‘Wonder Woman: Historia’, el origen de las amazonas
Wonder Woman: Historia está más de actualidad que nunca. Convertido ya en un clásico moderno para los aficionados al cómic de superhéroes, extiende su influencia a la televisión y al cine.
Concebido por una de nuestras guionistas preferidas, Kelly Sue DeConnick, y plasmado por Phil Jimenez, Gene Ha, y Nicola Scott, tres de los mejores artistas del medio, retrata como nunca uno de los rincones más ricos e interesantes del universo DC: el basado en la mitología griega.
Echémosle un vistazo.
Atisbando el futuro
En Las Furias tenemos algo de pitonisas. El 15 de marzo realizamos un repaso a los proyectos cinematográficos anunciados para el futuro de DC Studios. Entre ellos figura Paradise lost, una serie de HBO Max que explorará el origen de las amazonas. Aunque no llegamos a las cotas del Oráculo de Delfos, en aquel momento dijimos que Wonder Woman: Historia podría servir de inspiración para dicha serie.
Pues bien, el pasado 15 de agosto James Gunn (capitán actual del barco de DC en el cine) piropeó a esta obra a través de sus redes sociales, catapultando su número de ventas a nivel global, y señalándola como referencia de sus próximos trabajos. No vamos a decir que os lo dijimos, pero os lo dijimos.
Wonder Woman: Historia se comenzó a publicar en Estados Unidos en noviembre de 2021 y se reunió en un tomo único en junio de 2023. En él se relatan los primeros pasos de la tribu de Wonder Woman, las amazonas, y, en concreto, de su reina, Hipólita.
Wonder Woman: Historia, de proporciones mitológicas
Al igual que los mitos clásicos en los que se inspira, este cómic relata una historia tan sencilla como poderosa y cargada de significado. Nos sitúa en la Antigua Grecia, donde siete de las principales diosas del Olimpo se reúnen para resolver una apremiante cuestión: la subyugación de las mujeres mortales a manos de sus equivalentes masculinos.
Al no contar con la colaboración del resto de dioses, ellas deciden operar por su cuenta, a espaldas, incluso, del mismísimo Zeus. Su plan consiste en crear una raza nueva de inmortales enteramente femeninas, sin mediación de varón alguno, y enviarlas a la Tierra con una única misión: liberar a aquellas mujeres que encuentren en su camino y estén sufriendo a manos de un hombre.
Este fue el comienzo de las amazonas, las cuales fueron repartidas en seis tribus: la de Artemisa, Hestia, Atenea, Hécate, Deméter y Afrodita. Cada una de ellas, contaba con su respectiva líder: Antíope, Io, Helena, Menalipe, Pentesilea, y Pitia. La única de las siete diosas que se abstuvo de fundar su propia tribu fue Hera, esposa de Zeus. En lugar de ello, puso su omnisciente mirada en una mujer mortal, Hipólita, para la cual vaticinaba un futuro prodigioso, tanto en la Tierra como en el Olimpo.
Al principio, la misión de las amazonas va viento en popa, desarrollándose por la noche, a cobijo de la luna, dominio de Artemisa. En un momento dado, sin embargo, una de ellas ajusticia a un mortal en el templo de Apolo, a plena luz del día. Entonces, la furia de los dioses cae sobre ellas con la amenaza de una condena aun peor que la muerte.
Polvo eres y al polvo volverás
El universo DC tiene algo distinto a otras editoriales. Algo que nos convierte a sus lectores en verdaderos fanáticos (en detrimento nuestro, incluso). Entre sus muchos rincones, uno de los más ricos es el que bebe de la mitología griega.
De aquí procede Diana de Temiscira, Wonder Woman, uno de los tres personajes principales de la editorial, y nuestro favorito particular (con todos los respetos a Batman y Superman). Desde 1941, ha formado parte esencial de nuestra cultura pop. Una de sus mejores etapas fue Wonder Woman: Sangre, realizada por Brian Azzarello y Cliff Chiang durante la segunda década del presente siglo. En esta, sin embargo, se cambió un elemento de su historia tradicional.
Desde su concepción, Diana había sido la primera niña nacida entre las amazonas. Esculpida en barro por su madre, Hipólita, había recibido la vida y los dones de los dioses. Pues bien, en Wonder Woman: Sangre se reveló que Diana fue fruto de uno de los muchos escarceos extramaritales de Zeus, esta vez con la reina de las amazonas. De modo que todo el asunto del barro no había sido sino un cuento para mantenerla a salvo de los celos de Hera.
Este giro también fue trasladado al cine en la por lo demás notable película Wonder Woman de 2017. Pero, en nuestra humilde opinión, que el nacimiento del personaje se deba a otro adulterio del promiscuo Zeus lo desluce en cierta forma. También pinta a Hipólita de mentirosa, habiéndose inventado una excusa para su maternidad, y reduce a Hera a una celosa iracunda.
Wonder Woman: Historia, sin embargo, deshace este entuerto, restaurando el origen clásico. Aun así, se las arregla para revestirlo de modernidad, así como de añadirle más de una sorpresa.
Wonder Woman: Historia, entre diosas y dioses
El guion de este cómic corre a cargo de Kelly Sue DeConnick, de la que ya hemos hablado en nuestro repaso a Bitch Planet y Bella Muerte.
El dibujo se lo reparten Phil Jiménez, Gene Ha, y Nicola Scott, que realizan un trabajo de veras sobresaliente. El primero de ellos, en concreto, continúa con la senda trazada por George Pérez en su legendaria etapa a los lápices de Wonder Woman (que recomendamos encarecidamente), y la lleva por lugares todavía más sugerentes y abstractos.
Y es que el aspecto gráfico de esta obra es un hermoso desastre que expande los horizontes del cómic como noveno arte. Sus intrincados paneles quizá no favorezcan del todo a la narrativa, pero se disfrutan inmensamente en su conjunto. La complejidad del Olimpo de DC Comics aparece representada en todo su extravagante esplendor, como un espacio de sueño, magnífico y aterrador a un mismo tiempo: un imán para los ojos.
El diseño de personajes sigue esta misma línea, sin despegarse de sus orígenes mitológicos pero adaptándolos al mundo ficticio en que habitan, sobresaturado de maravillas y horrores superheroicos. Todo ello hace de la lectura una experiencia frenética, comparable al impacto constante de una película de alto presupuesto o un videojuego.
Wonder Woman: Historia, en el Olimpo de los cómics
El primer número de Wonder Woman: Historia le valió a sus autores un premio Eisner, y no es para menos. El cómic fue publicado bajo el sello editorial Black Label, más adulto y con menos ataduras a la continuidad principal de DC.
Dado su reciente impacto mediático, entendemos que se establecerá como el origen canónico de las amazonas, al menos por el momento. Otras lecturas recomendadas que componen el panteón del personaje son Wonder Woman: Año uno, Wonder Woman: De piedra (ambas de Greg Rucka), Wonder Woman: Segunda génesis (John Byrne), o Wonder Woman: La bruja y la guerra (del propio Phil Jiménez), por mencionar unas cuantas.
Al igual que las antes mencionadas, Wonder Woman: Historia ha sido traducida al castellano por ECC Ediciones, repartida en tres volúmenes. El último de ellos salió en abril de 2023, por lo que la colección completa todavía puede encontrarse con facilidad.