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‘La nube’: La obsesión por el éxito puede envolver de terror tu mundo

langostas, terror, sangre y obsesión

La nube (La nueé), fue la película ganadora del Premio especial del jurado en el pasado festival de Sitges. Recientemente estrenada en Netflix, te explicamos todas las virtudes de una de las películas de género más interesantes de los últimos años.

La nube: Sinopsis

AVISO de SPOILERS:

Ópera prima de Just Philippot, La nube nos cuenta la historia de Virginie (Suliane Brahim), una mujer que vive con sus hijos en una granja de langostas (el insecto, no el crustáceo). Ellos tenían una granja con cabras, pero murió su marido y decidió apostar por los saltamontes.

Viven de forma algo precaria por la baja producción de esos insectos. Virginie está convencida de que el futuro pasará por comer bichos ya que el resto de comida se está acabando. Lo tiene claro.

Virginie con sus hijos y Karim. La nube.
Virginie con sus hijos Laura y Gaston acompañados de Karim. La nube.

Su hijo menor, Gaston, (Raphael Romand) no lo encuentra mal, pero su hija Laura (Marie Narbonne), cada vez está más harta del oficio de su madre. Sus compañeros de clase piensan que la madre de Laura está loca y ella está cansada de sufrir bullying y de que la vean como a un bicho raro.

Virginie es una mujer fuerte, confía mucho en ella misma y no quiere fracasar. Dice que todo lo hace por sus hijos, pero no es así, es por ella misma.

Harta de pedirle ayuda económica a Karim (Sofian Khammes), un vecino viticultor, del menosprecio de sus clientes y de sentirse una fracasada por las acusaciones de su hija, un día colapsa. Entra en el invernadero de los insectos con la intención de romperlo todo. Con la mala fortuna de que se tropieza y se cae haciéndose algunas heridas y perdiendo la consciencia.

Los saltamontes comienzan a alimentarse de su sangre. Acaba resultando el alimento ideal para aumentar la producción de estos.

La nube

Virginie lo descubre y decide alimentarlos con su propia sangre. Ella misma se acabará haciendo las heridas de las que tendrán que comer los insectos. Pero no será suficiente. Decide comprar garrafas de sangre a los ganaderos.

La granja resulta todo un éxito. Tiene que construir varios invernaderos más.

Pero ya se sabe, cuanto más comes más hambre tienes y cada vez hay más bocas por alimentar…

El miedo al fracaso y la búsqueda del éxito

Just Philippot nos ofrece en su primera película, un análisis (en forma de cinta de terror) de las terribles consecuencias de obsesionarse por el éxito.

El miedo al fracaso es una de las lacras de la sociedad actual. Una sociedad que no puede parar de trabajar, de producir. Ya sea en tu casa o en tu puesto de trabajo. Ese miedo nos lleva a obsesionarnos con la búsqueda del éxito. El éxito entendido como tener mucho dinero y ser admirado y respetado por eso.

Claro está que el dinero es finito y quien lo posee no va a dejar fácilmente que otros lo tengan. En consecuencia lo que se crea es una sociedad frustrada, acomplejada y débil.

Así es como se acaba sintiendo Virginie, el personaje que Suliane Brahim (con el que ganó el Premio a la mejor interpretación femenina en el festival de Sitges) interpreta de forma maravillosa, precisa y merecedora de todos los premios que se le ofrezcan.

Suliane Brahim como Virginie en La nube.
Suliane Brahim como Virginie en La nube.

La nube es una película que nos ofrece un, perfectamente construido, drama social disfrazado de peli de terror y funciona como ambas cosas a las mil maravillas.

La forma en la que está rodada nos recuerda al conocido cine social europeo, como le ocurría a otra excelente película de terror gala, Crudo (2016), de la que tiene alguna otra cosa más en común.

En Crudo se utilizaba el canibalismo para hacer un excelente retrato de autoconocimiento por parte de una adolescente en plena pubertad.

En La nube pasa algo parecido pero con una mujer de mediana edad, que se encuentra desbordada por una realidad que la menosprecia y decide cobijarse en su trabajo. ¿Os suena? Aquí, el canibalismo de Crudo se transforma en vampirismo por parte de las langostas y en el masoquismo que practica Virginie autolesionándose.

La nube, una plaga de langostas con ganas de más

Las langostas de La nube se convierten en una plaga insaciable que se alimenta de todo los que se cruza por su camino. No hacen ningún tipo de distinción entre animales o personas. Solo quieren más. Son insaciables.

Esas ganas de más son un buen reflejo de la actitud del ser humano ante la vida. Solo queremos más. Más comida, más éxito, dinero, fama, amigos, sexo, ropa, objetos y felicidad.

Somos una plaga tan insaciable como la que nos muestra la película de Just Philippot. Más, más y más. Nunca nos cansamos, siempre queremos más de cualquier cosa y ese parece que será el motivo del fin de nuestra civilización.

Virginie es así. Pero en la película no solo ella es profundamente egoísta en su búsqueda del éxito. Karim, su vecino vinicultor, desea a Virginie. Su hija Laura quiere cambiar de vida y tener más amigos y su hijo Gaston no está dispuesto a perder cualquier cosa que le perteneciera a su mascota desaparecida.

Solo piensan en ellos mismos.

El deseo de Karim por Virginie.
El deseo de Karim por Virginie. La nube.

No nos olvidamos del terror

No solo de carga social vive La nube. Es una película de terror en toda regla.

Desde el momento en el que vemos la cabeza de un saltamontes comerse una verruga del dedo de Gaston, ya comenzamos a sentirnos un poco mal y a intuir la tragedia.

Las escenas en las que vemos a Virginie alimentando a los insectos son muy potentes. La escena del rapto de la mascota de Gaston o la escena de las langostas alimentándose de un precioso perrito son un ejemplo perfecto de como causar miedo sin apenas mostrar nada, con la acción fuera de plano.

Todo en La nube camina sin pausa en crescendo hacía un final sorprendente y brutal.

¿La nube es una película que debería ver? Sí ¿Vale la pena? Mucho ¿Es para todo el mundo? Definitivamente, no. Es de esas películas que entusiasmará a unos y aborrecerá a otros. Esa es otra de las cosas que comparte con Crudo.

Espero que Netflix decida estrenarla pronto en España.

Saludos furiosos.