‘La chica de nieve’, llega a Netflix la adaptación del bestseller de Javier Castillo sobre la desaparición de una niña en la cabalgata de Reyes
La chica de nieve, la famosa novela del escritor malagueño Javier Castillo, llega a Netflix el 27 de enero en formato audiovisual, y de la mano de los creadores debutantes Jesús Mesas Silva y Javier Andrés Roig. Una trepidante historia de suspense, detonada por la desaparición de una niña en la cabalgata de los Reyes Magos de Málaga en 2010.
El 6 de enero de 2010 tiene lugar un suceso terrible en Málaga. La pequeña Amaya Martín de 6 años desaparece entre la multitud. La inspectora Millán, encarnada por una brillante Aixa Villagrán, será la que moverá cielo y tierra para resolver el caso. En paralelo, una trama tan común como atractiva. El periodismo en una carrera de fondo con la policía.
La estudiante de periodismo Miren, personaje interpretado por Milena Smit, ha empezado sus prácticas en el Diario Sur. El caso de Amaya se le presenta como la historia perfecta para dar sus primeros pasos en el mundo del periodismo. Junto a ella, el periodista y profesor Eduardo, interpretado por José Coronado.
El thriller español y el drama audiovisual se ha ido construyendo desde la literatura de forma excelsa en estos últimos años. Con series como Patria (HBO, 2020), Dime quién soy (Movistar+, 2020), El inocente (Netflix, 2021) o La novia gitana (Atresmedia Player, 2022-). La chica de nieve, que llega a Netflix el 27 de enero, sigue los mismos pasos.
En la misma línea que La novia gitana, el caso de la adaptación de la novela de Javier del Castillo parece dibujar una línea más larga. Que abarca no solo esta primera temporada de 6 episodios, sino aquellas extensiones que forman parte de su saga de novelas. El escritor malagueño, aclamado por su escritura, da el salto a la pantalla con su historia de La chica de nieve. Una adaptación libre que traslada el escenario literario de Nueva York a la Málaga natal del escritor.
La chica de nieve: un thriller trepidante con un subtexto tan escalofriante como real
La desaparición de la pequeña Amaya Martín es el detonante de la historia que acontece. La cual da forma a un thriller trepidante. Una construcción narrativa excelsa que mantiene en vilo a la audiencia de principio a fin. De forma paralela, se desarrollan dos líneas de investigación sobre el caso. Una desde el ámbito policial con la inspectora Belén Millán al mando. Y otra en el periodístico, con Miren como investigadora incesante. Esta última, periodista en prácticas en el Diario Sur.
Su juventud y frescura en la profesión se acompaña de la veteranía de su compañero y profesor Eduardo. Interpretado por José Coronado. Un personaje secundario, que quizás no resulta imprescindible. Sobre todo, por la desacertada connotación que se insinúa, en relación con la perspectiva de género aplicada. Así, la incuestionable protagonista de la investigación es la joven Miren. La cual, a lo largo de los años esbozados no tira la toalla en la búsqueda de Amaya Martín.
A pesar de que La chica de nieve aborda diversas subtramas al mismo tiempo, todo funciona a la perfección. El entretejido de historias que van dando forma al argumento principal constituyen unos nudos narrativos excelentes. Los cuales se van desatando poco a poco, o no, dejando muchos frentes abiertos para una posible temporada próxima. En este sentido, los creadores de la serie llevan a cabo un trabajo sobresaliente a la hora de adaptar la novela de Javier Castillo. Con la dificultad que conlleva trasladar una historia literaria al lenguaje audiovisual. Superando el reto con creces.
Para ello, además, se sitúa en primer plano un elenco mayoritariamente femenino. Las mujeres son las protagonistas indiscutibles de La chica de nieve. Pero ¿acaso esto conlleva que la perspectiva de género sea acertada?
La chica de nieve: Milena Smit junto a un reparto muy acertado donde destacan las actrices y sus complejos personajes
El reparto de La chica de nieve, en línea con la narrativa, son de una gran calidad. En los dos papeles protagonistas están Miren y la inspectora Millán. Esta última, está encarnada por Aixa Villagrán. Una actriz más conocida por sus papeles en comedia como en Vida perfecta (Movistar+, 2019-2021) o el filme Loco por ella (Dani de la Orden, 2021). En ambas producciones la actriz demostró su gran potencial interpretativo. Así como su capacidad de adaptarse a distintos papeles. En este caso, da el salto al suspense. Dejando de un lado el humor y transformándose a la perfección en su personaje, no tan redondo como los demás, pero igualmente imprescindible.
Entre las pinceladas más íntimas de su personalidad, un acercamiento a la maternidad. Algo que parece ya una tendencia inevitable en las últimas creaciones españolas. Donde las mujeres y la maternidad – normalmente alejadas de lo normativo o simplemente de los finales felices -, parecen dos elementos indivisibles.
Con el personaje de la periodista Miren se esboza una figura mucho más redonda. Con matices y capas que destapar. Dejando que la audiencia vaya conociendo a la protagonista poco a poco. En su papel, la joven promesa del cine español Milena Smit. Nominada en dos ocasiones a los Premios Goya. A Mejor actriz revelación con su papel en No matarás (David Victori, 2020). Y a Mejor actriz de reparto con su interpretación en Madres paralelas (Pedro Almodóvar, 2021). En La chica de nieve se mete en la piel de su personaje de lleno. Con una interpretación impecable. El pasado que la persigue es uno de los aspectos más relevantes en la construcción de su personaje.
Finalmente, aunque sus apariciones sean más puntuales, hay que reseñar el papel de Loreto Mauleón como Ana, la madre de Amaya. Ya conocida por su interpretación en Los renglones torcidos de Dios (Oriol Paulo, 2022). A pesar de sus escasas intervenciones en la serie de Netflix, estas son de una calidad inexorable. Con la capacidad de encarnar el dolor de una madre que ha perdido a su hija. Unido a la fortaleza de no perder la esperanza de encontrarla. Sus lágrimas, tan reales como palpables. Sin duda, una de las mejores interpretaciones de La chica de nieve.
A pesar de estar el elenco repleto de mujeres, la perspectiva de género es cuestionable. Con un subtexto claramente feminista y de denuncia. Que subraya un sistema podrido. Donde el machismo y la violencia de género funciona como la ponzoña que todo lo envenena. No obstante, erige mujeres bastante arraigadas a los clichés más normativos y heteropatriarcales. Donde las maternidades resultan también cuestionables. Así como se reseña el papel de la mujer como víctima.
O incluso tropos comunes como el atractivo de los hombres de mediana edad para las mujeres jóvenes – entre otros -. Aun así, se agradece la mención constante al sistema patriarcal que todo lo envuelve. Eso sí, desde una perspectiva mucho más oscura y pesimista. En comparación con otros ejemplos como la feminista y brillante serie Intimidad (Netflix, 2022).
La chica de nieve: un excelso puzle de suspense con un sistema corrupto como aglomerante
Cada subtrama narrada funciona como piezas de puzle que encajan a la perfección. Como aglomerante, un sistema corrupto y ponzoñoso. Donde las violencias de género, el machismo y la educación, entre otros aspectos, sustentan unos patrones que sirven como detonantes de historias espeluznantes.
Como protagonistas, las mujeres. Una inspectora de policía comprometida con su trabajo. Una joven periodista que busca descubrir la verdad, ante todo. Y una madre atravesando un sufrimiento inimaginable. Cada una con sus matices. Y personalidades diferentes. Cada una con su desarrollo personal independiente. Pero siempre dependiente del sistema que la rodea. Y que la encierra entre estrechas normas que no le dejan respirar.
Aunque la serie La chica de nieve no es un producto eminentemente feminista, sí que presenta ciertas situaciones y elementos que hacen reflexionar sobre problemas reales. Los cuales siguen existiendo en la actualidad. Y, además, lo hace a través de una construcción narrativa extraordinaria. Que da forma a un thriller policíaco con tintes sociales, muy atractivo y absorbente. El cual deja con muy buen sabor de boca a la audiencia que busca seguir saboreando algo más de esa miel que todavía tiene en los labios al finalizar el último episodio.