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‘Solo para mí’, de Valérie Donzelli: cuando el amor no te deja ver

Llega a los cines, Solo para mí (L’Amour et les Forêts), la nueva película de Valérie Donzelli, directora de obras tan interesantes como La reine des pommes o Main dans la main. Para su nueva película reúne a dos de las estrellas francesas más talentosas y respetadas, Virginie Efira (Memorias de París) y Melvil Poupaud (OVNI(s)), dos auténticos camaleones que en Solo para mí vuelven a demostrar por qué los queremos tanto.

Cartel de Solo para mí.
Cartel de Solo para mí.

AVISO DE SPOILERS

Solo para mí: basada en hechos reales

La película nos cuenta la historia de Blanche Renard, una profesora de mediana edad que no ha tenido mucha suerte en el amor y a la que su hermana gemela (también interpretada por la actriz todoterreno Virginie Efira) quiere encontrar pareja. Precisamente es en una fiesta a la que le invita su hermana donde conoce a Greg Lamoureux, o más bien podríamos decir, reconoce, ya que Lamoureux fue compañero de escuela, uno de esos compañeros a los que presumiblemente se le hizo bullying por su peso y que con los años se puso buenorro.

Hablando con Lamoureux, Blanche siente que ha encontrado al hombre de su vida, todo parece encajar, todo parece tener sentido. El cuadro se finaliza, el puzzle se completa, suena tu canción favorita, te olvidas de todo lo demás. La vida tiene sentido. Por fin. No te lo puedes creer.

Todo eso se llama amor, una mezcla de neurotransmisores y hormonas como la dopamina, la norepinefrina y muchas otras drogas, que comenzarán a nublar tu juicio. ¿A quién no le ha ocurrido alguna vez?, ¿quién no se ha sentido así? El amor está en el aire y te puedes contagiar en cualquier momento, a cualquier edad. Por eso Solo para mí está basada en hechos reales, porque a todas nos ha pasado. Todas y todos nos hemos enamorado de alguien y, como a la protagonista, a veces de quien no debíamos.

Por cierto, Solo para mí realmente está basada en la novela (muy recomendable) El amor y los bosques, de Eric Reinhardt, que no os confunda el título de este apartado.

Virginie Efira y Melvil Poupaud en Solo para mí. Foto de Christine Tamalet.
Virginie Efira y Melvil Poupaud en Solo para mí. Foto de Christine Tamalet.

Solo para mí: red flags

Sí, la película está cargada de situaciones red flags: que si es demasiado bueno para ser verdad, que si te aparta de tu familia, que si te hace daño, que si solo haces lo que él quiere, etc. Pero, aun así, Blanche Renard se casa con Greg Lamoureux y tiene hijos con él. Y cuando eso ocurre es porque estás en una relación tóxica y no te has dado cuenta.

Porque crees que quizá todo esté en tu cabeza; porque sientes que no vales nada; porque ya no crees en ti; porque crees que no puede ser así; porque tu autoestima la dejaste olvidada en el probador de alguna tienda; porque a ti no te puede pasar y porque tu marido, esposo, pareja, novio o vínculo es una maravilla, ¿no?

Blanche Renard nos representa a todas cuando creemos más en el amor que en el error, cuando pensamos que quizá es algo circunstancial o temporal y eso lo hace menos real, cuando pensamos que el problema es nuestro y que la culpa también.

Cuando estás dentro de esa toxicidad cuesta mucho verla, es tu realidad, es tu vida. Estás sola, nadie te ayuda, nadie ve nada raro. No compliques las cosas, no la líes, sigue como estás. Estás bien, tienes una familia y todos te quieren, ¿no es así? ¿No es así? ¿NO-ES-ASÍ?

Desde nuestra mirada, la Blanche Renard de Solo para mí parece estar ciega. Parece que sea demasiado ingenua, irreal. Desde nuestra mirada, claro. Desde una mirada empática la puedes entender, y no solo eso, hasta te puedes reconocer. Ojalá que eso último no sea tu caso.

Melvil Poupaud en Solo para mí. Foto de Christine Tamalet.
Melvil Poupaud en Solo para mí. Foto de Christine Tamalet.

Solo para mí: un nuevo punto de vista sobre el abuso masculino

Solo para mí es una película con un profundo análisis psicológico del abuso en la pareja. Es inevitable no recordar otras cintas que tratan el tema o el maltrato, como, Te doy mis ojos, Solo mía, El buzo o La por. Pero lo que diferencia a Solo para mí de estas es el lugar en el que coloca a la víctima y la profundidad psicológica de sus personajes.

Greg Lamoureux no es un villano, no es alguien malvado, también es víctima en el modo en el que él se rechaza cuando detecta celos, toxicidad y violencia en sus acciones. La forma en la que Blanche detecta lo que le está ocurriendo también es muy interesante. El cómo busca desde el exterior una salida a lo que le ocurre en su interior. A todo eso por lo que está sufriendo.

Sin duda, Solo para mí es una excelente película que, aunque a veces tenga una estética que la haga parecer una cinta de sobremesa, o que sus protagonistas sean heteronormativos y de clases “bien”, consigue que reflexiones sobre una problemática que parece no encontrar ninguna solución. Algunas escenas de Solo para mí defienden la sororidad como una forma agarrarse a una escalera para coger fuerza y salir del abismo de una relación así. Pero la solución no solo puede venir de ese lugar.

Solo para mí te invita a ser parte de la solución a la vez que te hace disfrutar al ser una de las mejores películas de la cartelera. No te la pierdas.