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‘Feel Good’, un San Valentín mucho más queer con esta extraordinaria serie de comedia de Netflix

En Netflix están disponibles las dos temporadas de Feel Good, una maravillosa serie que tiene como protagonista una relación romántica queer. La protagonista se encarna a sí misma en esta ficción cuasi-autobiográfica. Mae Martin, guionista y protagonista, es una humorista canadiense que salta a la ficción de forma brillante, interpretando el papel de alguien construyendo su identidad de género. Mientras, se enamora de George, una mujer que era heterosexual, hasta que conoce a Mae y su vida se pone patas arriba.

Póster de la serie de Netflix, Feel Good.
Póster de la serie de Netflix, Feel Good.

En 2020, la humorista canadiense Mae Martin estrenó la primera temporada de la serie Feel Good, disponible en Netflix. Con episodios de tan solo 30 minutos, la guionista y también actriz protagonista, convierte en el leitmotiv de su serie el “reírse de una misma”. Junto a ella, Joe Hampson en el guion y Ally Pankiw en la dirección, construyen una serie de comedia magnífica donde se habla sin tapujos sobre temas como las adicciones, la identidad de género y la diversidad de orientaciones sexuales.

En el primer episodio la humorista canadiense Mae, que vive en Londres, conoce a George en uno de sus stands-up. George, es heterosexual, al menos hasta el momento, pero al conocer a Mae todo en su vida se pone patas arribas. La homosexualidad y la bisexualidad son orientaciones sexuales que han sido tabú durante años, sobre todo esta última. Sin embargo, en esta serie se rompe cualquier molde que lo constreñía, flexibilizando las etiquetas hasta el punto de ser simplemente categorías para encajar en el mundo, pero que no definen quién eres. Una comedia donde las etiquetas caen por su propio peso a golpe de carcajada.

Charlotte Ritchie es George y Mae Martin interpreta a Mae en Feel Good.
Charlotte Ritchie es George y Mae Martin interpreta a Mae en Feel Good.

Feel Good: las adicciones y dependencias románticas, otra droga contemporánea

Junto a Joe Hampson, Mae Martin escribe esta extraordinaria comedia donde reconstruye su propia experiencia. Si las representaciones audiovisuales son un reflejo de la realidad, en este caso lo es más que nunca, siendo además un gran ejemplo de cómo visibilizar e influir en las construcciones identitarias. Es complejo que la sociedad pueda mostrarse tal y como es sin verse reflejada en ciertas imágenes audiovisuales. En este caso, una serie de Netflix habla sin tapujos sobre la diversidad de identidades, sobre estar perdido/a en el mundo, e incluso sobre las adicciones y drogodependencias.

Le propie Mae Martin – persona de género no binario -, describe su personalidad como “adictiva”, algo que se refleja a la perfección en la teleserie. En este caso, además, no solo se habla sobre la adicción a las drogas como tal, sino que se reflexiona sobre el amor como una posible droga que te convierte en dependiente. Una droga que puede absorberte hasta tal punto de convertirse en tóxica por no poder vivir sin la otra persona.

De este modo, la serie de Netflix muestra cómo las representaciones del mito romántico pueden modificar las vidas y personalidades de ciertas personas – sino de todas -, desmoronando sus relaciones hasta el punto de definir la co-dependencia como una de las drogas contemporáneas más peligrosas.

Feel Good.
Feel Good.

Feel Good: el oxímoron queer vertebra la narrativa de la serie de Netflix    

Reírse de una misma no es tan sencillo como parece. Al igual que tampoco lo es construir narrativas que hablen sobre feminismo o el colectivo LGTBIQ+ desde la comedia sin mofarse de ello. Feel Good es una de las mejores representaciones queer que hacen honor a su definición.

El término queer hace referencia precisamente a la eliminación de otras etiquetas. Un oxímoron en sí mismo que categoriza a aquellas personas que no quieren etiquetas, buscando así la ruptura de todo lo normativo desde dentro de las propias normas. En este caso es paradigmático cómo Mae Martin encarna a esa identidad que no encaja en la sociedad actual, y lo solventa a través de sus adicciones – ya sea hacia las drogas o el amor -.

Junto a ella emerge el personaje de su pareja George, encarnada de forma sobresaliente por Charlotte Ritchie. Desde un universo totalmente diferente al de Mae, ella también trata de encontrar su sitio en la sociedad. Una mujer blanca de clase media-alta que durante toda su vida se ha presentado a la sociedad como heterosexual. Al conocer a Mae todo se pone patas arriba mientras va descubriendo y reconstruyendo su orientación sexual e identidad de género. Ambas forman un tándem genial y divertido, repleto de circunstancias adversas envuelto con risas honestas.

Feel Good.
Feel Good.

Feel Good: un San Valentín diferente con una serie de comedia queer excepcional

Las comedias románticas son un must el 14 de febrero. Las cadenas de tv, las plataformas de streaming e incluso los anuncios, redireccionan su rumbo hacia las historias románticas que parece que solo son relevantes en dicha fecha. Así, entre tanta oferta de “comida basura”, Feel Good destaca en Netflix como una de las opciones más frescas y diferentes para este marcado día.

Tal y como la propia teoría queer dictamina, el uso de esta serie desde dentro de lo mainstream – tanto plataforma como día de San Valentín -, podría ser una de las mejores opciones para dinamitar los moldes desde el centro hacia los márgenes.

Una serie de episodios de 30 minutos que se consumen muy rápidos, y construyen dos temporadas exquisitas repletas de risas, y también alguna lágrima. Al más puro estilo Fleabag (Amazon Prime, 2016-2019), las preocupaciones contemporáneas, las desgracias de otros personajes y el reírse de una misma, se convierten en los mejores ingredientes de una pieza audiovisual sobresaliente.