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Las 10 mejores series españolas recientes

En los últimos años, las series españolas han pegado un estirón emocional, visual y narrativo. Dejando atrás los formatos simplistas y las historias “de siempre”, estamos asistiendo a una edad dorada de lo extraño, lo incómodo y lo profundamente humano. Desde las fábulas religiosas posmodernas hasta la comedia absurda que se arrastra por la miseria diaria, lo que se está haciendo en nuestro territorio es, sencillamente, inclasificable. Y por eso, es brillante. Hacemos un repaso por las 10 mejores series españolas recientes. ¡No te las puedes perder!

Este ranking de las mejores series españolas recientes no busca premiar los datos de audiencia ni las campañas de marketing más agresivas. Queremos reivindicar lo que de verdad importa: las series que incomodan, emocionan, hacen pensar, y sí, también las que dan espacio a voces y miradas diferentes. Aquí van las 10 mejores series españolas recientes, con todo nuestro amor hacia las realidades sin filtro.

Decálogo de las mejores series españolas (de los últimos años)

1. Los años nuevos: el (des)amor en 10 noches de resaca emocional

Pocas series hay tan delicadas y demoledoras como Los años nuevos. Una hermosa y original serie creada a seis manos por Rodrigo Sorogoyen, Paula Fabra y Sara Cano sobre las relaciones románticas contemporáneas, que no embellece ni edulcora nada. A lo largo de diez episodios —uno por cada Fin de Año durante una década— seguimos la evolución (o descomposición) del vínculo entre Ana (Iria del Río) y Óscar (Francesco Carril), con una honestidad casi quirúrgica. Tierna, erótica, divertida e incómoda, esta serie tiene todos los ingredientes de una relación real, con sus silencios cargados, sus rutinas pegajosas y sus fugaces estallidos de belleza. Brillante e imprescindible.

Los años nuevos
Los años nuevos. Las 10 mejores series españolas recientes.

2. La mesías: el culto como trauma heredado (y espectáculo pop incluido)

Con La mesías, Javier Calvo y Javier Ambrossi entregan su obra más ambiciosa: una ópera mutante sobre la fe, la infancia robada y el eco de los traumas familiares que se extienden por generaciones. Aquí cabe el videoclip, el found footage, el melodrama y el reality más turbio, todo pasado por el filtro de una sensibilidad devastadora. Además de una historia sobre el fanatismo, es también un retrato doloroso sobre cómo las mujeres, especialmente las madres, pueden convertirse en verdugos sin dejar de ser víctimas. El personaje de Montserrat es uno de los más complejos y aterradores que hemos visto en la ficción nacional.

La mesías

3. Querer: la violencia que se oculta tras la puerta

Ganadora del premio a Mejor Serie en los Premios Forqué, Querer, creada por Alauda Ruiz de Azúa (Cinco lobitos), es una de las obras más contundentes y necesarias de la ficción reciente. En solo cuatro episodios, construye un retrato ferozmente realista sobre la violencia de género y el juicio social al que se somete a las mujeres que se atreven a denunciar.

La protagonista, Miren (Nagore Aranburu, también premiada en los Forqué por este papel), es una mujer de mediana edad que decide denunciar a su marido por malos tratos. A partir de ahí, comienza un proceso brutal —más interno que externo— en el que la víctima es constantemente cuestionada y observada. El gran logro de la serie es mostrar esa violencia que no se grita.

Fotograma de la serie Querer, dirigida por la cineasta Alauda Ruiz de Azúa

4. Poquita fe: cuando lo cotidiano y el absurdo tienen mucha gracia

Seguimos con nuestro repaso por las mejores series españolas recientes. Si el absurdo cotidiano tuviera un altar, se llamaría Poquita fe. Esta comedia de microformatos, protagonizada por Raúl Cimas y Esperanza Pedreño, funciona como una serie de viñetas miserables que dibujan la rutina de una pareja en la que todo se ha dicho… mal. Nada avanza, todo chirría y, sin embargo, no puedes dejar de mirar (y reir). Maravillosa mirada sobre el tedio de la vida en pareja. La protagonista arrastra el hartazgo con una dignidad melancólica que muchas reconocerán. Poquita fe no es para todos los públicos, pero quien conecte con su humor, encontrará oro.

Poquita fe, serie de comedia

5. Antidisturbios: la testosterona revisitada

Lo que parecía un thriller policial terminó siendo un estudio sociológico con testosterona deconstruida. De nuevo la magia de Rodrigo Sorogoyen y el buen hacer de la guionista Isabel Peña se atreven a mirar al cuerpo policial desde dentro, mostrando contradicciones, violencias estructurales y heridas invisibles.

Las mujeres —pocas, pero potentes— aparecen como contrapunto moral, como grietas por donde entra la duda. La inspectora de asuntos internos (interpretada por Victoria Luengo) lleva todo el peso ético de la trama, recordándonos que la integridad a veces es una carga. Brutal en todos los sentidos.

Rodaje de la serie Antidisturbiuos con Raúl Sánchez Arévalo y Rodrigo Sorogoyen

6. Las largas sombras: adolescencia silenciada, adultas que sobreviven

Las largas sombras, miniserie protagonizada por mujeres (entre ellas Elena Anaya, Irene Escolar y Marta Etura) parte de un clásico: un reencuentro de antiguas amigas, una muerte misteriosa y muchos secretos enterrados. Pero Las largas sombras no se conforma con ser un thriller. Es también una exploración de cómo las adolescentes se convierten en adultas a golpes. Con una ambientación oscura y un guion que va desnudando traumas con una precisión quirúrgica, la serie pone en el centro el daño que se perpetúa cuando nadie escucha. Y lo hace sin paternalismos, dejando que las protagonistas muestren sus contradicciones y sus zonas más grises.

Las largas sombras

7. Esto no es Suecia: maternidad, miedo y culpa a fuego lento

Con alma barcelonesa, esta serie creada por Aina Clotet y Mar Coll se atreve a hablar de lo que pocas series lo hacen: la angustia existencial de ser madre hoy. No desde el drama grandilocuente, sino desde las pequeñas decisiones diarias que se sienten como abismos. La serie rompe con el mito de la “madre natural” y pone sobre la mesa temas como el miedo constante, la culpa neurótica y la dificultad de criar sin perderse a una misma. Clotet brilla como actriz y creadora en una historia que va creciendo en intensidad hasta dejarte casi sin aliento. Una joya a fuego lento para ver fijándote en todos los detalles.

Esto no es Suecia
Esto no es Suecia. Las 10 mejores series españolas recientes.

8. El hijo zurdo: vínculos rotos, amores que incomodan

El hijo zurdo, basada en la novela de Rosario Izquierdo, se adentra en la relación entre una madre (María León) y su hijo adolescente, que se ha radicalizado en la ultraderecha. La premisa ya es arriesgada, pero la ejecución es brillante: no busca redenciones fáciles ni condenas unívocas. Solo muestra la complejidad del vínculo, el dolor del desencuentro y la impotencia de quien ama a alguien que ya no reconoce. Dirigida por Rafael Cobos, la serie brilla especialmente cuando deja que las mujeres (madres, vecinas, profesoras) hablen entre ellas sobre su lugar en una sociedad que las juzga sin descanso. Una historia íntima que apunta directamente al nervio social.

Serie El hijo zurdo

9. El cuerpo en llamas: true crime con mucha toxicidad emocional

Inspirada en un caso real que sacudió Cataluña, esta serie protagonizada por Úrsula Corberó y Quim Gutiérrez mezcla crimen, sexo y toxicidad emocional sin caer en la explotación. Lo más interesante no es el misterio, sino el retrato de una protagonista marcada por la violencia, la manipulación y el deseo de control. La perspectiva de género se cuela aquí en cómo se construye el personaje femenino principal: no es una víctima, pero tampoco una femme fatale, como se ha apuntado.

Su complejidad reside precisamente en habitar una zona moral ambigua, donde la culpa, el deseo y la necesidad de afirmarse en un entorno hostil se entrelazan. El guion evita simplificaciones y, en lugar de ofrecer una redención clásica o una caída ejemplar, presenta un personaje incómodo, lleno de aristas, que interpela directamente al espectador.

10. Las de la última fila: sororidad sin azúcar

Cerramos con una serie que fue una sorpresa luminosa: Las de la última fila, creada por Daniel Sánchez Arévalo, pone en escena a cinco amigas que emprenden un viaje con una misión secreta: cumplir el deseo de una de ellas, recién diagnosticada de cáncer. La premisa suena a drama barato, pero lo que entrega es una historia honesta, divertida y profundamente empática.

El gran acierto está en la forma de representar la amistad femenina: sin competitividad, sin idealización, con sus silencios incómodos y sus lealtades indestructibles. Una road movie emocional que sabe cuándo hacerte reír y cuándo darte una bofetada emocional. Sin duda, una de las propuestas más tiernas y valientes de los últimos años.

Las de la última fila. Julio Vergne/Netflix ©2021
Las de la última fila. Julio Vergne/Netflix ©2021

Después de este repaso por 10 de las mejores series españolas de los últimos tiempos, una cosa está clara: la ficción de nuestro país vive un momento brillante. Y estas diez series lo demuestran, no solo por su calidad, sino por su capacidad para arriesgar, emocionar y abrir nuevas miradas sobre lo que somos y lo que somos capaces de contar.