‘Turno de día’: Cóctel de vampiros, Kung Fu y comedia pasada por el algoritmo de Netflix para disfrute de Jamie Foxx

Netflix estrenó este viernes, Turno de día (Day Shift), una película con más sombras que luces en la que nos ofrecen un cóctel tan veraniego como mal combinado: vampiros, artes marciales, comedia y gore en un buddy film con regusto añejo.

Jamie Foxx, que parece pasárselo genial, protagoniza una película tan simple y sencilla como el nombre de su protagonista: Bud. Una película llena de vampiros a lo Buffy Cazavampiros, o la saga Blade. Vampiros tontos con colmillos largos y una sorprendente habilidad para las artes marciales. Unos bichos algo más evolucionados que los zombis…

¿Qué ocurre con el cine de vampiros?

Por desgracia, el cine de vampiros no pasa por su mejor momento. Exceptuando las recientes Dead and Beautiful o Boys From County Hell, que aportan algo de originalidad al subgénero, hace tiempo que los apasionados al cine de chupasangres no podemos disfrutar de películas tan estimulantes como el Drácula de Coppola, Entrevista con el Vampiro, Nosferatu (la de Murnau y la de Herzog), El Ansia, Addiction, Noche de Miedo, Jóvenes Ocultos o Los viajeros de la Noche…

De las mejores películas de vampiros de todos los tiempos ya os hablamos por aquí hace un tiempo, así que, si queréis sacaros el mal gusto de Turno de día con una buena peli de nuestras criaturas de la noche favoritas, pasaos por AQUÍ.

Es cierto que el cine no nos está dando muy buenas películas de vástagos, pero Netflix nos regaló hace poco una serie firmada por el nuevo maestro del terror, Mike Flanagan, que es una auténtica joya. Un buen ejemplo de las enormes posibilidades que ofrece abarcar con gusto y sabiduría el mito vampírico: Misa de Medianoche. Recordemos que Flanagan ya se acercó al vampirismo en la genial Doctor Sueño.

Sea como sea, actualmente, en Netflix parecen estar más interesados en producir subproductos como la serie La primera muerte.

Espero que pronto, viendo la escapada de suscriptores y las quejas por la escasa calidad de sus últimas producciones, se pongan las pilas y empiecen a contar historias de calidad de cualquier género. Y por qué no, también del de vampiros.

Turno de día, una buddy film que aspira a ser una franquicia

A las órdenes de Turno de día, se encuentra J.J. Perry, stuntman que sigue la estela de otros compañeros de oficio, como los directores de la saga de John Wick, y nos ofrece una película con un mundo propio al que sacar más partido en diferentes secuelas. El problema es que este mundo de sindicatos de cazavampiros no es tan interesante como el de los cazarrecompensas de John Wick.

Donde sí que se parecen ambas películas, como no podía ser de otra manera, es en lo bien ejecutadas que están sus escenas de acción. Especialmente en la que podemos ver al comienzo de Turno de día y que sirve para presentarnos a Bud, el personaje de Jamie Foxx.

En esa escena vemos como Bud se enfrenta a una vampira anciana con la elasticidad de una contorsionista hiperlaxa. Sin duda, la mejor escena de la película. Una secuencia más Sam Raimi que todo el Doctor Strange en el multiverso de la locura. Recuerda mucho a Terroríficamente muertos e incluso a Ash vs. Evil Dead.

Turno de día, tiene algunas escenas muy disfrutables y tengo que reconocer que me ha sacado más de una sonrisa. Pero no deja de ser un fast film tan olvidable como su título.

Lo que más me gustó es ese ¿homenaje? a las buddy films de los 80 y 90s. Esa musiquilla que acompaña todo el film y la típica relación de personaje experimentado haciendo pareja con un novato pardillo, recuerda mucho a películas como Huida a Medianoche o Límite: 48 horas, lástima que se quede ahí, en un recuerdo, ya que el resultado es más bien algo parecido a Showtime, ese producto protagonizado por un Robert De Niro preguntándose qué hace ahí y Eddie Murphy.

Turno de día y sus vampiros de chichinabo

En definitiva, el nuevo producto hecho para gustar a todo el mundo de Netflix, vuelve a repetir la fórmula de contratar a una súper estrella para realizar un contenido (porque ya no podemos hablar de películas) de pasar el rato y que arañe algo de nuestra nostalgia mientras tanto.

Turno de día, comparte muchas de las características del cine de parejas masculinas que derrochan testosterona por todos lados y pretenden ser graciosas. Cintas que solían ser tan machistas como esta Turno de día, en la que las mujeres interpretan a personajes completamente prescindibles. Desde la sexualizada pareja de Bud, a la villana de la función, sosa, aburrida y de una sola cara.  

Seguro que harán una segunda parte de esta tontería. Si es así, espero que se pongan las pilas y, al menos, que se quede en el aprobado si le pasamos el test de Bechdel.

¡Saludos furiosos!