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‘Culpa’: Manuela Vellés y la cultura de la violación

Hoy se estrena Culpa, la nueva película del productor y director, Ibon Cormenzana (Alegría Tristeza). Una película coescrita y protagonizada por la actriz Manuela Vellés (Caótica Ana). Además, Filmin la estrenará en exclusiva en plataformas digitales el próximo viernes 13 de mayo, prácticamente una semana después de su estreno en cines.

En Culpa, seremos testigos de cómo Anna, el personaje que interpreta (o, mejor dicho, vive) Vellés, tras ser víctima de una violación, intenta escapar de todo lo que la rodea y de sí misma. Anna decide refugiarse en una cabaña de la montaña. Lo deja todo, pareja, familia, trabajo y amigos. Solo mantiene contacto con Joan (Luis Hostalot), el propietario de la cabaña, cuando baja al pueblo a pagarle y a buscar alimentos.

Manuela Vellés en, Culpa.
Manuela Vellés en, Culpa.

Anna pasará muchos meses en esa cabaña. Luchará contra un creciente sentimiento de vergüenza y culpa que hará mella en su estado emocional. Mientras tanto, un hijo no deseado crecerá en su interior.

La soledad, el aislamiento y el propio aprendizaje que le otorga la naturaleza, la empujarán a tomar decisiones que serán difíciles de digerir para el espectador y generarán debate.

“Un rodaje es como un parto”

Cormenzana y Vellés son pareja en la vida real y aprovechando el segundo embarazo de Manuela, decidieron filmar la película. Culpa es una film rodado de forma artesana y a fuego lento. Durante meses, lo fueron rodando en fines de semana y con un equipo reducido de tan solo cinco componentes.

Se podría pensar que esa forma interrumpida de rodar podría perjudicar el camino espiritual y de lucha por el que tiene que pasar el personaje de Vellés. Pero no fue así. Viendo la película, da la sensación de que todo se ha hecho con las jornadas y los tiempos normales de cualquier producción cinematográfica. Solo cuando vemos los evidentes cambios físicos de la actriz, es cuando nos damos cuenta de lo real de la historia que se nos está contando y del generoso trabajo de interpretación de Manuela Vellés.

Manuela Vellés en, Culpa.
Manuela Vellés en, Culpa.

La pareja reconoce que la película puso contra las cuerdas en muchos momentos su propia ambición: “Al principio discutíamos de forma apasionada. Eran procesos creativos muy complicados a los que no estábamos acostumbrados siendo pareja. Poco a poco fuimos encauzando la historia y preparándonos mentalmente para el rodaje”, explica Vellés, que reconoce que “ver su barriga crecer durante la filmación mientras interpretaba a un personaje en unas circunstancias tan extremas llegó a confundir mis emociones”.

Para Cormenzana, este es uno de los mejores trabajos de Vellés: “He visto a una actriz entregarse sin filtros, bella y sincera. Valiente y descarnada”. La intérprete reconoce que no podría haberse enfrentado a un reto así con otro director al frente: “Ha sido un viaje profesional, artístico y personal, que no podría haber hecho nunca si no hubiera ido de la mano de Ibon.”

Violación y maternidad

Muchas son las películas que han tratado ambos temas, algunas con más suerte que otras. En Culpa vemos una violación rodada en un plano secuencia sin cortes, resulta imposible no recordar la violación de Irreversible, de Gaspar Noé. Sin duda, la violación de nueve minutos interpretada por Mónica Bellucci es una de las mejor rodadas y de las que cuesta más mantener la mirada.

El año pasado pudimos descubrir en el Festival de Sitges, Violation, un nuevo referente del cine de terror independiente que consigue que presenciemos algo que nos han contado muchas veces, teniendo la sensación de que es la primera vez que te lo muestran. Promising young woman es otra excelente y reciente cinta en la que también se aborda el tema. Ambas películas dirigidas por mujeres.

Culpa.
Culpa.

Famosas son las violaciones de las setenteras I Spit on Your Grave, The last house on the left o de Straw Dogs (Perros de paja). Ingmar Bergman también trató el tema en su maravillosa El manantial y la doncella y en el mundo de las series, I may destroy you, en la que la la propia creadora, co-directora, guionista y protagonista ha sufrido una violación, ha sentado cátedra. Una de las películas más famosas sobre el tema y en la que se hace una ácida crítica sobre la visión de la sociedad ante la agresión sexual, es la inoblidable The Accused, en la que Jodie Foster logra una de sus mejores interpretaciones.

En el cine también podemos encontrar representaciones de la violación masculina y una de las más duras se puede ver en Deliverance, de John Boorman.

En nuestro cine, una de las mejores aproximaciones al tema la encontramos en Elisa K, de Judith Colell y Jordi Cadena.

La maternidad también ha sido un filón para la creación de historias en el mundo audiovisual. Dos buenos ejemplos son las serie de Leticia Dolera, Vida perfecta o Tully, con Charlize Theron. En nuestro especial del Día de la Madre podéis encontrar más peculiares ejemplos.

Como curiosidad, comentar que en un momento de Culpa, su protagonista está viendo en el cine Madre, de Rodrigo Sorogoyen.

El regalo de Manuela Vellés

Culpa es un regalo. Que haya conseguido exhibirse en cines una película de corte tan independiente, en la que se traten temas tan incómodos como los que ya os hemos contado y una mujer sea la protagonista, es algo para resaltar y no desaprovechar la oportunidad de ir a verla en pantalla grande.

Una parte importante de que Culpa sea un regalo, es la maravillosa interpretación de Manuela Vellés. Una actriz que a un servidor ya le dejó noqueado con su interpretación en Secuestrados, de Miguel Ángel Vivas.

Culpa.
Culpa.

En está ocasión se supera y nos ofrece su mejor interpretación hasta la fecha. Un ejemplo de cómo el desnudo interior puede eclipsar al exterior. De cómo la verdad surge con fuerza cuando el trabajo está bien hecho. Cuando dejas que las emociones sean tus palabras. Sean tu lenguaje.

Culpa es una película que debería marcar un antes y un después en la carrera de Manuela Vellés. Una película valiente, cruda e interesante, cargada de debate y crítica.

Muchos dirán que que si la protagonista se hubiera tomado después de la violación una “pastilla del día después”, se habría resuelto el “problema”. Otros dirán que no hubo violación. Muchos no estarán de acuerdo con su final. No importa. Lo que ocurre en Culpa lo genera una agresión sexual y las decisiones de Anna, son solo de Anna.

Saludos furiosos.