vídeo y que las pelis de Kick Ass. Su violencia es más bestia. Es gore, ya que además de mostrar todo lo que te puedas imaginar cumple la particularidad de hacer reír.
Es una película mucho más divertida que las que citaba en el párrafo anterior. El guion es mucho mejor, sus bromas, a diferencia de las de las películas de Marvel, sí que hacen gracia. No es una película para niños y no aburre o desfallece en ningún momento.
Su ritmo es endiablado. Sus dos horas pasan volando. Los personajes están muy bien interpretados por parte de todo el reparto. Se nota que se lo están pasando pipa.
Especialmente John Cena, Idris Elva y Margot Robbie que (ahora sí) está excelente como Harley Quinn, mucho mejor que en la versión de 2016 o en Aves de Presa (2020).
Estoy convencido de que James Gunn es el que mejor se lo ha pasado. Se nota que ha hecho con completa libertad todo lo que ha querido. Su peli, además de ser súper divertida, colorida, violenta, sorprendente y espectacular, está muy bien rodada.
Escenas de acción como la del comienzo de la peli, la liberación del Coronel Rick Flag, la escena de amor de Harley Quinn con el presidente de Corto Maltese, la escena de huida de Harley Quinn o la escena final son un prodigio virtuoso preciosista técnica y artísticamente genial.
No le encuentro ningún pero, la verdad.
Por cierto, ha sido un gusto encontrar como el villano de la función (o uno de ellos) a Juan Diego Botto. Nuestro actor, lejos ya de Las historias del Kronen y de Martín Hache, nos regala una escena con Margot Robbie, maravillosa.
Conclusiones
Si lo que buscas es una peli de superhéroes diferente, divertida, adulta y muy bien hecha. Paga la entrada, no te arrepentirás.
Te encontrarás con una película destinada a cambiar la forma y el tono del cine súper heroico, con una selección musical que no te cansarás de escuchar y que además de su disparatada historia y de cameos como el de Taika Waititi, también nos habla de temas tan actuales como los militaristas gobiernos latinos, el descarnado imperialismo de EEUU, la sublevación de los pueblos o de los trabajadores con sus superiores e incluso de la comunicación entre especies.
Ojalá que quede algo de este James Gunn en Los Guardianes de la galaxia Vol. 3, aunque no creo que eso pase… Vuelve a visitar el universo DC, Gunn, hazlo por nosotr@s muchacho.