‘Clerks II’, de Kevin Smith: Snoochies Boochies (Parte 7)

Definida con nostalgia por el propio director como “el último de los días felices”, “Clerks II” recupera a los personajes principales y el tono de la primera, aun teniendo una atmósfera distinta. La séptima película dirigida por Kevin Smith nos devuelve a Dante y Randal doce años después y se ríe un poco de la vida (o lo que queda de ella) una vez rebasada la treintena.

 Cualquier que conozca a Kevin Smith sabe que es un fanático de los cómics y, en concreto, de los superhéroes. En 1996, Warner Bros. le ofreció la oportunidad de escribir el guion de “Superman Lives”, que iba a ser dirigida por Tim Burton y protagonizada por Superman Lives. La película, sin embargo, nunca se llegó a rodar.

 En 2004, Miramax films volvió a tenderle un caramelito superheroico pidiéndole que escribiera y dirigiera “The Green Hornet”, basada en el personaje del mismo nombre. Pero después de las tensiones vividas durante el rodaje de “Jersey Girl” (y los palos recibidos por la crítica), Smith tenía otra idea en mente.

 Con el rabo entre las piernas, decidió volver a sus raíces indies. “Jay & Silent Bob Strike Back” había cerrado temporalmente el libro del universo “View Askew”. Esto fue, sobre todo, por la adicción de Jason Mewes a las drogas. Pero tres años después de la road movie más absurda de la Historia, parecía un buen momento para volver a abrir el viejo baúl de los juguetes.

Reabriendo el colmado

 Con el apoyo de Scott Mosier (su socio inseparable y productor de todas sus películas hasta entonces) logró terminar el guion de la secuela de la película que le abrió las puertas de Hollywood. Posteriormente, reunió a la vieja guardia compuesta por Brian O’Halloran, Jeff Anderson y, sí, Jason Mewes (por fin libre de adicciones perniciosas).

 A estos les añadió algo de sangre fresca: actores pujantes pero sin grandes egos, tales como Trevor Fehrman o Rosario Dawson (sobre la que intentaré escribir más adelante sin babear sobre el teclado). Así logró reunir un reparto con el que trabajar cómodamente y reflejar su particular estilo punk pop.

Clerks 2.
Trevor Fehrman, Brian O’Halloran, Rosario Dawson y Jeff Anderson en Clerks 2.

 “Clerks II” estaría respaldada, de nuevo, por los hermanos Weinstein, esta vez bajo el sello de la “Weinstein Company”. El inicio de la producción tardó algo más de lo esperado por la participación de Smith en “Catch and Release”, como actor. Para octubre de 2005, las cámaras estaban, por fin, listas para grabar.

Comida basura

 La película comienza en blanco y negro, con Dante y Randal yendo a trabajar a la tienda de comestibles y encontrándosela en llamas, una metáfora del pasado, que no vuelve. ¿O sí?

 Inmediatamente después, la imagen se torna luminosa y a color. Dante va en coche a recoger a Randal en su casa (la misma en la que se crio Kevin Smith, en la vida real). Su forma de interactuar sigue siendo la de dos chavales de instituto, pero sus barrigas incipientes y finas patas de gallo nos indican que rondan ya la edad de Cristo.

 Ambos continúan atrapados en la misma mediocridad suburbana en la que los dejamos en “Clerks”. A falta de Quickstop, ahora trabajan en un Mooby’s, un restaurante de comida rápida inventado por Smith y presentado por primera vez en “Dogma”.

 De los dos, el único que tiene un plan de futuro más o menos trazado es Dante. Cuando finalice su turno de trabajo, se despedirá de Nueva Jersey y se mudará a Florida, donde los padres de su novia, Emma, son dueños de una empresa de lavado de coches. Randal intenta fingir que separarse de su amigo de la infancia no le perturba, y actúa con su cinismo de siempre.

Rosario Dawson es Becky en Clerks 2
Rosario Dawson es Becky en Clerks 2

 Dante estaría pegando brincos de alegría ante la perspectiva de alejarse del Mooby’s de no ser por Becky, su encargada, por la que siente un gran afecto. La química entre ellos es evidente, y parece ser más que meramente amistosa. Pero la circunstancia es la que es: Dante va a irse a vivir con Emma. Así que Becky se esconde tras una postura de recelo hacia el amor romántico, y se hace la indiferente.

 Al mismo tiempo, Randal orquesta una despedida sorpresa para su colega: un espectáculo privado de zoofilia que tendrá lugar en el restaurante cuando haya cerrado. Su reticente cómplice es Elias, el cuarto empleado del Mooby’s, un muchacho ultra religioso, y fanático de las sagas de los Transformes y del Señor de los Anillos.

 En torno a estos personajes, fluctúan Jay y Bob el Silencioso, relegados a un papel secundario después de haber gozado de una película para ellos solos. En esta ocasión, se dedican a vender marihuana y a hablar del poder de la Santa Biblia, a menudo al lado de una enorme pintada que reza “come coños”. Pura maravilla…

Jay y Bob el silencioso en Clerks 2.
Jay y Bob el silencioso en Clerks 2.

Tras la caja registradora

 “Clerks II” se desarrolla a lo largo de un día en la vida de los dos protagonistas, al igual que su predecesora. La comparación entre ambas resulta un poco injusta. Aunque similares en ciertos puntos, lo cierto es que son muy distintas tanto en lo visual como en el ritmo.

 Kevin Smith vuelve a afilar el cuchillo de sus diálogos, después de haberlos dejado romos desde “Dogma”. No es que apunten demasiado alto, pero al menos cortan y hacen gracia. Sin embargo, sus reflexiones siguen girando en torno a los mismos temas de adolescente eterno, lo cual puede llegar a exasperar a según qué público.

 Aun así, realiza más de una observación inteligente en lo que respecta a las relaciones personales y al control de nuestro propio destino (que se nos escapa). También repasa con cierta astucia los cambios en las modas y la cultura pop, así como en nuestra forma de ver las cosas en general.

 Igualmente, Smith vuelve a ese equilibrio suyo tan personal entre situaciones vulgares y tiernas. “Clerks II” está lleno de momentos de comedia explícita, así como de una gran sensibilidad. Sus personajes tan pronto hablan de lo apropiado de besarse después de haber chupado un culo como del valor de la amistad. Y vaya si yo no me rio con lo primero y me emociono con lo segundo.

Ben Affleck vuelve a aparecer en Clerks 2.
Ben Affleck vuelve a aparecer en Clerks 2.

A los pies de Rosario

 En cuanto al reparto, O’Halloran y Anderson siguen tremendos en sus papeles, derrochando carisma. Jason Mewes y Kevin Smith vuelven a encarnar a Jay y Bob el Silencioso, claro, con el mismo resultado descojonante de costumbre. Trevor Fehrman, por su parte, es una fuente de diversión como Elias, el mojigato de pelo grasiento que acaba por pajearse mirando a un tipo chupándosela a un burro.

Pero la que destaca por encima del resto es, sin duda, Rosario Dawson. Ella juega en una liga distinta. Es de esos actores o actrices que actúan con tanta naturalidad que no parecen estar interpretando un papel, y que tienen una cualidad magnética que atrae inevitablemente al espectador. Aguda, inteligente y extraordinariamente guapa, es un misterio para mí el hecho de que no sea más conocida para el gran público. Probablemente Star Wars se encargará ahora de enmendar eso. Aunque me gustaría verla participar en otro tipo de producciones en las que pudiera lucirse más como intérprete (como hiciera en “Kids” o en “Imparable”).

 Su escena intentando enseñar a bailar a Dante en el tejado del Mooby’s es, con diferencia, la mejor de la película. La química entre Becky y él es palpable, y cuesta creer que los dos actores no se conocieran antes del rodaje. A ritmo de “ABC” de los Jackson Five, dan rienda suelta a sus sentimientos en un momento gracioso y conmovedor.

 Jen Schwalbach es la otra gran novedad en el reparto con respecto a “Clerks”. La esposa de Kevin Smith ya había aparecido en sus dos películas anteriores. En parte por el personaje de Emma, que no cae excesivamente bien, y por sus dotes como actriz, lo cierto es que Schwalbach no sale muy bien parada en el film. Como yo escribiendo artículos, vamos. O sea que, ¿qué puedo decir?

Música celestial

 Pese a estar ambientada en Nueva Jersey, solo el principio y el final de “Clerks II” están rodados ahí. La mayor parte de la cinta transcurre, en realidad, en Buena Park, Los Ángeles.

 Estrenada en mayo de 2006 en el Festival de Cannes, volvió a proveer de críticas positivas a Smith, así como de una más que razonable recaudación (27 millones de dólares, unas cinco veces más de lo que costó).

 “Clerks II” es una buena comedia con un gran valor sentimental, pero que no trasciende al género. Comparada con lo que vino después, sin embargo, parece “El Gran Lebowski”.

 La siguiente incursión cinematográfica de su director fue “Zack and Miri Make a Porno”. El hecho de disponerme a verla de nuevo y reseñarla es, ya de por sí, una muestra de mi amor incondicional hacia Kevin Smith.

 Hasta que llegue ese momento, termino con “Clerks II”, no sin antes mencionar algunas de las canciones incluidas en la banda sonora: “Goodbye Horses” de Q Lazzarus, “1979” de los Smashing Pumpkins y, mi favorita, “Everything” de Dios en persona (Alanis Morissette).

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